El magro con tomate, en algunos lugares conocido como magra con tomate, es uno de los muchos platos tradicionales de nuestra cocina que se realiza por todo lo largo y ancho del territorio. Con pocos ingredientes muy económicos, se puede disfrutar de este plato ya sea en casa, o en el bar como aperitivo o tapa, y siempre, por supuesto, con un buen pan para mojar en la salsa.
Prepararlo es facilísimo, pues prácticamente se trata de una cocción de la carne con una buena cantidad de tomate. Es importante la calidad de éstos últimos. Priorizaremos unos tomates bien maduros o una buena conserva. Durante la cocción, la salsa se concentra a la vez que se impregna con los jugos de la carne dándole ese sabor tan característico y que nos gusta tanto. Además, este es uno de esos guisos a los que un buen reposo hasta el día siguiente consigue aportarle un sabor mucho más intenso, y el plato se disfruta aún más.
Para acompañarlo, puedes poner un arroz blanco, para cuando quieras hacerlo ligero, aunque este plato pide a gritos unas buenas patatas fritas, ¿verdad? Otros acompañamientos que encontramos con mucha frecuencia, sobre todo cuando se toma como plato principal, son un huevo y pimientos verdes fritos, que nos permiten disfrutarlo al máximo. ¿Ya se te ha hecho la boca agua?
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 h 10 minutos
- Tiempo total: 1 hora 20 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: española
- Calorías por ración (kcal): 519
Ingredientes del magro con tomate para 4 personas
- 800 g de carne magra de cerdo troceada
- Sal
- Pimienta negra molida
- 1 cebolla grande
- 1 pimiento verde italiano (opcional)
- 4 dientes de ajo
- 800 g de tomate natural bien maduro o en conserva
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 150 ml de vino blanco
- 1 o 2 hojas de laurel
- Perejil (opcional)
- Azúcar (opcional)
Cómo hacer magro de cerdo con tomate
Para preparar esta suculenta receta, necesitamos 800 g de carne magra de cerdo troceada y lista para guisar. No obstante, primero la vamos a revisar para retirar cualquier exceso de grasa que se haya quedado. Salpimentamos generosamente y dejamos reposar mientras nos ponemos con las verduras.
Cogemos 1 cebolla grande, la pelamos y la picamos finamente. Opcionalmente, en temporada, podemos ponerle 1 pimiento italiano. En este caso, le retiramos el pedúnculo, lo abrimos por la mitad a lo largo y retiramos las semillas. Lo picamos muy fino. Necesitamos también 4 dientes de ajo, pelados y bien picados. Por último, trituramos 800 g de tomates, que pueden ser naturales o en conserva. En el primer caso, nos aseguraremos de que estén bien maduros, los lavamos y les retiramos el pedúnculo. Para eliminar los restos de las pieles y pepitas, pasamos el tomate por un chino o colador fino, empujando con un pilón de mortero o con el dorso de un cazo.
Ponemos a calentar una sartén grande u olla engrasada con 1 cucharada de aceite de oliva. Cuando esté bien caliente, pero sin que llegue a humear, doramos la carne a fuego medio-alto, hasta que se dore por ambos lados. Lo haremos en dos tandas ya que si ponemos todo a la vez la sartén perderá temperatura y tardará más en hacerse. Conforme los trozos de carne se van dorando, los retiramos y los reservamos.
Bajamos el fuego y terminamos de añadir las otras 3 cucharadas de aceite que necesitamos. En él vamos a sofreír a fuego medio-bajo la cebolla con el pimiento, removiendo con frecuencia para que no se queme. Queremos que quede muy pochado por lo que lo tendremos unos 10 minutos o así.
Una vez que estén bien tiernos, echamos el ajo y mezclamos. Dejamos que se haga por 1 minuto. En ese momento, volvemos a poner la carne en la sartén u olla, junto con los jugos que haya podido soltar, y la mojamos con 150 ml de vino blanco.
Enseguida, subimos el fuego y dejamos que cueza para que se evapore el alcohol del vino. Bastarán un par de minutos.
Cubrimos la carne con el tomate triturado. Añadimos además una o dos hojas de laurel, que le van a dar a la salsa un sabor muy rico. Dejamos que se caliente hasta que empiece a burbujear. En ese momento y antes de que empiece a salpicar, bajamos el fuego y dejamos que haga chup-chup entre 30 y 45 minutos, hasta que el tomate haya espesado y la carne esté tierna. Para evitar salpicaduras, podemos tapar la olla con una tapa de malla fina especial para evitar proyecciones.
Por último, probamos la salsa y, si lo consideramos necesario, rectificamos de sal y pimienta. Le podemos añadir también un poco de perejil bien picado. De manera opcional, se puede reducir la acidez de la salsa de tomate con un poco de azúcar. No obstante, si se utilizan tomates muy maduros y al llevar la cebolla muy pochada, es posible que no se necesite, como en nuestro caso.
Y ya estaría. Lo podemos servir enseguida o dejar reposar hasta el día siguiente. Ese tiempo de reposo permite que se intensifiquen los sabores.
Resumen fácil de preparación
- Retirar los restos de grasa y salpimentar el magro
- Picar la cebolla, el pimiento, los ajos y triturar, y tamizar el tomate
- Sellar la carne en dos tandas en sartén u olla bien caliente y engrasada, retirar y reservar
- Bajar el fuego, añadir el resto del aceite y sofreír en él la cebolla con el pimiento
- Añadir el ajo, mezclar bien, rehogar 1 minuto, volver a poner la carne y mojar con el vino blanco
- Subir el fuego y cocer 2 minutos para que el alcohol se evapore
- Incorporar el tomate triturado y el laurel y cocer a fuego lento de 30 a 45 minutos
- Rectificar de sal y pimienta, corregir la acidez con azúcar si fuese necesario e incorporar perejil picado si se desea
- Servir enseguida o dejar reposar hasta el día siguiente
