El pan marroquí o batbout es un pan de sartén que no se hornea ya que se cocina sobre una plancha o sartén caliente. Se trata de un pan bastante sencillo y gratificante de hacer en casa. Su textura esponjosa y su sabor suave lo hacen ideal para acompañar tanto las sabrosas recetas típicas de la cocina marroquí como prácticamente cualquier tipo de comida, aunque también es estupendo para disfrutarlo solo.
Para hacer esta receta de batbout, no necesitas ser un experto panadero ni contar con utensilios especiales; con ingredientes básicos que encontrarás en cualquier supermercado y el siguiente paso a paso detallado y sencillo, tendrás el éxito garantizado. Y lo mejor de todo es que no necesitas encender el horno, ya que este pan se prepara en sartén. Para su elaboración, podemos usar harina de todo uso o harina panadera. Ambas funcionan perfectamente y, aunque la panadera puede aportar una elasticidad algo mayor, la harina de todo uso combinada con la sémola de trigo es también una opción muy usada en la receta original.
Sigue leyendo la receta que presentamos a continuación para descubrir todos los trucos que harán que este pan se convierta en uno de tus favoritos. ¡Su aroma y sabor te conquistarán!

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 20 minutos (más los tiempos de levado)
- Raciones: 12 unidades
- Categoría: panes
- Tipo de cocina: marroquí
- Calorías por ración (kcal): 196
Ingredientes de pan marroquí
- 300 g de agua tibia
- 10 g de levadura fresca
- 20 g de azúcar
- 400 g de harina de trigo de todo uso o harina panadera
- 100 g de sémola de trigo duro
- 10 g de sal
- 50 ml de aceite de oliva suave

Cómo hacer pan marroquí
En un bol, ponemos 300 g de agua tibia y añadimos 10 g de levadura fresca desmenuzada y 20 g de azúcar. Mezclamos bien hasta que la levadura y el azúcar se disuelvan por completo. Dejamos reposar esta mezcla durante 5 minutos para que la levadura se active.

A continuación, añadimos al bol 400 g de harina de trigo, 100 g de sémola de trigo duro, 10 g de sal y 50 ml de aceite de oliva suave.

Mezclamos todos los ingredientes con una espátula o con las manos hasta que estén bien integrados. Cubrimos el bol con un paño limpio y dejamos reposar la mezcla durante 5 minutos.

Después de este reposo, amasamos hasta obtener una masa lisa y elástica. Si tenemos una amasadora, la podemos utilizar para facilitarnos el trabajo. Este proceso nos llevará entre 8 y 10 minutos. Unificamos la masa y formamos una bola. La colocamos en un bol ligeramente engrasado y la tapamos con un paño de algodón bien limpio.

Dejamos fermentar la masa a temperatura ambiente durante 40 minutos o hasta que haya duplicado su tamaño.

Pasamos la masa a una superficie de trabajo ligeramente enharinada y la dividimos en 12 porciones iguales. Boleamos cada porción de masa dándole tensión y dejamos reposar las bolas, tapadas con un paño, durante 5 minutos para que se relajen.

Con las yemas de los dedos o con la ayuda de un rodillo, estiramos cada bola de masa hasta formar discos de aproximadamente 5 mm de grosor.

Colocamos los discos de masa en una superficie plana, los pinchamos con un tenedor, los cubrimos con un paño y los dejamos fermentar durante 1 hora a temperatura ambiente.

Calentamos una sartén a fuego medio. Una vez esté caliente, colocamos 1 o 2 panes en la sartén, dependiendo del espacio disponible. Los dejamos cocinar durante 3 minutos por un lado. Les damos la vuelta y los cocinamos por el otro lado durante 3 minutos más. Los panes deberían inflarse durante la cocción, logrando su característica textura.

Una vez cocinados, retiramos los panes de la sartén y los colocamos sobre una rejilla para que se templen un poco antes de servir.

Seguimos cocinando el resto de panes marroquís de la misma manera y cuando los tengamos todos hechos, los servimos templados para acompañar nuestros platos favoritos.

Resumen fácil de preparación
- Mezclamos el agua con la levadura y el azúcar y dejamos reposar
- Añadimos la harina, la sémola, la sal y el aceite
- Mezclamos y dejamos reposar
- Amasamos bien, formamos una bola con la masa y la dejamos reposar en un bol engrasado
- La dejamos fermentar hasta que doble su tamaño
- La dividimos en porciones y las boleamos
- Estiramos cada porción de masa
- Cubrimos las masas estiradas con un paño y las dejamos fermentar
- Cocinamos los panes en una sartén caliente por ambos lados hasta que se inflen
- Los dejamos templar
- Servimos el pan marroquí templado