Existe un producto que es muchísimo más dulce que el azúcar refinado pero que no contiene las unidades calóricas de este. Por supuesto, estamos hablando de la stevia o estevia, un producto que comenzó a fabricarse y comercializarse formalmente en la década de los 80 y que venía a sustituir el azúcar de mesa, pero, en mayor medida, a ser el gran competidor de edulcorantes como la sacarina o el aspartamo, al que se le atribuyeron en su momento características nocivas para la salud. Con el paso del tiempo, este producto ha ganado muchos adeptos por sus propiedades naturales, en contraste con sus detractores, que la consideran un aditivo más. Conoce sus propiedades y todo lo que debes saber antes de consumirla.
¿Qué es la stevia?
La stevia o estevia (su nombre en español) es un edulcorante que proviene la planta Stevia rebaudiana, que suele utilizarse como sustituto del azúcar, principalmente por parte de personas que siguen dietas naturales, ecológicas o saludables para bajar de peso. Se sabe que existen múltiples edulcorantes alternativos, como la sacarina o el aspartamo, pero han sido poco a poco echados a un lado al ser sintéticos y considerarse poco saludables para el organismo. La stevia es la favorita actualmente por considerarse “la más natural”. De hecho, en algunas regiones de América Latina se le llama la “hierba dulce”.
Se trata de una planta originaria de Paraguay, cuyo cultivo se ha expandido a países como Brasil o Japón, y se ha puesto muy de moda en los últimos años en España. Los indígenas de Paraguay comenzaron a emplear esta planta en el siglo XVI para endulzar bebidas y medicinas, y en siglo XIX los científicos comenzaron a investigar más detalladamente la stevia para fines comerciales y médicos.

En el año 1900 el químico paraguayo Ovidio Rebaudi publicó el primer análisis químico de este producto, en el que descubrió un glucósido mucho más dulce que el propio azúcar refinado, pero sin algunos de sus efectos perjudiciales para el cuerpo humano. Se dice que el extracto de stevia puede llegar a ser hasta 300 veces más dulce que el azúcar de mesa. Sin embargo, los expertos aseguran que hay que tener mucho cuidado al comprarla puesto que en los últimos años han surgido modificaciones de la stevia que no son tan naturales ni tan saludables.
Tipos de stevia
La stevia se puede encontrar en diversas presentaciones en el mercado, como en hoja, en extracto seco o en polvo y en extracto líquido. De este modo, encontraremos que la stevia en hojas (secas o frescas) es la forma más integral y medicinal de usarla. Se puede consumir fresca, masticándola o preparándola en ensaladas o zumos; o bien tomarla seca en infusiones.

El extracto de stevia seco o en polvo puede conseguirse refinado (polvo blanco) o no (hojas molidas) y se utiliza especialmente para preparar galletas, bizcochos, bebidas dulces y recetas similares. Se dice que las hojas trituradas conservan las propiedades medicinales de la planta y, si se consigue en polvo oscuro, puede cambiar los colores de los platillos. El extracto líquido, por otra parte, es un tipo de stevia que suele concentrar la molécula endulzante de la planta: el esteviol, por lo que mantiene el color verde oscuro original y se utiliza únicamente para endulzar como la stevia en polvo blanco.
Propiedades y beneficios de la stevia
La realidad es que, para algunos, este producto no tiene ninguna propiedad especial, mientras que, para otros, si se consume de forma natural puede favorecer el organismo. La stevia presenta, por cada 100 gramos, cero kilocalorías, cero grasas, cero proteínas y cero hidratos de carbono, por lo que su consumo no hace engordar y ayuda a endulzar platos para las personas con problemas de sobrepeso, así como también es apto para diabéticos pues los glucósidos de Stevia no afectan la concentración de la glucosa en la sangre.
Además, hay quienes consideran este producto como un remedio natural. Algunos estudios han demostrado que los glucósidos del extracto de stevia dilatan los vasos sanguíneos y aumentan la excreción de sodio y la producción de orina, por lo que, en altas dosis, podría potencialmente ayudar a bajar la presión arterial y regular los latidos del corazón. También, entre sus beneficios está que ayuda a combatir problemas de acidez estomacal y problemas como gastritis, además de favorecer la digestión.
Contraindicaciones de la stevia
Aunque su descubrimiento y comercialización en otros lugares del mundo data de muchos años antes, fue en 2011 cuando la Unión Europea autorizó el uso del edulcorante de alta pureza E-960, glucósidos de esteviol, una sustancia proveniente de la hoja de la Stevia rebaudiana que incluye compuestos como esteviolbiósido, rubusósido, dulcósido A, esteviósido y rebaudiósidos A, B, C, D, E, F y M. Desde entonces, la han agregado a sus productos grandes multinacionales como Cargill y Coca Cola, que ya la utilizaban en sus fábricas en América desde 2008 para endulzar y balancear los sabores de sus productos. Este sigue siendo, en la actualidad, su principal uso de manera generalizada.
De modo que lo que se encuentra en los supermercados es un aditivo más, un producto procesado, cuya ingesta diaria recomendada es diez veces menor que la del aspartamo, el edulcorante artificial más criticado. De acuerdo con algunos estudios, solo se debe consumir 4 miligramos por cada kilo de peso corporal al día. La mayoría de las marcas comerciales bajo el nombre de Stevia e incluso los productos que dicen incluirla, como bollería o bebidas dulces, contienen en sus ingredientes solo un 1% de glucósido de esteviol, combinado con otros aditivos para mejorar su sabor que, por su naturaleza, suele ser amargo y no tan placentero. Por lo tanto, no es natural ni más saludable que otros edulcorantes.

Como dato curioso, a partir del permiso de comercialización y consumo de los glucósidos de esteviol, la Unión Europea prohibió la venta de la planta completa para consumir en té o infusiones, por lo que su venta en cualquier país europeo es un delito en la actualidad. La razón de esto es que se ha comprobado que la Stevia rebaudiana contiene otros compuestos con acción farmacológica. Por ejemplo, su consumo por largo tiempo puede reducir la tensión arterial y tiene efecto sobre la fertilidad, por lo que si se toma sin límites puede llegar a ser dañina.
Con todo esto, hay que decir que la stevia no es mejor ni peor que sus competidores en el mercado. Aunque suele venderse como el edulcorante más natural, la realidad es que lo que se vende en los supermercados y se agrega a los productos que compramos con el sello de 50% menos calorías y azúcares, se trata del resultado de los procesos industriales de los glucósidos de esteviol. De modo que, como todo, hay que consumirlo con moderación.