
Los tamales son un plato emblemático y tradicional de muchas regiones de América Latina, aunque los tamales colombianos tienen unas características que los hacen únicos. Consisten en una masa de maíz rellena con carnes y otros ingredientes, y envuelta en hojas de plátano con forma de paquetitos.
Los tamales colombianos están elaborados principalmente con harina de maíz precocida, aunque algunas versiones también incluyen además arroz. Suelen llevar dos tipos de carne: cerdo y pollo, aunque en algunas recetas, se añade carne de ternera para enriquecer aún más el sabor. Una particularidad de estos tamales es el uso opcional de arvejas (guisantes secos), que aportan una textura y un sabor muy especial. Pero lo que realmente caracteriza a los tamales colombianos es que se envuelven en hojas de plátano, lo que les otorga un aroma y sabor únicos durante la cocción. Estos ingredientes tan característicos de la cocina colombiana como las hojas de plátano, frescas o congeladas, o las arvejas, los podemos encontrar en tiendas especializadas en productos latinos. La harina de maíz precocida, hoy en día la podemos encontrar en cualquier supermercado de barrio.
Existen dos formas de preparar los tamales colombianos, cada una con su propio encanto. Algunas recetas optan por cocer las carnes y las arvejas directamente dentro del tamal durante largas horas, permitiendo que los sabores se integren profundamente a medida que se cocinan lentamente.

En nuestra versión, preferimos un enfoque más práctico para poder disfrutar de este plato de una forma bien sencilla. Cocinamos las carnes previamente en un sabroso caldo de pollo o verduras, y las arvejas las vamos a hervir por separado hasta alcanzar su punto perfecto. Luego, montamos los tamales comenzando con una base de masa de maíz, seguida de una capa de arvejas cocidas, una porción de salsa elaborada con cebolla, tomate y especias, y finalmente, las carnes cocidas y troceadas. Los tamales se envuelven con cuidado en hojas de plátano, que aportan un aroma y sabor característicos, y se cocinan durante 20 a 30 minutos al vapor para que todos los ingredientes se amalgamen a la perfección.
Este método no solo resalta los sabores individuales de cada componente, sino que también nos permite adelantar buena parte de la preparación. De este modo, al llegar el momento de servir, solo necesitamos darles una breve cocción final al vapor y disfrutar de este exquisito bocado colombiano sin prisas.
Disfruta de unos tamales colombianos llenos de tradición, perfectos para celebrar ocasiones especiales o simplemente para compartir en familia un plato lleno de sabor y de historia.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora y 30 minutos (más el tiempo de las carnes en adobo)
- Tiempo total: 2 horas
- Raciones: 8 tamales
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: colombiana
- Calorías por ración (kcal): 460
Ingredientes para los tamales colombianos
- 4 filetes de cabeza de lomo de cerdo
- 4 contramuslos de pollo sin piel ni huesos
- Sal
- 2 cucharaditas de ajo en polvo
- 2 cucharaditas de cebolla en polvo
- 1 cucharadita de orégano
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1,5 litros de caldo de pollo
- 200 g de arvejas (guisantes secos)
- 1 cebolla
- 300 g de tomate triturado
- 200 g de harina de maíz precocida
- 400 ml del caldo de cocción de las carnes
- 15 g de mantequilla
- 8 hojas grandes de plátano

Cómo hacer tamales colombianos
Comenzamos a preparar los tamales colombianos cortando en trozos de tamaño uniforme 4 filetes de cabeza de lomo de cerdo y 4 contramuslos de pollo sin piel ni huesos.

Aderezamos las carnes con sal, 1 cucharadita de ajo en polvo, 1 cucharadita de cebolla en polvo, 1 cucharadita de orégano y 1 cucharada de aceite de oliva. Para que las carnes adquieran todo el sabor de los aderezos, lo ideal es dejarlas reposar de un día para otro tapadas en la nevera, aunque si no disponemos de tanto tiempo, podemos dejarlas al menos 1 hora antes de cocinarlas.

