Castilla y León suma hasta tres nuevas estrellas Michelin en la guía 2021. Los restaurantes agraciados han sido Ambivium, situado en la vallisoletana localidad de Peñafiel, en las instalaciones de la bodega Pago de Carraovejas, En La Parra, proyecto salmantino liderado por Rocío Parra y Alberto Rodríguez que se convierte en la segunda estrella de la ciudad y Mu·Na del chef Samuel Naveira junto a Génesis Cardona como responsable de sala en Ponferrada, la primera estrella en la zona del Bierzo.
Con esto el balance total de restaurantes con estrellas sube desde 11 hasta 13, pues se debe contar con la estrella perdida por Cobo Vintage, proyecto que ha cambiado de ubicación remodelando su concepto y que por decisión de los inspectores no se incluye en la nueva edición de la guía.
Restaurantes de Castilla y León con una estrella Michelin 2021
Ambivium, Peñafiel (Valladolid) (Novedad)
Ambivium pretende rendir un homenaje al vino y la gastronomía, y lo consigue con creces. El restaurante, situado en la bodega Pago de Carraovejas, es un proyecto ambicioso e ilusionante con Pedro Ruiz Aragoneses, CEO de la bodega, como gran impulsor. Una apuesta por la cocina sincera que parte de la memoria pero cargada de investigación en busca de nuevos sabores del terruño de aquí y de allá. Un juego de armonías diferente e innovador, donde la creatividad es manifiesta. Productos de kilometro 0, estacionalidad y entorno son los pilares de este recorrido por los vinos del mundo. David Robledo como director gastronómico, Cristóbal Muñoz como jefe de cocina, Diego González como jefe de sumilleres y Manuel Gimeno como jefe de sala completan un equipo sólido y preparado para el prometedor futuro.
En La Parra, Salamanca (Novedad)
La ciudad de Salamanca suma su segunda estrella Michelin con Rocío Parra como chef (única mujer que recoge como chef una estrella en la edición de este año) y Alberto Rodríguez en sala y sumillería. Esta pareja en todo se trasladó desde León para iniciar un proyecto ilusionante y en 2015 que ve reconocido dodo ese esfuerzo. Producto de temporada en su tiempo óptimo, despensa regional por bandera, tradición y modernidad bien conjugadas… Una de las mesas importantes en la nueva entrega de la guía francesa. En su nombre se encuentra también parte de la clave de su oferta gastronómica, la de los vinos y el maridaje.
Mu·Na, Ponferrada (León) (Novedad)
El nombre del restaurante significa “deseo”, el “anhelo de saciar un gusto”, y eso es justamente lo que pretenden. Samuel Naveira se formó junto a importantes nombres de la cocina hasta que decidió regresar a sus orígenes, tomar el producto local y convertirlo en disfrute para el paladar de todo aquel que se sentara a sus mesas, perfectamente atendidas por Génesis Cardona como jefa de sala. Una visión creativa e innovadora del recetario del Bierzo tradicional que se convierte en una de las tres novedades de la comunidad.
Taller Arzuaga, Valladolid
Taller Arzuaga es una de las 3 bodegas que conforman el triángulo mágico de la restauración más apegada al mundo vinícola, casas nacidas en la ribera del Duero que desde la tradición más apegada al vino han apostado fuerte por la gastronomía. En el caso de Taller Arzuaga y su chef Víctor Gutiérrez la estrella llegó en la anterior edición de la guía, y lo hizo por méritos propios gracias a su excelente propuesta de cocina castellana de vanguardia, usando en muchos casos producto de caza de la finca La Planta, cuna de las bodegas Arzuaga y también influencias de cocina peruana. Amaya Arzuaga en sala y Lucio del Campo a cargo de los vinos se encargan de completar la experiencia en torno a los distintos menús degustación que ofrecen.

Pablo, León
El restaurante Pablo nació en 1975, pero es a partir de 2005 cuando la apuesta por la más alta gastronomía se consolida con el chef Juanjo Losada y la jefa de sala Yolanda Rojo, hija de los fundadores Pablo Rojo y Maruja Ramos, al frente. La idea era la de renovar la cocina tradicional leonesa dando visibilidad a los productos de la región, y vaya si lo han conseguido. En la actualidad están ubicados a escasos metros de la Catedral de León, donde continúan dando rienda suelta a su creatividad y haciendo honor a las raíces de la gastronomía leonesa.
