Las bebidas vegetales, popularmente llamadas «leche» por su aspecto similar a las de origen animal, han ido ganado mucho protagonismo en los estantes de los supermercados. Ya sea por su perfil nutricional, por necesidades dietéticas o simplemente por reducir el consumo de lácteos, son una opción a tener muy en cuenta.

Unas veces por falta de tiempo y otras por desconocimiento, no se nos ocurre preparar bebidas vegetales en casa, pero la verdad es que son muy sencillas de hacer y su versión casera ofrece muchas ventajas: controlamos la calidad de los ingredientes, sale más económica y ahorramos en envases desechables. La única precaución que debemos observar es no hacer más cantidad que la que vayamos a tomar en dos o tres días, y conservarla refrigerada, pues al no llevar aditivos dura poco tiempo.
La leche de almendras que os presentamos hoy se puede hacer tanto con almendras con piel o sin piel. Esta es la receta básica: sólo almendras y agua, pero la podemos endulzar al tiempo que la preparamos triturando junto con las almendras un par de dátiles sin hueso, o añadiendo azúcar, panela, sirope… También podemos condimentarla con una pizca de vainilla o canela, realzar su sabor con un pellizco de sal, agregarle cacao en polvo… las combinaciones son muchas y todas buenas.

¡La pulpa sobrante de la almendra no se tira! Se puede utilizar de mil maneras: tal cual como acompañamiento en un yogur o un plato de pasta, se puede agregar a una salsa, a un guiso o potaje… Si no la vamos a usar en los próximos días, para evitar que se eche a perder la podemos congelar en porciones o secarla en el horno a temperatura suave y obtendremos una estupenda harina de almendra para elaborar bizcochos o galletas.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo total: 5 minutos (más 8 horas de remojo)
- Raciones: 4
- Categoría: bebida
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 68
Ingredientes de la leche de almendras para 4 personas
- 150 g de almendras crudas
- 800 ml de agua

Cómo hacer leche de almendras
Comenzamos poniendo 150 g de almendras en un bol y cubriéndolas de agua. Las dejamos a remojo para que se hidraten bien: con 6-8 horas bastaría, pero lo más cómodo es ponerlas por la noche y continuar con la receta a la mañana siguiente.

Una vez bien remojadas las almendras, las escurrimos y las enjuagamos bajo el grifo de agua fría. Si tienen piel y queremos retirarla, este es el momento: frotándolas unas contra otras entre las manos se irá desprendiendo. Sin embargo, esto no es necesario ya que vamos a filtrar la leche y la piel tampoco afecta a su color.

Ponemos en la jarra o vaso de la batidora las almendras y 800 ml de agua.

Trituramos el conjunto hasta que las almendras estén totalmente diluidas en el agua.

Colamos el líquido resultante con ayuda de una bolsa especial para este fin, una gasa o simplemente un trapo de cocina de algodón bien limpio.

Estrujamos bien el trapo para extraer toda el agua.

Ya podemos pasar a una jarra o botella nuestra leche de almendras y disfrutarla sola o en el café, en batidos, con miel, con cacao… Si no la consumimos al momento, debemos guardarla en la nevera donde aguantará alrededor de 3 días.


Resumen fácil de preparación
- Ponemos las almendras a remojo en agua durante 6-8 horas
- Escurrimos las almendras y las lavamos bajo el grifo
- Ponemos en la jarra o vaso de la batidora las almendras y el agua indicada en la receta
- Trituramos todo muy bien
- Colamos el líquido con una tela
- Estrujamos
- Servimos nuestra leche de almendras o la conservamos en la nevera