La Casona del Judío se ha convertido en un referente de la gastronomía cántabra por su propuesta de alta cocina, pero también por añadir a esta una fórmula más informal en forma de bistró, una terraza en la que conjugar culinaria de rápida consumición con digestivos y combinado y un espacio en el que celebrar toda clase de eventos. En resumen, por atacar varios frentes, ser plural en cuanto a oferta y abierto a diferentes tipos de públicos sin perder el equilibrio y unos altos estándares.
En torno a la espectacular casona indiana del siglo XIX, restaurada con sumo mimo y convertida en espacio para celebraciones íntimas, con salones privados y una cuidada decoración acorde con su pasado y los tiempos actuales, encontramos tanto el bistró como la llamada Terraza del Judío y el espacio destinado a los eventos.
El primero se ubica en una original construcción de nueva planta, en la que la madera, el vidrio y el color blanco obtienen todo el protagonismo. Manteniendo una especial relación con el sol y la lluvia santanderina, el espacio acoge una propuesta gastronómica formal, sin llegar a ser la más elevada del establecimiento.
Es un menú de siete pasos llamado Raíces, en el que el chef Sergio Bastard ofrece una visión muy personal del producto; el menú Sorpresa, en el que el comensal escoge un plato de la carta del restaurante y el servicio acompaña de tres medias entradas y el postre del día; y el del día, con un plato de la carta a escoger acompañado de un entrante sorpresa para compartir y también el postre del día. Son platillos como los buñuelos cremosos de bacalao, platos vegetales como el de la ensalada de brotes verdes, arroces como el cremoso de gambas con alioli, pescados y mariscos como el bogavante del Cantábrico con emulsión de pomelo asado, carnes como la paletilla de cordero lechal con avellanas y cebolleta y postres como el arroz con leche de la casa.
Sin embargo, la magnificencia de Bastard, toda una promesa de la alta cocina española, solamente puede apreciarse en plenitud a través del menú Experiencia Gastronómica. Una propuesta oficiada en la histórica bodega de la Casona del Judío, siempre por el propio cocinero, para dos únicas mesas. Un nuevo concepto en el que se dan cita, en palabras del restaurante, el diálogo y el intercambio de opiniones.
Hablamos de platos tan elaborados como la anchoa pincelada con pistacho y láminas de empanada con mantequilla de alga, confitura de higo, cítricos, espuma y hoja de prímula, que en el menú toma el nombre de «La red, principio y fin de la anchoa». También de un tratamiento muy personal del tomate en una suerte de gazpacho, llamado «Por fin llegó el tomate», unos mejillones lacados con vermut y ortiguilla, que recibe el nombre de «Nuestra visión del mar», o un centro de buey de Tudanco con fermento de burbug.
La Casona del Judío, con dos Soles Repsol en su haber, camina con paso firme hacia reconocimientos todavía mayores. Que no desfallezca.
Restaurante Casona del Judío
Calle Repuente, 2039012 Santander (Cantabria)
942342726
www.casonadeljudio.com
De mercado
20€-70€