Trigo, Valladolid
Trigo es uno de esos pequeños secretos culinarios ante el que vale la pena detenerse, un gastronómico con una estrella de precio comedido, pero oferta inmensa. El restaurante se encuentra en el mismo centro de la ciudad de Valladolid, desde donde apuesta por la gastronomía española más tradicional aplicando una perspectiva contemporánea con los productos de Castilla y León como grandes protagonistas. La estrella les llegó en 2018 tras algo más de una década de arduo trabajo. Víctor Martín en cocina y Noemi Martínez como sumiller y jefa de sala forman un tándem que garantiza buenos momentos en torno a la mesa.
El Ermitaño, Benavente (Zamora)
Benavente es uno de esos pueblos alejados del bullicio que siempre son refugio, pero más aún cuando ofrecen restaurantes como El Ermitaño, un restaurante de origen familiar que paso de sencillo merendero a alta gastronomía en estado puro. Los encargados de la reconversión fueron los hermanos Pedro y Óscar, quienes tomaron esta casa señorial y aplicaron el sentido común para ofrecer una cocina tradicional pero evolucionada acorde a los tiempos, lo que bien vale una estrella Michelin que han lucido en dos etapas diferentes.
La Lobita, Navaleno (Soria)
En la localidad soriana de Navaleno la chef Elena Lucas ha heredado la tradición gastronómica familiar a través del restaurante La Lobita. Ella es la tercera generación, al mando desde 2001, cuando el cambio se aceleró con ilusión y prudencia aunando tradición e innovación para ofrecer platos que son lienzos del lugar donde los sabores hacen de pinturas. Un entorno de pinares donde la micología juega un importante papel.
Cocinandos, León
La pareja formada por Yolanda León y Juanjo Pérez está al frente de Cocinandos, restaurante ubicado en la histórica Casa del Peregrino junto al Parador-Hostal de San Marcos y donde se parte del producto local para ofrecer una cocina viva y evolucionada que no pierde de vista sus orígenes pero que pone al serio del comensal toda la creatividad y sensibilidad posible. Dos menos degustación sirven como billete a través de este viaje de sabores.

Refectorio, Sardón de Duero (Valladolid)
El hotel Abadía Retuerta LeDomaine en el valle del Duero sirve de escenario para la cocina de Marc Segarra, una cocina contemporánea que no pierde ocasión de usar las líneas clásicas. Una cocina espectacular a la altura del espacio donde se desarrolla con una estrella Michelin desde 2014. En esta edición 2021 ha obtenido la nueva estrella verde Michelin que premia la cocina sostenible y responsable con el medio ambiente.
La Botica, Matapozuelos (Valladolid)
En La Botica de Matapozuelos proponen una vuelta a lo rural con productos humildes que son la esencia de la cocina de la región, una zona castellana de carácter agrícola donde los huertos, humedales, campos de vid, riberas de ríos y afluentes y sobre todo pinares toman protagonismo. Los hermanos Alberto de la Cruz en sala y Miguel Ángel y Teodoro de la Cruz en cocina comandan esta casa desde 2002, tiempo en el que han sabido evolucionar y ganarse el brillo que atesoran.
Víctor Gutiérrez, Salamanca
El nombre de Víctor Gutiérrez es sinónimo de fusión culinaria entendida de manera magistral, una concepción singular sobre cómo mezclar la gastronomía de Perú con los productos y hábitos de Salamanca, la tierra donde este chef ha crecido convirtiéndose en toda una referencia. Obtuvo la estrella poco después de su apertura, en el año 2004, y la conserva gracias a su historia narrada a través de sabores en dos menús degustación imperdibles.
Baluarte, Soria
Óscar García Marina ofrece su proyecto más personal en Baluarte, un restaurante inspirado en la cocina tradicional pero que no renuncia a buscar la inspiración en las cocinas del mundo si es necesario. Para ello apuestan de forma decidida por el mejor producto de la zona, por ejemplo los boletus edulis, las trufas, las carnes de la región, los quesos, las verduras y hortalizas de huerta propia o incluso los populares torreznos, aquí convertidos en obra de arte. Reflexión, clarividencia y acertadas combinaciones tanto en los menús degustación como en las distintas jornadas gastronómicas que organizan en torno a los excelentes productos de la zona valen la estrella Michelin desde 2016.