En la India es uno de los ingredientes básicos del curry y del garam masala. En Europa o Rusia, no falta en la elaboración de pasteles, panes, bizcochos o incluso licores y cócteles. Y en Oriente Medio, en cambio, le veremos aromatizando infinidad de tés, infusiones y otras bebidas. Te hablamos del cardamomo, una de las semillas de origen asiático más apreciadas, tanto por su uso culinario como por las propiedades saludables que guarda en su interior. Nos dejamos llevar por su embriagador aroma para descubrirlo todo sobre él.
Qué es el cardamomo
El cardamomo (Elettaria cardamomum) es una planta herbácea de tipo perenne que pertenece a la misma familia del jengibre. Tal y como se define en la RAE, “del latín cardamōmum, se trata de una planta medicinal, especie de amomo, con el fruto más pequeño, triangular y correoso, y las semillas esquinadas, aromáticas y de sabor algo picante".
De dicha planta, que crece de forma salvaje en la India y Sri Lanka, se extraen las semillas de cardamomo, que son las que se emplean como ingrediente en gastronomía, y también producto para uso medicinal. Verde claro, mate y ligeramente rasgado por fuera, el grano guarda en su interior unas diminutas perlas de color café, las semillas que concentran todo el sabor y el aroma de esta planta.
Cuando dicha semilla se muele, lo que se obtiene es la especia que después se utiliza en gastronomía como condimento de infinidad de recetas. Ya sea entera o molida, esta semilla posee un inconfundible aroma y un sabor intenso, sofisticado y ligeramente afrutado que nos traslada rápidamente a su lugar de origen, la India.
Es importante saber que existen diferentes variedades o tipos de esta joya culinaria. El más común -y también el más aromático y sabroso- es el cardamomo verde, fácilmente reconocible por su intenso color verde y por la forma más pequeña y alargada de sus vainas en comparación con otras variedades. Cuando estas vainas se limpian, se obtiene el llamado cardamomo blanco, mucho más suave de sabor.

La segunda variedad que podemos encontrar es el negro, cuyas vainas -más grandes que las anteriores- desprenden un aroma y un sabor más fresco, aromático y ligeramente ahumado. Veamos ahora cómo nace y cuál es la historia de esta aromática planta.
El origen asiático del cardamomo
La Elettaria cardamomun tiene su origen en Asia, en concreto en las selvas tropicales del Sur de la India, Sri Lanka, Sumatra y Malasia. Basta con dejarse llevar por su olor para viajar, en un abrir y cerrar de ojos, a estos países, a sus culturas y a sus gastronomías. Pero también a otras naciones de Oriente Medio o América Central, que no tardarían en mostrar su interés por este exótico ingrediente.
Conocer con exactitud cuándo se cultivaron las primeras plantaciones es una tarea compleja. En el mundo de las especias, además, tan proclive a estar envuelto de leyendas, fábulas y alusiones históricas, no podía faltar el cardamomo. Algunas de ellas sitúan su origen en el año 700 en la India meridional, desde donde partiría rumbo a Europa a través de las famosas rutas comerciales. Sea como sea, lo cierto es que el conocimiento, el cultivo y el uso gastronómico y terapéutico de esta planta lleva acompañando al ser humano desde tiempos inmemoriales, conservándose hasta nuestros días.
Si hablamos del éxito internacional cosechado por esta planta, no podemos obviar el importante papel de Guatemala como país productor. Según los datos aportados por el ‘Comité de Cardamomo’ de AGEXPORT (asociación no lucrativa de exportadores que promueve el crecimiento de las exportaciones en Guatemala), “este país es el principal productor mundial de este aromático y número uno en exportación. Mueve casi el 1% del producto interno bruto del país y, desde 1970, la producción local comenzó a crecer tanto que los niveles de exportación alcanzaron, en años más recientes, las 39 mil toneladas anuales”.

El cardamomo guatemalteco iba aterrizando así en la mayoría de los países del Medio Oriente, así como en Europa, Asia, Estados Unidos, Canadá, México y Sudamérica. A través de las rutas comerciales internacionales, este ingrediente continuó viajando a otros países donde no sólo se valoraba su uso culinario, sino también sus beneficios como planta medicinal.
Para qué sirve el cardamomo
Se utiliza principalmente en gastronomía para aromatizar y condimentar multitud de recetas, sobre todo saladas, pero también algunas dulces e incluso bebidas y cócteles. Ya sea entera o molida, verde o negra, la semilla se postula como un ingrediente fundamental en muchísimas cocinas del mundo, especialmente en la india y en la de Oriente Medio, cuyo recetario no puede negar cuantísimo valor allí tiene.
Como decíamos más arriba, el verde es el más común y el que más fácilmente se encuentra en tiendas de alimentación, herbolarios o comercios de especias a granel. En este caso, sus semillas enteras sirven para aromatizar guisos y caldos, pero también muchas bebidas calientes como tés, infusiones e incluso cócteles. Por su parte, la variedad negra suele emplearse molida y sirve para condimentar platos como arroces, ensaladas o pescados.
Más allá de su uso gastronómico, es también una planta con interesantes aplicaciones medicinales y terapéuticas. Entre ellos, se dice que, tomado en infusión con hinojo, alcaravea y unas gotas de limón, es un buen aliado para combatir el mal aliento y la acidez de estómago.

