
Con leche condensada, mantequilla, yema de huevo, azúcar y maicena vamos a conseguir unas galletas de ensueño, que literalmente se funden en la boca y nos van a dejar con ganas de más. Estas galletas de leche condensada son tan adictivas que para poder resistir la tentación, vamos a tener que guardarlas muy alto en la despensa.

Tienen el sabor dulce y delicado de la leche condensada y, gracias a la maicena, quedan suaves y nada pesadas. Su textura es ligeramente crujiente en el exterior y cremosa en el interior, y su aroma durante el horneado inunda toda la cocina.
Además de lo deliciosas que resultan, estas galletas son muy fáciles de hacer ya que su masa es muy sencilla de trabajar y las podemos personalizar a nuestro gusto. Aunque ya de por sí su sabor es irresistible, podemos añadir a la masa vainilla, ralladura de limón o de naranja, canela en polvo o especias a nuestro gusto para hacerlas todavía más especiales. ¡Ideales para servir acompañando un café o un té!

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 25 minutos
- Raciones: 30 unidades
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 104
Ingredientes de las galletas de leche condensada
- 200 g de leche condensada
- 125 g de mantequilla blanda
- 1 yema de huevo L
- 50 g de azúcar blanco
- 350 g de maicena

Cómo hacer galletas de leche condensada
Comenzamos precalentando el horno a 160 ºC con calor arriba y abajo. Ponemos en un bol amplio 200 gramos de leche condensada, 125 gramos de mantequilla blanda (a temperatura ambiente), 1 yema de huevo L y 50 gramos de azúcar blanco. Mezclamos muy bien estos ingredientes hasta que queden completamente integrados.

Agregamos 350 gramos de maicena, tamizándola para que no tenga grumos, y la integramos con ayuda de una espátula hasta conseguir una masa homogénea.

Hacemos porciones de unos 25 gramos de masa y las boleamos. Las ponemos sobre una bandeja forrada con papel vegetal y ligeramente separadas. No van a crecer demasiado, pero no conviene ponerlas demasiado juntas. Con ayuda de un tenedor, las presionamos ligeramente para hacer la forma más característica de estas galletas. Las horneamos en el horno precalentado a 160 ºC durante unos 12 minutos, antes de que lleguen a dorarse.

Retiramos las galletas de leche condensada del horno y las dejamos templar 5 minutos en la bandeja. A continuación, dejamos que se enfríen por completo sobre una rejilla.

Estas galletas resultan ideales para servir con el café en la sobremesa. Si no las vamos a consumir en el momento, podemos conservarlas en un recipiente hermético.

Resumen fácil de preparación
- Mezclamos la leche condensada con la mantequilla, la yema y el azúcar, y precalentamos el horno
- Agregamos la maicena y mezclamos bien
- Formamos las galletas, las ponemos en una bandeja, presionamos con un tenedor y las horneamos 12 minutos a 160 ºC
- Dejamos enfriar
- Servimos las galletas de leche condensada o las conservamos en un recipiente hermético