Los quiche se hacen con una base de masa quebrada, previamente horneada en ciego y un relleno de huevos, nata o leche, al que se añaden otros ingredientes. Para hacer el clásico quiche lorraine se le pone panceta de cerdo y queso gruyère al relleno, pero podremos hacer quiches de casi todo lo que se nos ocurra. Son deliciosos con diferentes combinaciones de verduras y hortalizas y una maravillosa idea para aprovechamiento y vaciado de nevera. ¿Cuál es el secreto de una quiche sabrosa? Usar la masa quebrada casera y por supuesto la buena elección del resto de ingredientes para un maridaje idóneo. En el caso de la quiche lorraine, creo que la nuez moscada aportará el toque especial.

Información de la receta
- Tiempo de amasado: 10 minutos
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de reposo: 30 minutos
- Tiempo de cocción: 25 minutos
- Tiempo total: 1 hora 15 minutos
- Raciones: 6 personas
- Categoría: entrante
- Tipo de cocina: francesa, internacional
- Calorías: 750 kcal por ración
Ingredientes del quiche lorraine para 6 personas
Para los 400 g de masa:
- 200 g de harina de repostería
- 100 g de mantequilla sin sal fría
- 1 huevo mediano
- 1/2 cucharilla de sal
- Nuez moscada rallada
Para el relleno:
- 100 g de panceta salada de cerdo
- 1 huevo entero
- 3 yemas de huevo
- 240 ml de nata
- 60 ml de leche entera
- 100 g de queso gruyère rallado
- Nuez moscada rallada
- Pimienta negra

Cómo hacer el quiche
Primero pesamos y medimos todos los ingredientes que vamos necesitar para la receta. Empezamos preparando la masa quebrada y para ello nos aseguramos que los ingredientes estén fríos. Tamizamos la harina en un bol para aportar aire y que nos quede más crujiente. Añadimos la mantequilla fría cortada en trozos y mezclamos hasta que tenga una textura arenosa.

A continuación añadimos el huevo, la sal y un poco de nuez moscada rallada y amasamos hasta integrar, sin manipular mucho la masa pues no queremos que se desarrolle mucho el gluten. La receta tradicional de la masa quebrada no lleva nuez moscada, pero personalmente me encanta añadir especias a las masas, y en este caso aporta un punto delicioso. Podemos poner un poco de agua si notamos que nos queda muy compacta, pero muy poquito. En mi caso no fue necesario pero no todas las harinas absorben la misma cantidad de líquido. Una vez tenemos una masa lisa, forramos con ella el molde donde haremos nuestra tarta, que en mi caso fue un molde cerámico de 22 cm de diámetro. Con un rodillo, estiramos la masa hasta que tenga unos 2 mm de grosor.

Usando papel de horno como plantilla (hice una circunferencia de 28 cm de diámetro, pues tengo que contar el alto del molde que son 3 cm) cortamos la masa ayudándonos de un corta pastas o corta pizzas. Colocamos la masa en el molde previamente forrado con el papel, le damos forma a los bordes y la metemos media hora en la nevera. Encendemos el horno a 210 ºC para que se vaya calentando y mientras la masa reposa preparamos el relleno.

Primero cortamos la panceta en tiras finas y las salteamos en una sartén (también podemos hervirlas en agua si estuviera muy salada) y reservamos para que se vayan enfriando.

A continuación batimos el huevo con las 3 yemas, le añadimos la nata y la leche y mezclamos para que se integren. Molemos un poco de pimienta pero no le ponemos sal, pues la panceta ya tiene suficiente.

Cuando han pasado los 30 minutos de reposo de la masa, le hacemos un horneado ciego. Pinchamos un poco la masa, ponemos un papel de horno encima y colocamos legumbres, arroz o bolas cerámicas específicas, para evitar que la masa suba. La metemos en el horno previamente calentado y cocemos a 180ºC durante 10 minutos. Pasado el tiempo, retiramos las bolas de horneado y la dejamos 5 minutos más. En este caso, el relleno de la tarta, necesitará cocción y la volveremos a meter en el horno, es por eso que no se cocina la masa quebrada del todo. La sacamos y terminamos de montar la tarta añadiendo el resto de ingredientes.

Repartimos por la base las tiras de panceta y el queso, del que reservaremos un puñado para espolvorear al final. Añadimos la mezcla de huevo y nata por encima y finalmente el resto del queso.

Le rallamos un poco más de nuez moscada y la horneamos durante 25 minutos a 180º C con calor arriba y abajo.

Pasado el tiempo de horneado, la pinchamos con una brocheta y si está cuajada ponemos la opción de gratinado un par de minutos para que coja un poco de color por encima y cuando esté dorada la retiramos. No debemos cocerlo en exceso, pues en caso contrario acabará muy seca y lo que buscamos en una textura cremosa.

La podemos servir así calentita, aunque particularmente me gusta hacerla con un poco de antelación y comerla templada, siempre acompañada de ensaladas variadas. No obstante y como todo, esto es cuestión de gustos.

Resumen fácil de preparación
- Pesamos y medimos todos los ingredientes y empezamos con la masa quebrada
- Tamizamos la harina, añadimos la mantequilla fría en dados y mezclamos
- Añadimos el huevo, sal y la nuez moscada y amasamos hasta integrar, evitando manipularla mucho
- Forramos el molde con ella y lo metemos en la nevera 30 minutos
- Preparamos lo ingredientes del relleno, salteando la panceta y mezclando la nata y los huevos
- Hacemos un horneado ciego de la masa durante 15 minutos y retiramos del horno
- Añadimos los ingredientes del relleno y horneamos la quiche 25 minutos
- La gratinamos unos 2 minutos para dorar por encima y la retiramos
- La servimos fría o templada, siempre a nuestro gusto