También se ha descrito la capacidad del cardamomo para para tratar la fatiga mental, la tensión nerviosa, e incluso hay quien le ha llegado a atribuir efectos afrodisíacos y también antidepresivos, aunque sin ninguna certeza demostrable. Otro de sus usos es el que se le da al aceite esencial que se extrae de su semilla y que, aplicado directamente sobre la piel, ayuda a curar hongos e infecciones cutáneas.
¿Sabías que, además, en la medicina ayurveda india se considera un efectivo antiinflamatorio y un remedio infalible para equilibrar el estado energético del organismo? Afecciones respiratorias como la tos, cuadros gripales o la faringitis podrían verse aliviados tras aplicar con masajes aceite esencial de cardamomo.
Preparar tisanas con cardamomo y otras hierbas como regaliz, canela, anís estrellado o jengibre, constituye un buen remedio para calmar problemas digestivos como gases, hinchazón abdominal o molestias intestinales. Un despliegue de sabores y aromas que dan paso a un amplio abanico de beneficios y propiedades para la salud. En aromaterapia, también es muy usado, pues se dice que su embriagador aroma posee interesantes propiedades antisépticas, antiespasmódicas y estimulantes.
Propiedades y beneficios del cardamomo
Sus usos, dentro y fuera de las cocinas, nos llevan a descubrir el largo listado de beneficios y propiedades que se esconden tras esta semilla verde de la India. Entre las más destacadas, se encuentra su capacidad para aliviar y mejorar multitud de problemas digestivos, como hemos visto. Tomado en infusión, es efectivo para combatir el estreñimiento, mejorar el tránsito intestinal y facilitar los procesos digestivos.
En este sentido, la Fundación Española de Nutrición (FEN) indica que es ideal para aumentar el apetito, aliviar los cólicos y la pesadez estomacal. También es efectivo para reducir la hinchazón abdominal y los molestos gases que en ocasiones aparecen tras una comida copiosa. En definitiva, este ingrediente cuenta con motivos más que suficientes para considerarse un buen aliado para la salud digestiva en general.

Por otro lado, es muy rica en fibra (lo que contribuye todavía más a la salud de nuestro sistema digestivo) y también en almidón, una sustancia que se digiere en nuestro intestino delgado y que se absorbe para cumplir su función energizante.
Es destacable también su poder antiinflamatorio, gracias al cual se le considera una especia muy beneficiosa para calmar los dolores causados por procesos inflamatorios, desde afecciones cutáneas hasta dolores de cabeza o incluso hemorroides. Las propiedades antibacterianas y antifúngicas que se le atribuyen la convierten en una planta muy beneficiosa para combatir el mal olor corporal y bucal, es decir, la halitosis.
No debemos olvidar su importante efecto diurético, que favorece el buen funcionamiento de nuestros riñones y del sistema urinario en general. Esto contribuye además a prevenir la retención de líquidos y a mejorar procesos dolorosos e inflamatorios relacionados con este exceso de líquido, como es la artritis.
Contraindicaciones del cardamomo
Pese a su larga lista de propiedades y beneficios, el cardamomo puede estar contraindicado en algunos casos concretos tomado en aceite esencial puro, como por ejemplo en mujeres embarazadas, personas de edad avanzada o en niños pequeños. Estos grupos resultan ser especialmente sensibles, pues podría producir toxicidad a nivel hepático, cólicos biliares y otros problemas de hígado, así como malestar general.
Tampoco está recomendado a personas que padezcan síndrome de colon irritable u otras patologías que afecten al funcionamiento del aparato digestivo. También en casos de cardiopatías relevantes o en pacientes que estén diagnosticados de enfermedad de Crohn, epilepsia y otras enfermedades neurológicas.
Aplicar este aceite vía tópica está también desaconsejado en niños o personas con la piel muy sensible o que sean propensas a sufrir reacciones alérgicas de tipo cutáneo. No hay contraindicaciones expresas sobre el consumo de las semillas para aromatizar infusiones, tés, caldos, guisos, postres o cualquier otra receta. Sin embargo, ante la duda, la recomendación es siempre consultar previamente a un médico especialista o experto en dietética y medicina natural. Solo él podrá indicarte de manera segura si su consumo podría tener contraindicaciones.
Cómo tomar el cardamomo: usos en la cocina
Entera o molida, el aroma de la semilla del cardamomo es inconfundible. Ahora sí, nos metemos de lleno entre fogones para descubrir todo lo que esta planta puede ofrecer a nuestro paladar, un despliegue de sabores y aromas que forma parte de multitud de recetas, tanto dulces como saladas.
Ahora bien, ¿se utilizan indistintamente sus diferentes tipos? ¿Cuándo se utilizan los granos enteros y cuándo molidos? Como hemos visto, la variedad verde posee matices muy diferentes a la negra, tanto en sabor como en olor, por lo que es importante conocer qué uso tiene cada una de ellas para sacarle el máximo partido en nuestras recetas. También el uso culinario de esta planta cambia mucho en
El verde, suele utilizarse entero para aromatizar guisos, caldos, sopas, consomés, etc. Así, la vaina desprende toda su fragancia y su sabor al líquido donde se cocinarán el resto de ingredientes (verduras, carnes, pescados, legumbres, arroz…).

