A través de media decena de productos de repostería nos colamos en los desayunos y meriendas de una gran parte de la población española. Un trozo de bizcocho, un buen cruasán de mantequilla, aromáticas magdalenas clásicas, napolitanas de crema o de chocolate o crujientes palmeras de hojaldre son -entre otros dulces también muy consumidos como las galletas o los bollos- un agradable momento azucarado.
Bizcocho

Con la palabra bizcocho podemos designar multitud de productos de repostería que tienen como base una sencilla masa horneada. El bizcocho más elemental y común en España contiene pocos ingredientes: harina, huevos, azúcar y una grasa, que puede ser mantequilla, margarina, aceite vegetal o manteca. También es usual que incorpore yogur, leche o un toque de licor. La mezcla se aromatiza con ralladura de limón u otros cítricos, así como con agua de azahar o vainilla. Para que el bizcocho crezca en el horno se emplea levadura química o, si se quiere evitar el uso del gasificante, claras montadas en punto de nieve. Para aportar un toque diferente al bizcocho se le puede añadir almendra molida, cacao, trozos de frutos secos, virutas de chocolate o fruta confitada. El término bizcocho proviene del latín bis coctus, es decir, cocido dos veces. Antaño la masa se sometía a una doble cocción en horno para que la torta se conservara durante más tiempo, sacrificando con ello la esponjosidad con la que hoy en día asociamos al bizcocho. Pese a la sustancial diferencia de aspecto y textura, la palabra se ha mantenido a lo largo del tiempo.
Cruasanes

Un cruasán o croissant es el ejemplo de repostería franco-austriaca más conocido. Se trata de una pieza realizada con masa de hojaldre, levadura y mantequilla, aunque es muy común encontrar variantes con margarina aptas para veganos y mucho más económicas que la receta original. Sobre el origen y la popularización del cruasán existen numerosas leyendas y anécdotas, siendo la más difundida la que sitúa el origen del bollo con forma de media luna en la ciudad de Viena durante el siglo XVII, cuando los turcos trataron de tomar con nocturnidad la urbe y los panaderos, que trabajaban durante esas horas, dieron la voz de alarma. El enemigo fue derrotado gracias al aviso de estos artesanos y para conmemorar el triunfo se encargó la elaboración de unas pequeñas piezas de repostería similares al emblema turco de la media luna.
Magdalenas

Las magdalenas son un esponjoso bocado muy consumido en España y Francia de origen no esclarecido fidedignamente. Su forma varía según el molde empleado, aunque lo más normal es que se horneen directamente en unos pequeños moldes de papel rizado. La fórmula básica incluye harina de trigo, levadura, huevos, azúcar, mantequilla y ralladura de limón, de naranja o las dos. Algunas magdalenas contienen leche o zumo para resultar más jugosas, mientras que otras son abizcochadas y tienen una textura más seca y ligera. La receta de las magdalenas permite múltiples variantes y toques creativos: pulpa de calabaza cocida, pepitas de chocolate, harinas integrales o de otros cereales, aroma a vainilla, opciones veganas y adaptaciones según la provincia en la que sean elaboradas, como es el caso de las valencianas, unas magdalenas alargadas típicas de Valencia concebidas para mojar en el café o chocolate.
Napolitanas

Un relleno dulce, intenso y casi lujurioso, un exterior crujiente y dorado. Las napolitanas son un producto de pastelería que se compone de una masa de hojaldre y un interior de crema pastelera, de crema de chocolate o compotas frutales. También es fácil encontrar la versión salada de las napolitanas, que en vez de cremas dulces contiene jamón de York y queso. El origen del nombre de este producto con forma rectangular ligeramente aplastada es incierto, puesto que no tiene ninguna relación clara con Nápoles, aunque cierta teoría apunta a que se llaman así en referencia a una copla que hablaba de una cortesana llamada La Napolitana que tenía una cara similar a la forma del dulce. Para elaborar este clásico de la repostería y pastelería tradicional se parte de una placa de hojaldre estirada y salpicada con azúcar glass a la que se le añade la crema, para después cerrarla formando un paquete. Cuando esté cerrado, se pinta con huevo y se hornea durante un corto período. Para decorar las napolitanas se suele pintar con una glasa dulce y virutas de chocolate o almendras laminadas.
Palmeras de hojaldre

Las palmeras, también conocidas como palmeritas cuando tienen un tamaño reducido, son una especialidad propia de la repostería francesa que hace ya tiempo se hizo un espacio en los hornos y pastelerías de nuestro país. La pieza es, en esencia, una masa horneada de hojaldre de entre dos a cuatro centímetros de grosor y con una forma parecida a un corazón achatado. El exterior de las palmeras es ligeramente más dulce ya que se suele impregnar con azúcar glas u otro baño azucarado. Junto a estas palmeras clásicas, aparece la palmera de chocolate, con crema de cacao o un baño de chocolate blanco. En algunas ciudades de España como Madrid, las palmeras de chocolate son verdaderamente populares, habiéndose convertido en una especialidad con adeptos que peregrinan de establecimiento en establecimiento para probar nuevas y creativas versiones del combo irresistible que es un hojaldre crujiente y exquisito y bañado en goloso chocolate.