La centenaria sociedad de socorro mutuo Montepío del Arrabal, en Palma de Mallorca, se ha convertido en una cantina que recupera el espíritu del barrio de pescadores de Santa Catalina y el de uno de sus vecinos más ilustres: Miguel Bonet Oliver, el patrón Lunares. Un carismático marinero y pescador de barcas de arrastre que lo apodoran Lunares porque tenía la piel llena de ellos.
Fotografía cortesía de Patrón Lunares.¿El artífice de esta renovación? Javier Bonet, su nieto. Este cocinero, empresario y consultor gastronómico, no sólo ha querido rescatar la figura del padre de su padre, sino que le ha querido rendir homenaje a través del restaurante Patrón Lunares.
Entre columnas de hierro y carpinterías de madera, este edificio industrial de finales del siglo XIX mantiene algunos de los tesoros de antaño como su puerta, las baldosas esmaltadas en verde, la sillería de marés (piedra arenisca del lugar) que estaba escondida bajo capas y capas de pintura... A partir de ahí, Javier y sus socios, han reinterpretado el espacio para plasmar el ambiente del barrio y el universo de la pesca. ¿La clave para conseguir esta hazaña? El orden desorden en la decoración. Es decir, mezclar, mezclar y sólo mezclar. Desde objetos procedentes del propio local como el piano; piezas propias de los familiares del negocio como los barcos de vela del patrón Lunares o su libro de coordenadas; y tesoros pertenecientes a amigos, vecinos y marineros del barrio ya retirados que han querido donar a la causa decorativa.
Fotografía cortesía de Patrón Lunares.En esta cantina, con pinceladas aquí y allá de rojo, azul y blanco, la mar está presenta en cada rincón. Y sino, sólo tienes que echar un vistazo a sus diferentes ambientes aderazados con objetos cedidos por pescadores ya retirados. Por un lado, en la zona junto a las ventanas, parece que ha vuelto aquella vida de barrio y tertulias de antaño entre pescadores gracias a los sofás Chester y los sillones orejeros.
Fotografía cortesía de Patrón Lunares.Después, en la zona central del comedor, verás el mundo marinero en pleno esplendor gracias a pequeños guiños como las patas de las mesas que simulan quillas de los barcos, la bancada envuelta con la tradicional tela de llengos mallorquina, faros de barcos y cestas de pesca como lámparas y una pequeña biblioteca al fondo con un diván de pescador en su parte superior.
Una galería de retratos, pintados por el ilustrador gráfico Joan Chito, entre los que se encuentra la saga Lunares, el patrón, su hijo y el último eslabón, Javier, enmarca la sala. Y en las mesas, piezas de la original vajilla hecha a mano en una ollería de Pòrtol con más de doscientos años de historia.
Fotografía cortesía de Patrón Lunares.Ya en el reservado, que era el antiguo despacho del director del Montepío, verás una colección privada de fotografías de Don Juan de Borbón durante sus jornadas en el mar y un maravilloso libro de coordenadas de pesca elaborado, de forma artesanal, por el propio Patrón Lunares.
Fotografía cortesía de Patrón Lunares.Ahí no queda la cosa. Llegamos a la zona de las barras, con la propiamente dicha que se inspira en un dique marinero, hecha en hormigón, y la fría, presidida por la gran barra de azulejos esmaltada en verde destinada al mejor pescado y marisco a modo de tradicional lonja.
La carta es una hoja de ruta de las recetas que se hacían a bordo, como los arroces y los fideos, en las barcas de bou (la de pescadores). No te pierdas el pulpo a la brasa con encurtidos y yuca, el bogavante frito con huevo y patatas, los mejillones Bloody Mary o escoge entre los pescados del día. Son sólo algunos de los manjares que te esperan si estás dispuesto a un viaje marítimo por tierra.
Fotografía cortesía de Patrón Lunares.Patrón Lunares
Calle de la Fàbrica, 3007013 Palma (Illes Balears)
971577154
www.patronlunares.com
Mediterránea
25€-50€