Maralba, cuando La Mancha se asoma al Mediterráneo

Dicen que la suya es una cocina manchega con balcones al mediterráneo. «Porque Almansa», la localidad donde nace el restaurante Maralba hace cerca de catorce años, «se interpone en tierra de nadie». Una pequeña ciudad testigo de la historia. Frontera natural entre los antiguos reinos de Castilla y Valencia.

Costumbres de uno y otro lado, desde antaño, se han encontrado aquí. Alimentos de aquí y de allá, han compuesto una culinaria mestiza que refleja el interior y mira hacia las costas. Recetas manchegas, inequívocas, que gustan acercarse hasta las costas. Un genuino, necesario e histórico punto de intercambio que el cocinero Fran Martínez exalta en sus fogones, con el apoyo de Cristina Díaz como jefa de sala y sumiller.

Maralba

Las opciones del manchego restaurante son varias. Dos menús gastronómicos, el de temporada y el de maridaje, y el denominado «Menú sorpresa de Fran Martínez». Los dos primeros cuentan con los mismos pasos, adecuados cada uno a su particularidad: snacks de la casa, tapitas sorpresa, dos entrantes individuales, un plato de pescado, otro de carne y dos postres. El segundo, naturalmente, incluye los vinos armonizados.

La propuesta homónima al chef, sin embargo, extiende en dos servicios más el recorrido que hacen los gastronómicos. Son, en este caso, platos de ayer y hoy. Unas recetas del Maralba convertidas en clásicos, otras que quedaron instaladas en la memoria de los comensales más recurrentes y unas últimas que todavía están por conocer. El conjunto, como deja claro su nombre, será una incógnita para el comensal.

Maralba

Destaca la buena muestra de gazpachos de la región, con ese característico toque del cocinero ilicitano; aperitivos en la historia del restaurante como sus tortas de gachamiga serrana, lo manchego en su máxima expresión; buena muestra del pescado de las costas valencianas, fresquísimo, como no podría ser de otro modo; y caza, cuando es época, elaborada como mandan los cánones, con las mejores piezas.

La creatividad de Martínez es notoria especialmente en las tapas y los snacks, cuando las recetas más clásicas dejan espacio para un derroche de inventiva basado en profundos conocimientos y un olfato evidente para la originalidad bien entendida. Sobresalen gachas, el bombón de queso o una caballa semicurada.

Maralba

Pese a no encontrarse en los clásicos polos gastronómicos, el restaurante Maralba fue reconocido con una estrella Michelin a partir de la edición 2012 de la guía gastronómica.