Miel natural: qué es, propiedades, beneficios y usos en la cocina

Miel natural servida con un palito mielero
La miel ha sido usada durante siglos como endulzante natural. Te contamos qué es la miel, que propiedades y beneficios tiene la miel para la salud, sus contraindicaciones o cómo tomar miel en la cocina.
Por Héctor Hernández
03 de enero de 2023

La miel es un alimento usado desde la edad de piedra, cuando apenas se sabía controlar las abejas y enjambres. Actualmente, ocupa un lugar especial en el sector alimentario por sus propiedades energéticas y por ser un endulzante natural. Europa es el segundo productor por detrás de China, y España se encuentra a la cabeza de la producción de miel en la Unión Europea. No en vano este apreciado alimento se ha convertido en una delicatessen gastronómica muy demandada. Te lo contamos todo acerca de este endulzante natural: qué es, cuáles son sus valores nutricionales, que beneficios tiene su consumo para nuestro organismo, que debemos tener en cuenta también para evitar efectos secundarios o como puedes incorporarlo en una dieta sana y equilibrada a través de recetas caseras con miel deliciosas.

¿Qué es la miel natural?

La miel es luna sustancia dulce y azucarada obtenida de la recolección del néctar de las plantas que hacen las abejas en sus colmenas. Cuando hablamos de miel natural nos referimos a la sustancia viscosa y dulce que no tiene ningún tipo de añadido y que no ha sido sometida a ningún proceso industrial ni calentada por encima de 43 grados. De lo contrario, si el producto es expuesto a alguna de estas técnicas, hablamos de miel pasteurizada. El proceso de pasteurización evita que la melaza se cristalice y reduce su calidad, por lo que la miel natural y sin procesar es mejor.

Se trata de una sustancia de reacción ácida y 1,4 veces más pesada que el agua. De hecho, tiene hasta un 20% de humedad, lo que la convierte en una solución de azúcares y agua. Su tipología y color varían según la procedencia de la flor o arbusto del que provenga y de la recolección. Por ejemplo, la miel de primavera se produce a finales de mayo, la miel principal, entre junio y julio, y la miel tardía, entre agosto y septiembre. Algunas personas tienden a pensar que si la miel está cristalizada es porque está vieja o adulterada, pero nada más lejos de la realidad. La cristalización es un proceso completamente natural y es la garantía de que el producto no se ha procesado térmicamente, manteniendo sus propiedades naturales.

Es ideal con tontadas en el desayuno

Valores nutricionales de la miel

Como veremos con detalle, la miel posee un interesante perfil nutricional, aunque cabe considerar que existen numerosas variedades y tipos y que la composición nutricional de cada una de ellas dependerá de la forma en la que se produzca. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la composición de este alimento por cada 100 g de producto es la siguiente:

  • 314 kcal
  • 0,5 g de proteínas
  • 78 g de carbohidratos
  • 17 g de azúcar
  • 21,5 g de agua
  • 5 mg de calcio
  • 0,4 mg de hierro
  • 2 mg de magnesio
  • 0,9 mg de de zinc
  • 11 mg de sodio
  • 51 mg de potasio
  • 17 mg de fósforo
  • 1 μg de selenio
  • 0,01 mg de tiamina
  • 0,04 mg de riboflavina
  • 0,2 mg de equivalentes a la niacina

Propiedades y beneficios de la miel

A continuación, te explicamos algunas de estas propiedades y los beneficios de este gran producto:

Posee una gran cantidad de nutrientes

El contenido nutricional de la miel es rico como hemos visto en una buena cantidad de nutrientes esenciales para nuestro organismo, convirtiéndose en un alimento de alto contenido energético. Su néctar posee calorías, azúcares, antioxidantes o minerales que, como veremos a continuación, podrían tener diferentes beneficios en nuestro organismo. Se suman a su composición ácidos orgánicos como como el ácido cítrico, el ácido láctico o el ácido fosfórico, ácido fólico o alrededor de la mitad de los aminoácidos esenciales. En conjunto, la miel se convierte en un alimento ideal para incorporarlo a nuestra dieta.

Es una gran fuente de energía

Una de las principales propiedades de miel es la gran cantidad de energía que es capaz de aportar a nuestro organismo gracias a su contenido en hidratos de carbono simples, especiármele azúcares como la glucosa y fructosa fácilmente asimilables por el cuerpo, pero también otros azúcares complejos como la sacarosa, la isomaltosa o la maltosa que liberan energía de forma más lenta y constante. Esta composición nutricional lo hace recomendable para estudiantes, deportistas o personas que necesitan más energía por la exigencia de su actividad. La miel es un perfecto sustituto de la cafeína evitando los efectos negativos de este.

