En las cercanías de un extraordinario arenal cuasi virgen, la playa de Vega de Ribadesella, se encuentra un templo dedicado al pescado, un restaurante de culto que cualquier amante de los productos del mar debería visitar de forma obligatoria si atraviesa el norte asturiano. Es el restaurante Güeyu Mar, el reducto marino de Abel Álvarez en el que solamente se sirven pescados y mariscos del Cantábrico. Y no hace falta más.
Con la puerta abierta desde hace poco menos de una década en una casa que bien podría haber pertenecido a una bien avenida familia de pescadores con suerte en las capturas, el establecimiento anuncia las intenciones de su cocina con un enorme pez enclavado en su fachada. Porque en este lugar los pescados y mariscos solamente tienen cabida cuando son grandes, ejemplares portentosos, enormes, capaces de alimentar a un regimiento, asombrar e incluso intimidar.

En el interior de una vitrina, a la vista de cualquiera que atraviese el umbral del establecimiento, uno encuentra descansando según la época zamburiñas, lenguados, meros, besugos, doradas y un sinfín de pescados y mariscos con uno, en particular, siempre en lugar preferente: el rey. De la familia de los berícidos, y también llamado alfonsino, cachucho, palometa roja o dorada hembra, es el pescado preferido por Álvarez. Una devoción refrendada en la parrilla sobre la que brasas de diferentes maderas, de acuerdo a las cualidades que el chef astur quiera imprimir en cada una de las piezas, se dan cita.

Conociendo y entendiendo el fuego como él lo conoce y entiende, las maderas de roble, cereza o encina, la intensidad de las ascuas y las maduraciones de los pescados, porque como bien suele apuntar no todos resultan igual de exquisitos cocinados escrupulosamente frescos, Güeyu Mar hace de la parrilla un arte sutil, milimétrico y sofisticado. Inspirándose en la excelsa materia prima que le brinda el Cantábrico, en las ideas que ha ido recogiendo a lo largo de viajes a diversos enclaves de Japón y en su privilegiado gusto.

Así es como se compone una carta con entrantes como el salpicón de bogavuelos excelso, el centollu o el tronco de bonito en escabeche y peces exquisitamente cocinados a la brasa, como el salmonete, el rodaballo, la dorada o el mencionado rey, los únicos principales. En los postres es en el único apartado donde naturalmente no encontramos pescados, pudiendo optar por helado de turrón e higos, arroz con leche de aldea, quesu gamoneu y tarta de quesu gamoneu. Pasión desmedida por el mar en una parrilla verdaderamente mágica.
Restaurante Güeyu Mar
Playa de Vega, 8433560 Ribadesella (Asturias)
985860863
www.gueyumar.es
Mediterránea, Cántabra, Asador
50€-90€