La caballa o verdel es un pescado azul perteneciente a la familia de los escómbridos, Scomber scombrus si acudimos a su denominación latina. Dicha especie se puede encontrar en abundancia tanto en el océano Atlántico como en el mar Mediterráneo. Ya los romanos y cartagineses sabían de su existencia y habitualmente consumían este producto.
Tal era la devoción romana por este pescado, que la ciudad murciana de Escombreras (Cartagena, Murcia), le debe su nombre. Esto es debido a que fue en esta ciudad donde se elaboraba con especial acierto la salsa favorita de la sociedad romana de la época. Esta salsa era conocida como garum, y era el resultado de fermentar pescados azules, entre ellos por supuesto, la tan preciada caballa.
Durante el invierno, la caballa permanece en el fondo del océano ya que no tiene la necesidad de alimentarse, y al mismo tiempo aprovecha la oscuridad del mar para protegerse de otros depredadores. Conforme pasan los meses y la temperatura aumenta, sube a la superficie para, en primer lugar, alimentarse de plancton y diversas algas marinas, y en segundo lugar, para nutrirse de otros pescados como sardinas o pequeñas anchoas.

Además de la ya mencionada Scomber scombrus, encontramos infinidad de variedades de este delicioso pescado azul: por ejemplo, la Scomber australasicus la cual se puede encontrar cerca del Estrecho de Gibraltar; la caballa rechoncha (Rastrelliger brachysoma), abundante en los océanos Pacífico e Índico; o la caballa isleña (Rastrelliger faughni) cuyo hábitat original es la región occidental del océano Pacífico.
En España, la caballa más comercializada es la conocida como caballa común, estornino o verdel. Las cualidades nutricionales suelen ser bastante similares entre unas y otras, cambiando únicamente en lo visual, ya que algunas de estas especies poseen manchas en su parte inferior o vientre y presentan una pigmentación más moteada que las de otras regiones.
Propiedades y beneficios para la salud
Tal y como hemos mencionado anteriormente, la caballa posee multitud de beneficios. Se trata de uno de los pescados azules más ricos en ácidos grasos omega 3, aquellos que contribuyen a reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre. El consumo habitual, ya no solo de la caballa, sino de este grupo de pescados en general, es muy recomendable, dado que disminuye el riesgo de enfermedades de corazón, y regula nuestra salud cardiovascular.

También es un producto muy rico en proteínas y vitaminas, siendo uno de los peces que más vitaminas contiene, como la vitamina B1, B2, B3, B6 y B12. Concretamente, la vitamina B12 se encuentra en abundancia en la caballa, siendo esta vitamina muy importante, ya que nos ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. Además, contribuye a la elaboración del ADN, el material genético presente en todas las células.
Por último, al tratarse la caballa de un pescado graso, posee vitaminas liposolubles, tales como la A, D o E. Estas vitaminas son las encargadas de la absorción y regulación del calcio, el mantenimiento y crecimiento de la piel, o la acción antioxidante, vital para combatir enfermedades degenerativas así como enfermedades cardiovasculares.