Todo un clásico de la gastronomía francesa, el soufflé o suflé es una elaboración culinaria cuyo origen, dentro de la historia de la gastronomía, se sitúa en Francia durante la primera mitad del siglo XVIII. La palabra soufflé proviene del verbo francés souffler que hace referencia a su característica consistencia "inflada" que le aportan las claras del huevo batidas a punto de nieve. Paralelamente se realiza una segunda elaboración, una bechamel enriquecida con el ingrediente base (queso, patata, batata, chocolate, etc) al que se le añade un elemento graso, en este caso yemas de huevo.
Dentro de la gran diversidad de soufflés que hay, tanto dulces como salados, los más conocidos son el soufflé de queso con su variante con jamón, el archiconocido soufflé de chocolate o el clásico de limón. Sea cual sea la versión que queramos elaborar, la clave del éxito en esta elaboración está en de conseguir que nuestro soufflé se hinche durante el proceso de horneado llegando incluso a doblar su volumen.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocición: 25 minutos
- Tiempo total: 40 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: francesa
- Calorías: 205 kcal por cada 100 g
Ingredientes del soufflé de queso para 2 personas
- 200 ml leche entera
- 25 g de queso semi curado
- 25 g de queso gouda
- 2 huevos caseros a temperatura ambiente
- 15 g de mantequilla
- 20 g de harina de trigo
- 20 g de almidón de maíz
- Sal
- Pimienta
- Nuez moscada (al gusto)
- Perejil para decorar

Cómo hacer el soufflé de queso
Para elaborar un soufflé de la forma más tradicional vamos a necesitar unos recipientes cerámicos de bordes altos y rectos conocidos como ramequines. Con ellos conseguiremos mejores resultados.
Lo primero que vamos a hacer es encamisar dichos recipientes. Esto no es más que untar con un poco de mantequilla la base y paredes de nuestros ramequines para después espolvorear un poco de harina, repartiéndola por todo el interior. Volteamos los ramequines y con unos suaves golpecitos en su base retiramos el exceso de harina. Reservamos.

Ahora vamos a realizar la base de nuestro soufflé. Para ello realizaremos una bechamel de consistencia espesa. Comenzamos echando en un cazo los 15 g de mantequilla y la derretimos a fuego medio alto. A continuación añadimos la harina de trigo y el almidón de maíz y mezclamos con la ayuda de unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea. La cocinamos un par de minutos sin dejar de mezclar, esta elaboración es conocida como roux. Seguidamente agregamos toda la leche y los condimentos (sal, pimienta y nuez moscada) al gusto. Removemos sin parar y en el momento que comience a espesar añadimos los quesos, preferiblemente rallados para que se fundan antes. Mezclamos con la varillas enérgicamente hasta obtener una bechamel de consistencia espesa y de textura homogénea. Retiramos del fuego y dejamos que atempere.
Es el turno de montar las claras de huevo, para ello vamos a separar las claras de las yemas. Es importante que no vayan restos de yema en las claras porque si no éstas no llegarán a montar. Reservamos las yemas y procedemos a montar las claras de huevo con una pizca de sal, esto hará que monten antes y con mayor firmeza. Para ello os recomiendo que os ayudéis de unas varillas eléctricas, acabaréis antes y las claras quedarán más firmes.

Precalentamos el horno a 180 ºC calor arriba y abajo sin ventilador. Echamos la bechamel, que ya habrá atemperado en el vaso de la batidora y añadimos las yemas de huevo que teníamos reservadas.

Trituramos hasta conseguir una textura homogénea, brillante y muy cremosa.

Añadimos una cucharada de las claras montadas y mezclamos a mano con una espátula o lengua de gato, integrando bien antes de añadir la siguiente cucharada de claras montadas. Es importante que los movimientos sean siempre en la misma dirección, suaves y envolventes para que las burbujas de aire que tienen las claras de huevo montadas no se rompan. Una vez hayamos integrado ambas elaboraciones nos tiene que quedar una mezcla tal y como se muestra en la imagen, con una textura casi de mousse.

Es el momento de llenar los ramequines casi casi a ras, limpiando los bordes de posibles restos. En este proceso es importante no demorarse mucho en el tiempo por el hecho de que la mezcla con el paso del tiempo tiende a perder el aire.

Introducimos los moldes en la rejilla más baja de nuestro horno y horneamos a 180 ºC durante aproximadamente 25 minutos. Sacamos inmediatamente del horno, decoramos con un poco de perejil fresco y servimos sin demora porque en cuestión de unos minutos, por muy bien que hayamos realizado la receta, irremediablemente irá perdiendo el volumen y la gracia es degustarla con el soufflé en todo su explendor.

Resumen fácil de preparación
- Encamisamos los recipientes primero con mantequilla y después con harina
- Preparamos la bechamel añadiendo la mezcla de quesos. Dejamos que atempere
- Montamos las claras de huevo con una pizca de sal
- Añadimos las yemas a la bechamel una vez atemperada y mezclamos hasta integrar
- Agregamos poco a poco las claras montadas a la anterior preparación integrando con una espátula y con sumo cuidado
- Rellenamos casi a ras los moldes con la mezcla resultante, limpiando los bordes de los recipientes
- Horneamos en horno precalentado a 180 ºC durante unos 25 minutos
- Decoramos con perejil y servimos inmediatamente