Retiro da Costiña, una experiencia gastronómica completa

En un lugar llamado O Campallón, en la provincia de A Coruña, hace casi ochenta años un matrimonio puso en pie una sencilla casa de comidas. La comida tradicional y casera, como en cualquier espacio similar, era la norma. La pareja poco a poco fue ahorrando con el negocio y, cuando reunieron lo suficiente, compraron un terreno a unos cinco kilómetros de allí, no muy lejos del pueblo de Santa Comba, para crecer. Del mesón pasaban a un restaurante. Comenzaba la historia de Retiro da Costiña.

Esos primeros pasos tras la evolución, se daban con consciencia. Sabiendo de dónde venían y a dónde iban. Algo que quedó reflejado incluso en su nombre. «Costiña» vino por la denominación popular con la que la gente conocía aquella zona coruñesa donde se ubicó la primigenia casa de comidas, O Campallón. Y «retiro» por cómo llamaban los santacombeses a los que habitan la zona en la que se asentó el restaurante, por estar algo retirada del núcleo poblacional central. La unión de ambos vocablos, con un poco de juego, era la síntesis de su pasado, su presente y su futuro.

Pasaron los años y llegó el momento de que la segunda generación, la conformada por Jesús y María Pastora, diese un paso al frente. Y lo dieron con gran zancada. El espacio, que hasta el momento había mantenido una línea conservadora en lo gastronómico, giraba el timón para dejar atrás los platos tradicionales y abrazar la mejor creatividad. La distinción mediante un excelente servicio y una buena bodega hicieron el resto.

Retiro da Costiña

En poco tiempo, Retiro da Costiña se convirtió en un restaurante referente del buen comer en la zona. Una parada obligatoria para los comensales que pisan Galicia, sobre todo si están en el entorno de Santiago de Compostela o la Costa da Morte. Una posición privilegiada que la tercera generación, con los hermanos Manuel y Leonor al frente, nietos de los fundadores, se ha encargado de asentar y hacer crecer todavía más con una experiencia gastronómica y sensorial realmente especial.

El recorrido por este espacio comienza tras la recepción, con el aperitivo en la cava-bodega, donde los comensales descubren algunos de los secretos de la casa y sobre todo la gran colección de caldos, con más de dos millares de referencias almacenadas. Después de la toma de contacto culinaria maridada con vinos elegidos por Manuel, la acción se traslada al comedor, de una gran luminosidad y un interiorismo actual, muy acogedor. Allí es donde aparecen los platos que cada día se elaboran en cocina de acuerdo al mejor producto traído del mercado. Pescados, carnes y vegetales carentes de artificios, siempre con sus sabores más esenciales en primer plano.

Retiro da Costiña

La experiencia en Retiro da Costiña termina en el salón de la sobremesa, donde puede saborearse un café o una copa de los más de ocho millares de destilados que poseen. Entre todos ellos, verdaderas etiquetas dignas de coleccionistas.