Peperoncino, la clave picante de la cocina italiana

Primer plano de unos peperoncini secados al sol
Pese a que la cocina italiana no apuesta normalmente por el picante, el sabor del peperoncino resulta fundamental en algunos de sus platos más conocidos.
Por Alfredo Álamo
27 de octubre de 2016

El peperoncino es la variedad de pimiento picante, chili, más extendida en Italia. Se considera que llegó al país transalpino durante el siglo XVI, aunque no pasó a utilizarse para la cocina hasta varias décadas más tarde. Los pimientos picantes ya eran conocidos por los mercaderes italianos que frecuentaban Asia, pero se consideraba que su uso podía llegar a ser venenoso.

Finalmente, el sabor del peperoncino se impuso a los miedos y pronto comenzaron a aparecer recetas que aprovechaban su intenso sabor, aunque siempre con moderación. La variedad de los peperoncinos es grande, así como su nivel de picante. Se dice que los más fuertes de Italia son los de la región de Calabria, donde es costumbre secarlos al sol para luego consumirlos fritos, como base para salsas o en polvo.

El peperoncino es un complemento perfecto para dar más sabor a salsas clásicas con base de tomate, pero también es el ingrediente principal en otras recetas, de entre las que habría que destacar la arrabbiata, donde se usa una mezcla de ajo y peperoncino para preparar un aceite picante y lleno de sabor con el que servir la pasta.

En la ciudad calabresa de Diamante se celebra cada año el Festival del Peperoncino, donde acuden miles de visitantes en septiembre para disfrutar de la cocina local más picante, además de para participar en su famoso concurso de comer peperoncinos, solo para los más valientes.

El término peperoncino también se puede utilizar para referirse al friariello, un pimiento de color amarillo verdoso que se cultiva principalmente en la Campania y que se caracteriza por su sabor dulce y falta de picante. Se suelen freír y se comen bien solos, con patatas o como guarnición de carnes y pescados.