A continuación, cocinamos las carnes en 1,5 litros de caldo de pollo. Llevamos el caldo a ebullición y, cuando comience a hervir, incorporamos las carnes. Las dejamos cocinar durante 45 minutos o hasta que estén tiernas y llenas de sabor. Una vez listas, las sacamos del caldo y reservamos tanto las carnes como el caldo, que usaremos más adelante para preparar la masa de maíz.

Cuando las carnes estén frías las cortamos en trozos regulares.

Mientras tanto, cocemos 200 g de arvejas (guisantes secos). Para ello, ponemos las arvejas en un cazo con agua fría, sobre 1 litro, llevamos el cazo a fuego medio y cocinamos las arvejas con un poco de sal durante 45 minutos o hasta que estén tiernas.

Una vez hechas las arvejas, las escurrimos y las reservamos en un cuenco.

Nos ponemos ahora con la salsa. En una sartén, calentamos 1 cucharada de aceite de oliva y pochamos a fuego lento 1 cebolla finamente picada junto con 1 pizca de sal. Cuando la cebolla esté dorada, incorporamos 300 g de tomate triturado, 1 cucharadita de ajo en polvo y 1 cucharadita de cebolla en polvo, y cocinamos la mezcla a fuego medio durante unos 10-15 minutos, hasta que la salsa reduzca y espese ligeramente. Reservamos la salsa para el montaje.

Para la masa de maíz, llevamos a un bol grande 200 g de harina de maíz precocida. Vertemos poco a poco 400 ml del caldo de la cocción de las carnes, templado, para que el maíz lo absorba bien. Si no disponemos de suficiente caldo, completamos con agua caliente.

Añadimos 15 g de mantequilla fundida —podemos derretirla durante unos segundos en el microondas— y amasamos hasta conseguir una masa homogénea, sin grumos y con una textura suave pero firme.

Preparamos 8 hojas de plátano, un elemento esencial de los tamales colombianos. Las limpiamos bien con un paño de algodón húmero y cortamos cada hoja por la mitad para que podamos envolver los tamales con doble capa, asegurando que el relleno no se escape durante la cocción. Si las hojas están muy rígidas, podemos ablandarlas unos segundos en el microondas o pasándolas cuidadosamente por fuego directo.

Para montar los tamales, extendemos 1 cucharada grande de masa de maíz sobre dos hojas de plátano colocadas juntas. Añadimos una cucharadita de arvejas cocidas, una cucharadita de salsa y una cucharada grande con las carnes picadas.

Cerramos los tamales doblando las hojas de plátano formando un paquetito: primero plegamos los lados más largos hacia el centro, luego los extremos, y finalmente los sujetamos con hilo de cocina para sellarlos bien y evitar que se abran durante la cocción.

Cocinamos los tamales al vapor. Para ello, preparamos una olla grande con agua que cubra unos 5 cm del fondo. Colocamos una vaporera o una olla con agujeros encima y dentro de ella disponemos los tamales en posición vertical, bien encajados para que no se desarmen. Tapamos la olla y cocinamos así los tamales durante 30 minutos a fuego medio. Revisamos periódicamente el nivel de agua y, si fuera necesario, añadimos más para mantener una cocción constante.

Servimos los tamales calientes, recién hechos. Su textura, aroma y sabor hacen de este plato una auténtica delicia que nos transportará a la tradición y el calor de la cocina colombiana.

Resumen fácil de preparación
- Troceamos las carnes
- Las aderezamos
- Cocinamos las carnes en caldo durante 45 minutos
- Una vez cocinadas, las picamos bien con un cuchillo
- Cocemos las arvejas durante 45 minutos
- Las escurrimos y las reservamos
- Preparamos la salsa pochando en primer lugar la cebolla, aderezamos, añadimos la salsa de tomate y dejamos reducir
- Preparamos la masa añadiendo el caldo a la harina de maíz precocida
- Añadimos la mantequilla fundida a la masa de maíz
- Cortamos y limpiamos las hojas de plátano
- Montamos los tamales poniendo como base sobre la hoja de plátano una porción de masa de maíz, unas arvejas cocidas y una porción de carne
- Cerramos los tamales formando un paquetito con las hojas de plátano y cerrándolos con hilo
- Cocinamos los tamales al vapor durante 30 minutos
- Servimos los tamales colombianos recién hechos