Estas mismas sirven para dar aroma a muchas bebidas calientes como el famoso té chai y otras infusiones donde convive a la perfección con otras especias, bebidas vegetales, cafés, etc. También en el mundo de la coctelería, donde no es extraño que nos sirvan un gin-tonic aromatizado con cardamomo, y en repostería. Por su parte, la variedad blanca que se obtiene de este, más suave en olor y sabor, es muy usada para dar un toque especiado muy sutil a platos con arroz o ensaladas, utilizándose también entera.
Por último, la variedad negra suele emplearse molida, puesto que el tamaño de sus semillas es mayor y su fragancia resulta más sutil cuando se transforma en polvo. Aun así, el negro es muy intenso y debe medirse la cantidad a la hora de condimentar platos como arroces, ensaladas o pescados donde se buscan matices más suaves y mezclas de especias mucho más livianas que en el caso, por ejemplo, de un ‘garam masala’ o cualquier curry indio.
Recetas más ricas con cardamomo
Nuestra primera parada para conocer las recetas con cardamomo más famosas que podemos elaborar será la India, su lugar de origen. Hablamos de sus tradicionales currys y arroces, manjares en los que esta vaina no puede faltar. Es el caso del clásico garam masala o el pollo korma, un guiso de carne o de verdura, con especias como el cardamomo y cuyo líquido de cocción puede ser caldo, leche de coco o incluso yogur.
En todo el continente asiático es habitual utilizar las semillas enteras para aromatizar todo tipo de guisos, caldos, sopas y demás líquidos, aunque también puedes abrirla para que las semillas negras del interior actúen, pues son las que concentran todo el aroma, el sabor y las propiedades.
Si nos vamos a Oriente Medio, el cardamomo no puede faltar. Con él se elabora el clásico té chai, una infusión muy aromática en la que también están presentes otras especias. En este caso, se utiliza en polvo y se toma también en otras infusiones, tisanas, cafés, etc. Están deliciosas y, además, nos aportan multitud de beneficios como hemos visto.
Para explorar el intenso sabor de este ingrediente, la cocina internacional nos regala otras recetas con este protagonista. Entre ellas, el Ras el Hanout, una mezcla de especias del norte de África que desde Marruecos se ha extendido por todo el mundo, el borek de calabacín, uno de los platos más conocidos de la cocina turca, y la salsa Worcestershire, más conocida como salsa inglesa o Perrins.

Tampoco la repostería ha podido resistirse a su uso. Encontramos, por ejemplo, postres tan famosos como el baklava o las clásicas galletas alemanas llamadas lebkuchen. También todo tipo de panes, tartas, cupcakes y bizcochos a los que se le quiera dar un toque exótico y especiado. Y ese mismo toque es el que, precisamente, también ha conquistado el mundo de la coctelería. ¿Has probado o te han servido alguna vez el clásico gin-tonic especiado con cardamomo? Los aromas de esta semilla, que se utiliza verde y entera en este caso, aromatizan cada trago.
Quizás nos ha faltado añadir que es una de las especias más apreciadas del mundo, siendo la tercera más cara por detrás del azafrán y la vainilla. Con todo ello, este ingrediente se postula como una auténtica reliquia culinaria que, afortunado nuestro paladar, se deja ver muy fácilmente en multitud de tiendas de alimentación y herbolarios. Y ahora, ¿a qué estás esperando para aromatizar con cardamomo tus próximas recetas?