Puede regular el azúcar en sangre

Podría parecer contraproducente, pero la miel es un alimento que podría ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre y que de hecho apenas aumentaría su nivel tras su consumo. Lo haría precisamente gracias a su contenido en glucosa y fructosa, o más bien al equilibrio existente entre ambos nutrientes, que favorecerían la producción de glucógeno en el hígado y su distribución al torrente sanguíneo. En cualquier caso, cabe recordar que no se recomienda el consumo de miel a personas diabéticas o al menos no sin tras consultar previamente con un médico especialista

Es un endulzante natural mejor que el azúcar

Históricamente la miel ha sido el ingrediente estrella para endulzar alimentos y hoy en día es una alternativa más sana y saludable que el azúcar. Además, a ese poder endulzante se suma su capacidad para potenciar el sabor de los alimentos con los que se combina. En cualquier caso, las personas diabéticas y sensibles al azúcar en sangre siempre deben consultar con un especialista antes de consumirla.

Es una sustancia que resulta del trabajo de las abejas

Es antioxidante

Gracias al contenido de la miel en compuestos fenólicos, flavonoides y fenoles, enzimas o ácidos orgánicos se podría decir que se trata de un alimento con supuestos efectos antioxidantes, reduciendo el riesgo de padecer otras afecciones. Sus efectos serían apreciables en el sistema cardiovascular y en órganos como el corazón o los vasos sanguíneos ayudando a regular la presión arterial y a evitar ataques cardíacos, lesiones cerebrovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer.

Aliada contra la presión arterial

Esos flavonoides que promueven el efecto antioxidante de la miel son los mismos que podrían ayudar a prevenir otras muchas enfermedades cardiacas. A los flavonoides y fenoles se suman en este sentido otros componentes de la misma familia como la quercetina, el éster fenetílico del ácido cafeico (CAPE), la acacetina, el kaempferol o la galangina. Toda esa bomba de compuestos fenólicos mejoraría la vasodilatación, evitaría la coagulación de plaquetas y prevendría la oxidaciónde las lipoproteínas de baja densidad (LDL).

Reduce los niveles de colesterol malo

Otro de los supuestos beneficios de la miel es su capacidad para reducir los niveles de colesterol LDL, conocido popularmente como colesterol malo. Este tipo de colesterol es un factor de riesgo a tener en cuenta en enfermedades cardiacas al acumularse en las arterias y fomentando la atereoesclerosis. Su ingesta podría ayudar a aumentar a su vez los niveles del llamado colesterol bueno o HDL. También podría beneficiar nuestros niveles de triglicéridos, otro tipo de grasa presente en los azúcares que podría influir negativamente en nuestro organismo y que por suerte está menos presente en la composición de la miel

Ayuda al cuidado de la piel y el tratamiento de heridas, quemaduras y úlceras

Uno de los más reconocidos beneficios de la miel es su capacidad para cuidar la piel, motivo por el cual es un recurso habitual de la industria cosmética. Las propiedades antibacterianas, antisépticas, antifúngicas y antiinflamatorias de la miel son reconocidas desde hace siglos. Se ha utilizado desde tiempos inmemoriales para el tratamiento de heridas, quemaduras, úlceras y otras lesiones de la piel como hemorroides, herpes o psoriasis mediante su aplicación tópica. Hoy sabemos que estas propiedades están relacionadas con la enzima glucosa-oxidasa, el ácido glucónico y peróxido de hidrógeno que se libera gracias a ellos, capaz de prevenir el crecimiento de microorganismos gracias a su capacidad de reducir el pH de la piel.

Ayuda a conciliar el sueño y combatir el estrés

La miel contiene glucosa, lo que ayuda a regular los niveles de insulina en el cuerpo y a promover la liberación de la hormona llamada melatonina encargada de regular el sueño. También favorece como hemos visto la producción de glucógeno, lo que mantendrá nuestro cerebro en un estado óptimo para el descanso y contiene llamado triptófano, que el cuerpo utiliza para producir serotonina, otra hormona relajante. Por ese motivo es un alimento que se recomienda consumir antes de dormir, estimulando la relajación y el sueño, regulando el ritmo cardiaco. Además, se suele recomendar su consumo en casos de estrés tanto físico como emocional ya que la energía que aporta a nuestro cuerpo favorece la producción deadrenalina y cortisol.

