Los gastrónomos que suelen huir hacia el norte cuando llega el verano, huyendo del calor, tienen un lugar de paso obligado si están cerca de Santander: El Serbal. Desde que abriese las puertas en 1999 y, especialmente, desde que acometió una importante reforma apenas seis meses después, con la mejora del espacio y el nacimiento de su bodega, con más de un millar de etiquetas, es un referente en la ciudad.
Sirviéndose de las grandes materias primas cántabras, la cocina de este restaurante con estrella Michelin lleva a cabo elaboraciones creativas basadas en la culinaria más tradicional y los sabores más reconocibles. A las que se añaden servicios marca de la casa como sus panes artesanos, la gran selección de quesos internacionales, su carro de cafés e infusiones, la atención que prestan a licores y combinados, así como al agua.

Uno de los pioneros de la alta cocina en Cantabria hace llegar a sus mesas entrantes como el de langostinos al aroma de amontillado con velouté de sus cabezas; salazón de trucha, queso de oveja, cítricos y remolacha; pichón escabechado a la vainilla con trigo y hojas tiernas; o unas cocochas de bacalao, salteado de verduras y jugo de puerros.
A esta entrada en faena en El Serbal le siguen un excelente trato a los pescados que ese día despunten en la lonja —por tanto, hay que dejarse aconsejar por Rafael Prieto, el jefe de sala— y el resto de platos que lleva a cabo el cocinero Roberto Terradillos.
Son las carnes, entre las que brillan un cochinillo con parmentier de cítricos con endivias guisadas en un fondo de café; un lomo de vaca tudanca sahumado, encurtido de semillas y pesto de cilantro y piñones; o una pierna de cordero lechal marinada, deshuesada y asada servida con una emulsión de espinacas y su jugo al oloroso. Y los postres, como la torrija de leche, yemas tostadas y helado de nata o el helado artesano de queso cántabro acompañado con miel, membrillo y chocolate blanco.

Todas estas creaciones y el resto que componen la propuesta del restaurante santanderino pueden disfrutarse a la carta o a través de los tres menús que ofrecen al comensal. El Gastronómico, el más corto, que consta de un entrante, un pescado, una carne y postre; el Degustación, en el que se aumenta en dos el número de entrantes; y el Dom Pérignon, en el que seis platos tienen la opción de acompañarse con una botella de Dom Pérignon Vintage 04 a un precio especial.
Un restaurante a visitar con frecuencia donde no solamente saben tratar de forma excelsa el mar, sino también la tierra, con una más que apurada y sobresaliente selección de caldos.
El Serbal
Calle Andrés del Río, 739004 Santander (Cantabria)
942222515
www.elserbal.com
Cántabra, Creativa
40€-100€