La receta perfecta para hacer la famosa tarta Sacher de Viena en casa

Fotografía de la tarta Sacher creada en Viena
La tarta Sacher es la tarta más famosa de Viena, un invento del pastelero Franz Sacher a petición del príncipe Klemens Wenzel von Metternich que ha traspasado fronteras. Te descubrimos la receta completa.
Por Héctor Hernández
25 de septiembre de 2023

Hay tartas que se han popularizado por todo el mundo. Es el caso de la tarta Sacher inventada en el año 1832 por el pastelero Franz Sacher a petición del príncipe Klemens Wenzel von Metternich de Viena para sorprender a sus invitados.

A la vista está que la tarta fue todo un éxito, pues ha llegado hasta nuestros días convertida en un icono de la repostería internacional: aunque se desconoce la receta exacta de aquella primera versión de la tarta Sacher, seguro que la que te ofrecemos aquí debajo está como mínimo tan buena como la que se preparaba hace ya cerca de 200 años.

Cómo hacer la tarta Sacher, la tarta más famosa de Viena

La tarta Sacher requiere tiempo y paciencia, no es una tarta que se pueda hacer en unos minutos. ¡No todo podía ser tan sencillo! Hay que hacer varias elaboraciones por separado, en algunos casos dejarlas reposar y hay que congelar la tarta antes de darle la cobertura final de chocolate. Claro que aquí estamos nosotros para ponerte las cosas más fáciles y enseñarte los trucos necesarios para que el aspecto final sea todo lo espectacular que cabría esperar en una tarta Sacher. Presta atención a nuestra receta completa de la tarta Sacher y prepara en casa una de las tartas más famosas del mundo.

Presentación final de la Tarta Sacher

Receta de la tarta tarta Sacher

Ingredientes

Para el bizcocho:

  • 6 huevos (tamaño L)
  • 120 g de harina
  • 180 g de azúcar
  • 100 g de mantequilla
  • 100 g de chocolate de repostería 70% cacao
  • 1 cucharadita de cognac o brandy
  • 1 sobre de levadura química

Para la ganache:

  • 200 g de chocolate de repostería 70% cacao
  • 175 g de nata para montar
  • 1 cucharada de azúcar

Para la cobertura:

  • 300 g de chocolate de repostería 70% cacao
  • 200 g de mantequilla

Para el relleno:

  • Mermelada de albaricoque

Paso a paso

  1. Para la ganache de chocolate, calienta la nata con una cucharada de azúcar. Sin que llegue a hervir, añade el chocolate. Bate bien sin meter aire en la mezcla y reserva en la nevera hasta el día siguiente.
  2. Para la masa de bizcocho, calienta al baño María el chocolate para que se derrita, añade la mantequilla que se derretirá con el mismo calor del chocolate y después añade la cucharadita de brandy.
  3. Pon en un bol las yemas de huevo y añade la mitad del azúcar necesario para el bizcocho (90 g). Bate hasta que las yemas se clareen y queden semimontadas y cremosas.
  4. Bate las claras a punto de nieve en otro bol. Lo mejor es hacerlo con una batidora eléctrica para evitar que las claras bajen, pero puedes hacerlo a mano.
  5. Une la mezcla de las yemas con las claras a punto de nieve en un bol, ayúdate de una espátula y usa movimientos envolventes para evitar que la mezcla baje. Después añade la harina tamizada y la levadura poco a poco sin dejar de realizar movimientos envolventes.
  6. Añade poco a poco el chocolate en hilo mezclado con mantequilla y brandy mientras sigues mezclando todo.
  7. Con la masa, lista, divídela en dos moldes y mételos al horno precalentado a 180 ºC durante 20-25 minutos. Una vez listo deja el bizcocho enfriar.
  8. Para la crema de trufa, pon en un bol la ganache de chocolate preparada el día anterior y añade un poco de nata montada hecha al momento. Mezcla bien y reserva la mezcla tapada en el frigorífico.
  9. Para montar la tarta, coloca una plancha de bizcocho y extiende mermelada de albaricoque por encima. Pon encima la segunda capa de bizcocho y cubre todo con una capa de crema de trufa para sellar la tarta, que quede lo más igualada posible para que sea más sencillo darle el baño final de chocolate. Mete la tarta en el congelador dos o tres horas hasta que se congele.
  10. Pasado el tiempo, derrite chocolate al baño María, añade la mantequilla y mezcla bien sin meter aire en la mezcla. Es necesario que la mezcla esté caliente y líquida antes de bañar a tarta.
  11. Saca la tarta del congelador, colócala sobre una rejilla con una bandeja de horno debajo y vierte la cobertura de chocolate sobre la tarta congelada. Ayúdate de una espátula para evitar el exceso de cobertura y repartirla bien por toda la tarta. Es importarte tocar lo mínimo para que la tarta quede lo más lisa posible. Una vez hecho, colocamos la tarta en un plato y dejamos enfriar la cobertura poniéndola un par de horas más en la nevera.