
La pizza es una de las elaboraciones más conocidas y apreciadas en todo el mundo. Sin embargo, la masa de la pizza está elaborada principalmente con harina de trigo, por lo que no todo el mundo puede disfrutarla como se merece. En esta receta, vamos a explicar de forma sencilla cómo hacer una pizza sin gluten apta para celíacos.
El gluten aporta elasticidad a las masas y permite atrapar el gas liberado por la levadura durante el reposo. Cuando usamos harinas sin gluten esto no pasa. Sin embargo, como hemos hecho en esta receta, podemos recurrir a ingredientes alternativos que realicen una función similar al del gluten para poder disfrutar de una masa de pizza sin gluten tan rica como la tradicional. En el caso de esta receta, los ingredientes que sustituyen al gluten son la goma xantana —un aditivo ampliamente utilizado en masas sin gluten— y el psyllium —o cáscara de psilio— que van a aportar dicha elasticidad.

A la hora de preparar masas sin gluten, una opción muy sencilla es optar por preparados de harinas panificables sin gluten que normalmente ya contienen alguno de los dos ingredientes mencionados. Aunque como los ingredientes que componen estas mezclas son fáciles de encontrar en grandes superficies, tiendas especializadas y tiendas online, podemos preparar nuestra propia mezcla en casa; una opción más económica y con la ventaja de poder experimentar con distintas combinaciones para conseguir una masa al gusto. Como en todas las recetas sin gluten, es fundamental evitar productos a granel y revisar siempre el etiquetado de todos los ingredientes que forman parte de la receta para verificar que no tienen gluten. Además, para una mayor garantía, os recomendamos optar por productos con sellos de calidad como la Marca Registrada Espiga Barrada que certifica que el producto en cuestión ha sido verificado para garantizar que es libre de gluten.
Una vez tengamos nuestra harina sin gluten panificable preparada, para hacer la masa de la pizza sin gluten simplemente tendremos que trabajar la masa de forma similar a otras masas: primero mezclamos los ingredientes secos con agua para hacer la masa, la dejamos reposar, luego la estiramos, le ponemos los ingredientes de cobertura que queramos y horneamos la pizza.
En esta receta, vamos a explicar cómo hacer esta masa sin gluten y también os vamos a dar ideas para acompañarla con una cobertura muy rica y fácil de preparar, aunque siempre podéis probar a hacerla con vuestras combinaciones de ingredientes favoritas. ¡Seguro que os queda deliciosa!

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 30 minutos (más 2 horas de reposo)
- Raciones: 2
- Categoría: masas
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías por ración (kcal): 423 (solo la masa)
Ingredientes de la masa de pizza sin gluten
Para la masa sin gluten:
- 100 g de harina de arroz
- 65 g de almidón de maíz (maicena)
- 35 g de harina de maíz, de trigo sarraceno o de garbanzo
- 2 g de levadura de panadero seca (o 6 de la levadura fresca)
- 6 g de goma xantana
- 5 g de azúcar
- 200 ml de agua
- 3 g de sal
- 15 g de aceite de oliva (y un poco más para engrasar)
Para la cobertura (opcional):
- Salsa de tomate
- Especias al gusto
- Queso
- Pimientos
- Aceitunas
- Champiñones
- Cebolla

Cómo hacer la masa de pizza sin gluten
Comenzamos preparando nuestra mezcla de harinas. Para ello, ponemos en un bol unos 100 g de harina de arroz que será la base de la masa. Añadimos 65 g de almidón de maíz (maicena) u otro tipo de fécula sin gluten como patata o tapioca. Luego, terminamos con otros 35 g de nuestra harina elegida (puede ser de maíz de trigo sarraceno o de garbanzo). La mezcla se termina con 2 g de levadura seca de panadero (o 6 g de la fresca), 6 g de goma xantana y, por último, 5 g de azúcar que ayudarán a la levadura a hacer su trabajo.

Tras tener esta mezcla lista, con una cuchara o unas varillas mezclamos bien todos los ingredientes secos hasta que estén perfectamente integrados. Esta homogeneización es fundamental para que la textura de nuestra masa sea la adecuada.

Una vez que los ingredientes secos estén bien mezclados, es el momento de añadir unos 200 ml de agua. Lo hacemos poco a poco, vertiéndola en el bol mientras vamos integrando. Si vemos que la masa está seca, añadimos más agua de poco en poco. Después, amasamos la masa sin gluten obtenida durante unos 5 minutos para que todo se integre completamente y la textura sea uniforme y sin grumos.

Con nuestra masa ya bien trabajada, incorporamos 3 g de sal y 15 g de aceite de oliva. Seguimos amasando hasta que la masa haya absorbido el aceite y adquiera una consistencia lisa y brillante.

Ahora, es el momento de dar forma a nuestra pizza. Para ello, engrasamos una bandeja forrada con papel de hornear o un molde para pizzas, estiramos la masa con cuidado con las manos untadas ligeramente en aceite, dándole la forma y el grosor que más nos guste. Si quieres una base más gruesa, deja un poco más de masa en los bordes.

Una vez estirada, pintamos la superficie de la masa con un poco de aceite de oliva para evitar que se reseque. Luego, la cubrimos con un paño de cocina de algodón limpio y ligeramente humedecido y dejamos reposar durante un par de horas. Este tiempo permitirá que la levadura actúe y nuestra masa suba ligeramente. Ojo, no va a subir tanto como las masas con gluten.

Después de este reposo, precalentamos el horno a 250 ºC. Mientras se calienta, extendemos una capa uniforme de salsa de tomate sobre nuestra masa, dejando un pequeño borde sin cubrir alrededor. Colocamos nuestra pizza en el horno y la horneamos durante unos 6 o 7 minutos.

Sacamos la pizza del horno, la espolvoreamos con nuestras especias favoritas y la cubrimos con una generosa capa de queso.

Terminamos añadiendo el resto de ingredientes que nos apetezcan. En nuestro caso hemos optado por una pizza vegetal con pimientos, aceitunas, champiñones y cebolla, aunque esto es totalmente personalizable.

Con nuestra pizza ya lista, la volvemos a introducir en el horno y la dejamos otros 6 o 7 minutos a 200 ºC o hasta que la veamos dorada al gusto. ¡Y listo!

Resumen fácil de preparación
- En un bol, mezclamos todos los ingredientes secos de la masa, salvo la sal y el aceite
- Homogeneizamos la mezcla de harinas sin gluten con unas varillas o una cuchara
- Incorporamos el agua poco y amasamos 5 minutos
- Al final añadimos la sal y el aceite y amasamos de nuevo
- Estiramos la masa de la pizza sin gluten y le damos la forma deseada
- La pintamos con aceite y la dejamos reposar unas 2 horas tapada con un paño húmedo
- Para hacer la pizza cubrimos la masa con salsa de tomate la horneamos 6 o 7 minutos en horno precalentado a 250 ºC
- Espolvoreamos la pizza con especias al gusto y la cubrimos con queso
- Añadimos el resto de ingredientes de la cobertura al gusto
- Horneamos la pizza sin gluten 6 o 7 minutos a 200 ºC o hasta que esté dorada al gusto