Cómo se debe comer el huevo frito

Un huevo frito listo para comer según marca el protocolo y la etiqueta
Cada uno tiene su manera favorita de comerse un huevo frito, pero si atendemos a las normas de etiqueta, quizás nos sorprenda descubrir la forma correcta de disfrutar de este clásico.
Por Marina Blanco
05 de diciembre de 2024

Verdadero icono de nuestra gastronomía, el huevo frito es un plato presente en todo el mundo y aclamado por su versatilidad y sencillez. Y aunque parezca no tener ningún secreto dentro de humildad, la forma de comerlo puede generar confusión: mojar o no mojar pan en la yema, utilizar cuchillo y tenedor, mezclarlo con los demás ingredientes del plato...

Si alguna vez te has planteado si existe la manera correcta de comerse un huevo, te adelantamos que sí, que hay una manera específica de hacerlo según marca el protocolo. ¿Te preguntas cuál es verdad? A continuación te contamos cuáles son las reglas que rigen el modo de comerse un huevo frito «correctamente».

Cómo se come el huevo frito el común de los mortales

El huevo frito, generalmente caracterizado por tener la yema líquida y los bordes de la clara crujientes, invita a la creatividad y a que cada uno lo disfrute como más le apetezca. Algunos no pueden resistir la tentación de tomarlos directamente de la sartén, mojar un pedazo de pan en la yema o usar el mismo pan como base de un montadito y recurso con el que limpiar el plato, disfrutar de la mítica combinación de huevos con patatas fritas o mezclarlos de forma casi artística con otros muchos ingredientes, lo cierto es que el huevo frito se puede adaptar a multitud de preferencias.

Huevo frito

Lo que dice la etiqueta sobre comer huevos fritos

¿Cómo comer un huevo frito según el protocolo? Aunque el huevo frito sea un plato que invita a disfrutarlo como más nos apetezca, lo cierto es que la etiqueta establece un claro protocolo para hacerlo de manera correcta. Así que, si te preguntas cómo, te interesará saber que, según las normas... El huevo frito debe comerse utilizando únicamente cuchillo y tenedor, evitando dos cosas: mojar pan en la yema y mezclarlo en el plato. Además, el corte debe ser preciso, de manera que cada porción contenga una adecuada proporción entre yema y clara.

Quizás esto te sorprenda, ya que al final cada uno disfruta de este plato como le da la gana. Pero si alguien te pregunta, o si te toca disfrutar de un huevo frito en una cena elegante, ya sabes que existen unas normas establecidas.