Tradicionalmente, solo la pizza margarita y la marinara se pueden considerar las auténticas pizzas napolitanas, y será la marinara la que haremos en esta ocasión, aunque no, no debemos confundirla con la de marisco. La "pizza marinara" solo lleva tomate, orégano, ajo y aceite de oliva, sin embargo dentro de esta simplicidad en el condimento, tenemos una serie de premisas indispensables: el tomate, preferiblemente de la variedad San Marzano, aplastado a mano que nunca extenderemos hasta los bordes para que permita formar la cornisa; un buen orégano y ajo previamente cortado y macerado con el AOVE unas horas antes de la preparación de la pizza para que el aroma sea intenso.

Con todas estas ideas claras, ya podemos hacer nuestra pizza napolitana.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 4 horas y 30 minutos
- Tiempo de cocción: 10 minutos
- Tiempo total: 4 horas y 40 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: italiana
- Calorías: 210 kcal por cada 100 g
Ingredientes de la pizza napolitana para 2 personas
Para la masa:
- 250-270 ml de agua
- 370 g de harina de fuerza media (W220-W300)
- 2 g levadura seca de panadería (o 6 g de levadura fresca)
- 6 g de sal
Para el condimento:
- 80 g de puré de tomate
- 1 diente de ajo
- Una cucharada de AOVE
- Orégano

Cómo hacer pizza napolitana
Comenzaremos preparando la masa, para ello ponemos la harina en un bol con la levadura y añadimos el agua.

Amasamos unos minutos y añadimos la sal.

Cuando esté todo integrado, lo volcamos en la mesa de trabajo y amasamos energéticamente unos minutos hasta que esté lisa y elástica.

La pasamos a un bol, la tapamos y la dejamos levar a temperatura ambiente unas dos horas. Pasado el primer levado, dividimos la masa en porciones de unos 200 g y hacemos bolas con mucha tensión.

Las colocamos en un tupper, separadas entre ellas y las dejamos levar de nuevo a temperatura ambiente y tapadas, unas dos horas más, hasta que doblen el volumen.
Aparte, picamos el ajo finamente y lo mezclamos con un poco de aceite y lo dejamos macerar.

Cuando haya pasado una hora encendemos el horno a la temperatura máxima y cuando las masas estén listas comenzamos a formar las pizzas.

Con cuidado de no desgasificar la bola de masa, la volcamos en la superficie de trabajo, ligeramente enharinada y comenzamos a estirarla, con las manos y empujando el aire desde el centro hacia los bordes.

Cuando esté lista ponemos un par de cucharadas de tomate en el centro y con el reverso de la cuchara lo extendemos en forma de espiral, evitando llegar a los bordes. Cogemos un puñado de orégano con las manos, lo estrujamos un poco y lo espolvoreamos por la superficie de la pizza.

Finalmente echamos el ajo con el aceite y metemos la pizza en el horno que estará a unos 250 ºC.

La dejamos 10 minutos y cuando los bordes estén dorados la sacamos. La cortamos en porciones con una tijera o corta pizzas y lista para disfrutar.

Resumen fácil de preparación
- Preparamos la masa y la dejamos levar 2 horas
- Formamos bolas con mucha tensión y las colocamos en recipiente para la segunda fermentación de unas 2 horas
- Picamos el ajo y lo mezclamos con el AOVE
- Formamos las pizzas de unos 30 cm de diámetro
- Extendemos la masa siempre con las manos, empujando el aire hacia los bordes y sin manipularla más de lo debido
- Ponemos el tomate, extendiéndolo en forma de espiral con el reverso de una cuchara y sin llegar al borde
- Espolvoreamos el orégano por toda la superficie, estrujado con las manos
- Añadimos el ajo con el aceite
- Metemos la pizza en el horno previamente calentado a 250 °C, y la cocinamos 10 minutos
- La sacamos, la cortamos con unas tijeras o corta pizzas y a comer