Hacer pasta fresca en casa es más fácil de lo que parece (y si tienes una máquina para estirar y cortar pasta, ¡más aún!). En la lista de ingredientes verás que uno de ellos es la semola rimacinata, una especie de harina de trigo duro, de molienda más gruesa y color amarillento, que se utiliza normalmente para panes, pasta, focaccia, etc. Si no tienes acceso a este producto –no es del todo fácil encontrarlo en España– puedes sustituirlo por harina común. Puedes utilizar esta receta para hacer pasta larga, corta o rellena. Si no la vas a consumir toda en el momento, puedes congelarla en pequeñas cantidades y sin apelmazar.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 45 minutos
- Tiempo de cocinado: 3 minutos
- Tiempo total: 50 minutos
- Raciones: 3
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías por ración (kcal): 342
Ingredientes de la pasta fresca casera para 3 personas
- 300 g de semola rimacinata (en su defecto, harina común)
- 1 cucharadita de sal fina
- 3 huevos medianos

Cómo hacer pasta fresca casera
Para hacer la pasta fresca en casa comenzamos mezclando 300 g de semola rimacinata con 1 cucharadita de sal fina. Podemos hacerlo en un bol o directamente sobre la encimera. Una vez mezclado, hacemos un hueco en el centro y vertemos los tres huevos. Es preferible romperlos en un recipiente aparte primero, por si se desprendiera algún trozo de cáscara.

Batimos con las manos limpias o con un tenedor los huevos y vamos incorporando la sémola a la mezcla, poco a poco.

Una vez esté el huevo integrado, en caso de que estemos utilizando un bol, vertemos la masa en la encimera. Amasamos hasta obtener un bollo liso y suave. Lo dejamos reposar durante 15 minutos tapado con un trapo para que no se seque en exceso.

Una vez transcurrido ese tiempo, esparcimos un poco de sémola o harina por la encimera para poder trabajar la masa sin que se pegue. Cogemos un tercio, o la mitad de la masa, y la estiramos hasta que tenga aproximadamente 1 mm de espesor y sea rectangular.

Enrollamos la masa de un lado y del otro hacia el centro sin ejercer presión. Cortamos tiras –tan finas como queramos nuestra pasta– y desenrollamos.

Repetimos este proceso con toda la masa, y ya tendremos nuestra pasta fresca lista para usar.
Para utilizar la pasta fresca casera, cocer del mismo modo que la pasta seca: en abundante agua con sal hirviendo. El tiempo dependerá del grosor de la pasta, es preferible ir probando para sacarla al dente.

Resumen fácil de preparación
- Mezclar la sémola con la sal, hacer un hueco en el centro y verter en él los huevos
- Batir los huevos e ir incorporando sémola a la mezcla
- Amasar sobre la encimera hasta obtener un masa lisa y dejar reposar durante 15 minutos tapada
- Estirar una parte de la masa, con forma rectangular hasta que tenga 1 mm de espesor aproximadamente
- Enrollar los dos lados hacia el centro, cortar tiras finas y desenrollar
- Repetir este proceso con toda la masa. Para utilizar cocer en abundante agua con sal