Es eficaz contra el estreñimiento y bueno para el sistema digestivo

La miel posee propiedades laxantes moderadas que pueden ayudar a mejorar el funcionamiento de nuestro sistema digestivo. Entre sus componentes encontramos fructooligosacáridos (FOS), un tipo de fibra soluble beneficiosa para las bacterias de nuestro intestino encargadas de procesar los residuos. Además, sus características antimicrobianas podrán ayudar a mantener una correcta flora intestinal con sus propiedades prebióticas favoreciendo el proceso digestivo librándonos de molestias estomacales.

Ayuda a quitar la tos

Es habitual tomar una cucharada de miel para tratar dolencias respiratorias como tos o dolor de garganta. La miel es uno de esos remedios médicos caseros y naturales utilizado desde hace milenos para este tipo de afecciones, convirtiendo en un buen aliado frente a resfriado o catarros. Parte de sus efectos positivos en este sentido podría encontrarse en su contenido en acetil cisteína, un compuesto que ayudaría a lubricar y calmar la garganta, a lo que sumar sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias y su capacidad para actuar como expectorante natural.

Contraindicaciones de la miel: ¿Cuándo no deberías tomar miel?

La gran cantidad de calorías de la miel es un problema en personas con sobrepeso, como lo puede ser también su alto nivel de azúcares para personas con diabetes. también cabe prestar atención a posibles alergias y evitar el consumo de miel en niños menores de un año ya que podría acusar bolutismo. Vemos todas las contraindicaciones de la miel natural a continuación.

Ideal para endulzar bebidas

Contraindicada para personas con sobrepeso

La miel es una fuente de calorías y puede contribuir al aumento de peso y a la obesidad, problemas de salud acuciantes en todo el mundo relacionados con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer. Es importante hablar con un médico antes de incluir la miel en la dieta, especialmente si se padece sobrepeso se siguen dietas de pérdida de peso.

Desaconsejada para personas diabéticas

Aunque en ciertos episodios pueda ser un aliado, de primeras cabe desaconsejar el consumo de miel si se padece diabetes y problemas de azúcar. Es una fuente de azúcares con diferente grado de absorción que si no se controla de forma adecuada puede tener efectos contraproducentes al elevar el índice glucémico.

Cuidado con la alergia a la miel... y al polen

Aunque son casos inusuales, existen personas con alergia a la miel o a algunos de sus componentes como las proteínas del polen. Los síntomas son los habituales y pueden variar desde síntomas leves como rinitis, ojos llorosos, estornudos y comezón en la boca a síntomas más graves, como hinchazón de la lengua, dificultad para respirar e incluso un shock anafiláctico. Como siempre, es importante consultar con un médico en estos casos.

Podría causar bolutismo en menores de 1 año

El consumo de miel implica algunos riesgos, entre los que se podría encontrar la presencia de la bacteria Clostridium botulinum, responsable del bolutismo, una bacteria para lo cual el sistema inmune de los bebés aun no está preparada. Esta toxina puede causar síntomas leves, como diarrea y vómitos, o síntomas graves, como parálisis y problemas respiratorios.

Cómo tomar miel: Usos en la cocina

La manera predilecta más común de comer la miel es sola, untada directamente sobre panes o galletas. Una deliciosa tostada con miel natural por la mañana puede ayudar a empezar el día con vitalidad. Además, una de las magníficas cosas de este manjar es que es el único alimento natural que no caduca, por lo que se puede guardar en un tarro para infinititas recetas, en la despensa o en la nevera.

También se puede decir que su principal uso gastronómico está en la repostería, puesto que sirve para mejorar el sabor de dulces, tartas, panes y helados o para preparar unas deliciosas galletas de miel y canela. Se emplea como endulzante en múltiples recetas con miel y como aditivo para diferentes bebidas, como el té o hasta para cocteles. De hecho, es el ingrediente principal del hidromiel, una bebida fermentada a base de miel y agua, precursora de la cerveza.

En ensaladas, queda muy bien como parte de la vinagreta, por ejemplo, combinándola con aceite de oliva y vinagre balsámico, o también para caramelizar frutos secos tostados y mezclarlos con vegetales frescos como lechuga y tomate. Igualmente, otorga un toque especial a diferentes salsas que se pueden agregar a asados de carne, pollo al estilo oriental, pescados marinados y a vegetales como calabazas, pimientos y zanahorias.

Con tantas opciones de disfrute de este manjar y por sus propiedades que revitalizan y mejoran el ánimo, parece que la miel seguirá en el mundo gastronómico durante muchos siglos más, siendo la favorita para dar energía, calmar la tos o los dolores de garganta y preparar los postres más sabrosos.