La palabra ‘brocheta’ proviene del francés brochette, que no significa otra cosa que ‘pincho’. Con este nombre, es evidente que las brochetas hacen referencia a los alimentos servidos y ensartados en un pincho o varilla que puede ser de bambú, de madera o de aluminio u otros metales. Por lo general, esta preparación se cocina a la parrilla o a la brasa, dos técnicas que potencian el sabor de los alimentos. A continuación, descubrimos algunos de los tipos de brochetas más sabrosos y conocidos alrededor del mundo.
Satay

El satay o saté es originario de Indonesia, pero ampliamente popularizado y difundido en multitud de países asiáticos. Según la región, la receta recibe unos u otros ingredientes y especias. Por lo general, consiste en pedazos de carne puestos en un pincho de bambú, asados sobre una parrilla al calor de las brasas. Antes de asar la carne, se marina en especias como cúrcuma o curry, lo que la vuelve de un distinguible color. Para este tipo de pinchos se puede emplear ternera, cerdo, pollos, pescado o incluso gambas. Para acompañar, se sirve una sabrosa salsa de cacahuete y cebolla laminada, lo que confiere un interesante contraste picante. Esta preparación es consumida en la calle y espacios populares gracias a su formato perfecto para comer con las manos y de un par de bocados.
Pincho moruno
El pincho moruno es nuestra versión nacional de los pinchos. Se elabora con carne de cerdo o en ocasiones de pollo. La carne se corta en pequeños dados y se adoba durante horas en pimentón dulce o picante y ajo, un proceso que hace que la carne esté tierna y llena de sabor, además de un marcado color rojizo. Este pincho se apellida ‘moruno’ en referencia a su origen, asociado al recetario de los países árabes y a las especias que allí emplean.
Anticucho

Los anticuchos son una de las comidas callejeras más profundamente arraigadas a la cultura culinaria de Perú. Es un tipo de brocheta que también se consume en algunos países sudamericanos como Chile. En el pasado, en la época incaica, el anticucho se elaboraba con trozos de carne de llama, sazonados con hierbas aromáticas y el toque picante del ají. Su origen aparece con las cocinas precolombinas, pero fue durante la época colonial cuando se popularizó. El anticucho más clásico se caracteriza por el empleo de corazón de res o pollo, acompañado de una salsa de ajo, cebolla y cilantro picado, vinagre, limón y cerveza.
Şiş kebap

En Turquía encontramos el shish kebab o şiş kebap, una variante del kebab que consiste en un pincho de madera o en una suerte de espada, en la que se ensartan bloques compactos de carnes y pescados diversos. Entre ellos, se suele incluir algún vegetal. Las carnes más empleadas son la ternera, el cordero y el pollo, mientras que el pescado más usado es el pez espada. Para dar jugosidad a la proteína animal, se añaden rodajas de berenjenas, tomates, guindillas o zanahorias. El resultado es un sabroso plato que se acompaña de pan plano y arroz.