¡Reivindiquemos el desayuno español, tan singular o más que el americano, el británico o el francés! Nadie duda que un croissant de vez en cuando no hace daño, que los huevos con bacon te pueden salvar una mañana de agosto en el buffet libre de cualquier resort de playa o que un pretzel callejero en Times Square te saca del apuro, pero el auténtico desayuno es el nuestro, el español. Ni brunch ni leches.
¿Quién no disfruta empezando el día con unos churros con chocolate clásicos donde los haya? Puedes hacer tu propia mantequilla casera; aprovecharla para elaborar unos bollos de mantequilla de Bilbao o unos sobaos pasiegos cántabros; plantarla sobre unas galletas María salidas de tu propio horno o combinarla en una rebanada de pan con tomate. Si te animas con el salado, nada te impide empezar el día con unos huevos a la flamenca del desayuno típico andaluz, darle caña a unas migas extremeñas o empujarte una buena rebanada de pan de pueblo con manteca colorá y zurrapa típica en todo el sur de la península, que te da la energía que necesitas tú y cuatro personas más para el día entero.
Unas ensaimadas mallorquinas, unos fartons valencianos, las torrijas de siempre… ¡Las opciones son infinitas! Prepara el mejor desayuno del mundo con esta colección de recetas explicadas paso a paso con las que el éxito está asegurado. Te aseguramos que nadie se quedará en la cama.