
Para preparar este helado de avellana vamos a utilizar tan solo 3 ingredientes con los que conseguiremos un resultado sorprendente. No vamos a usar huevos, sino leche condensada, que hará que podamos elaborarlo fácilmente sin tener que utilizar una máquina heladera, ya que este ingrediente le va a aportar una textura muy cremosa al helado.
Para su elaboración, en primer lugar hemos preparado una pasta de avellanas tostadas triturando estas poco a poco. Las avellanas se pueden tostar en el horno, en la sartén e incluso en la freidora de aire. Incluso para una versión simplificada de esta receta, podéis saltaros este paso y usar una crema de avellanas comercial sin otros ingredientes.
Lo siguiente será mezclar la pasta de avellanas con la leche condensada y a continuación, integrar esta mezcla con la nata montada y ya solo nos quedará llevar la mezcla al congelador para que se enfríe.
El helado de avellana está muy rico servido así tal cual, ya que es muy rico y cremoso, aunque también podéis servirlo con una salsa o sirope de chocolate o para acompañar otros postres, como por ejemplo, un brownie con el que casa a la perfección. Si os gusta combinar bolas de helado de distintos sabores, a este helado de avellanas le va genial una bola de helado de Nutella, juntos forman una mezcla irresistible.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 20 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo total: 30 minutos (más el tiempo de enfriado)
- Raciones: 12
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 367
Ingredientes del helado de avellana
- 180 g de avellanas
- 1 lata pequeña de leche condensada (370 g)
- 600 ml de nata para montar (con un 35% de materia grasa)

Cómo hacer helado de avellana
En primer lugar, tostamos 180 g de avellanas en el horno a 180 °C durante 10 minutos. Si no queremos encender el horno, también podemos tostar las avellanas en la sartén, sin aceite, durante unos 8-10 minutos a fuego medio bajo, removiendo de vez en cuando para que se tuesten de forma homogénea.

Trituramos inmediatamente las avellanas tostadas hasta obtener una pasta. Esto habrá que hacerlo en pulsaciones no muy largas, para que la máquina no se sobrecaliente, y para poder bajar de vez en cuando las avellanas de las paredes con ayuda de una espátula de silicona.

Mezclamos la pasta de avellanas con 1 lata de leche condensada pequeña en un cuenco. Dejamos enfriar la mezcla si todavía estuviera muy caliente.

Por otra parte, montamos con la ayuda de unas varillas 600 ml de nata para montar hasta que tenga textura como de yogur griego.

Agregamos un poco de nata montada a la mezcla de avellanas y mezclamos. Añadimos el resto de la mezcla de avellanas y mezclamos con la espátula hasta conseguir una crema homogénea.

Disponemos el helado en un recipiente con tapa y lo dejamos enfriar una noche en el congelador.

Al día siguiente, ya lo podremos servir solo tal cual o con algún topping al gusto. Queda delicioso con un poco de chocolate por encima o con unos trocitos de avellana tostada a modo de topping.

Resumen fácil de preparación
- Tostamos las avellanas en el horno o en una sartén sin aceite durante unos 10 minutos
- Trituramos las avellanas tostadas
- Mezclamos las avellanas con la leche condensada
- Montamos la nata
- Mezclamos la nata con la mezcla de avellanas
- Guardamos el helado en un recipiente en el congelador durante una noche
- Servimos el helado de avellanas tal cual o decorado al gusto