El papelón forma parte de la gastronomía de países en los que el cultivo de la caña de azúcar se ha convertido en tradición. En Venezuela es muy típico, aunque también podemos encontrarlo en otros lugares cercanos, como Argentina, Chile, Perú, Colombia, Costa Rica, Cuba… recibiendo nombres como panela, raspadura, tapa de dulce o rapadura. En España recibe el nombre de piloncillo y en otros lugares más remotos, como la India o Pakistán, es llamado jaggery.
Pero, ¿qué es este papelón tan dulce? Bien, el papelón, o panela, se consigue a partir del jugo de la caña de azúcar, que se cuece hasta conseguir una melaza densa y jugosa que se deja secar más tarde sobre unos moldes rectangulares. Ahí es donde se enfría y adquiere una textura mucho más sólida. Este proceso da trabajo a miles de personas en toda América Latina, ya que es un producto muy popular.

El papelón se usa sobre todo en la elaboración de postres y dulces, ya que es una manera tradicional de añadir el toque dulce sin necesidad de acudir al azúcar refinado. Se suele raspar sobre el plato que estemos preparando, de ahí su nombre de raspadura. También se comercializa triturado como edulcorante, normalmente con el nombre de panela, más que de raspadura o papelón.

Otro de los usos de la panela es para preparar bebidas dulces, la aguapanela o el papelón con limón, muy típico en Venezuela. El proceso para conseguir este refresco consiste en disolver la panela en agua hirviendo. Al resultado se le añade zumo de limón al gusto. Si se deja fermentar esta agua, obtendremos el guarapo, que tiene un cierto contenido alcohólico.