Tónica Fever-Tree, la revolución del gin-tonic

Copa de Fever-Tree con lima
Fever-Tree
En 2005 Charles Rolls y Tim Warrillow crearon Fever-Tree. Su idea era revolucionar el mundo de los combinados y especialmente el de los gin tonics: lo consiguieron.
Por Toni Castillo
04 de octubre de 2019

El Gin Tonic como combinado vive días de gloria, y en esa revolución hay un protagonista especial, la tónica Fever-Tree. Considerada como la primera tónica premium y precursora de todo lo que vendría después, apareció en el año 2005 de la mano de Charles Rolls y Tim Warrillow. El primero londinense, ingeniero, hombre de negocios y antiguo Director General de Plymouth Gin, mítica destilería de Inglaterra que fue capaz de revivir. La otra mitad también londinense, licenciado en Dirección y Administración de Empresas, antiguo Director de Cuentas de una importante agencia de publicidad.

En su primer encuentro en 2003, en un pub cercano a Sloane Square, hubo química. No montaron una destilería como Tim pretendía, pero sí encontraron un punto común sobre el que orbitar: Schweppes era la única tónica del mercado, y desde luego no era la mejor posible al enmascarar los sabores del destilado (como ellos mismos explican, añaden conservantes como el benzoato de sodio o edulcorantes como la sacarina artificial, provocando que todas las ginebras tengan el mismo sabor, y no tenía ningún sentido mezclar todo tipo de ginebras premium con un producto comercial producido en masa que ponía en todo el mismo sabor), por lo que pocas semanas después y tras buscar información en la Biblioteca Británica emprendieron un exótico viaje en busca de botánicos, productos naturales y frescos que respetaran el sabor original del destilado.

Tim Warrillow buscando jengibre de Cochín para Fever-TreeFever-Tree

En primer lugar la quinina, ingrediente fundamental de una tónica, para lo que hubo que buscar el árbol de la fiebre o fever tree en la problemática frontera del Congo Oriental y Ruanda (el mismo Charles afirma que la quinina le salvó la vida cuando contrajo la malaria en un viaje por el continente africano). Allí se obtiene por métodos tradicionales una de las consideradas mejores quininas naturales que existen en el mundo. De allí a Tanzania en busca de naranjas amargas, a Costa de Marfil en busca de jenjibre verde, a Nigeria a por más jenjibre o a India a por jengibre de cochín, a Sicilia en busca de extractos de limón de las laderas del Etna obtenido mediante el método sfumatrice, tomillo y romero de las costas mediterráneas, flores de saúco de Inglaterra: un conjunto final de agua de manantial y 8 botánicos naturales obtenidos de todas partes con el único objetivo de no enmascarar y sí potenciar todo el sabor del destilado.

Servicio de una tónica Fever-TreeFever-Tree

18 meses después aparecían las primeras botellas de Fever-Tree, que desde el comienzo llamaron la atención de todo el sector de bebidas. Los fabricantes de ginebras y la crítica gastronómica quedaron encantados con la idea, que pronto estuvo presente en bares y pubs de alto standing. Completando la ecuación del éxito, Ferràn Adrià introdujo la bebida en 2006 en su mítico restaurante elBulli: lo que inicialmente fue un regalo de su amigo Richard Hamilton no tardó en convertirse en una sopa de agua tónica en la que Adrià aprovechaba la fina burbuja de la tónica y su característico aroma y sabor. Poco después llegaría la llamada de inversionistas dispuestos a financiar la expansión de esta revolución en la copa. En la actualidad, Fever-Tree cotiza en el mercado AIM desde el año 2014, ha visto crecer el precio de sus acciones exponencialmente y existe una tremenda demanda que sus propietarios han sabido rentabilizar con la venta de acciones. Una compañía con un ascenso meteórico capaz de revolucionar por completo el mundo del Gin Tonic.

Fever-Tree ofrece unas burbujas pequeñas, finas y perfecamente integradas que resultan en una delicada textura perfecta para ensalzar el sabor y aroma de los destilados con los que se emplea. Su formato en botella de cristal ayuda a preservar de la mejor forma posible sus ingredientes, manteniendo el carbónico y el frescor, aunque tambien existe un formato lata.