Hoy en día es difícil caminar por Seúl sin encontrarse con numerosos puestos de comida callejera en los que disfrutar de los platos más curiosos de la cocina coreana. Pero una de las estrellas indiscutibles de la gastronomía popular de este país asiático es, sin duda, el tteokbokki. Este aperitivo toma su nombre de los tteok, unos pastelitos de arroz con forma cilíndrica.
En su origen, el tteokbokki era una pieza delicada de alta gastronomía que sólo podía disfrutarse en las mesas más privilegiadas de Corea. Era un plato clásico dentro de la cocina que se servía en la corte real, siendo un salteado de tteok con ternera, shiitake, cebolla y salsa de soja, aunque no era raro que se añadieran otros ingredientes de temporada.

Con el tiempo, estos platos dieron el salto a los típicos pojangmachas -puestos de comida rápida callejeros cubiertos con un clásico toldo-, donde consiguieron el favor popular. A partir de ese momento, se comenzaron a realizar numerosas variaciones de la receta original, manteniendo siempre invariable la parte de los pastelitos de arroz.
Si nos encontramos frente a un pojangmacha, seguramente tendremos muchas opciones donde elegir, pero hay que tener cuidado si no estamos acostumbrados a la cocina picante coreana. Una de las variantes más populares del tteokbokki lleva gochujang, una pasta capaz de sacarle los colores al comedor de chile más experimentado.

Otra de las variantes que se ha convertido en favorita es la que cambia los ingredientes clásicos de carne y los sustituye por pescado y marisco, sin dejar de lado las mismas verduras. También es típico que lleven huevo duro y pequeños bollitos rellenos de carne.
Para disfrutar de estos tteokbokki fuera de Corea, además de los restaurantes especializados, lo mejor es buscar paquetes de tteok -los pastelitos de arroz-, en las típicas tiendas de importación de productos orientales. Luego no hay más que realizar un buen sofrito y añadirlos. Si compráis picante coreano o tailandés, tened cuidado si no conocéis las cantidades adecuadas.