Los dátiles son una fuente de energía natural de gran sabor y dulzor, de fácil asimilación para todos. Su alto contenido en azúcar casi los han convertido en un edulcorante natural, perfecto para los deportistas y para personas que necesiten estar activos durante más tiempo durante el día en actividades que requieran movimiento. ¿Suena a que son súper frutas? Eso parece. Durante muchos años han sido utilizados para preparar postres y manjares dulces, mientras que, con el paso del tiempo, han empezado a ganar espacio incluso en la comida salada o como snacks, aunque tienen algunas contraindicaciones que es importante saber antes de consumirlos.
¿Qué es el dátil?
El dátil una fruta de aspecto marrón y rugoso, similar a una pasa grande, que proviene de la palmera datilera, de la especie Phoenix dactylifera. Se suele considerar parte del grupo de las frutas secas, como las uvas y ciruelas pasas o los orejones de albaricoque, aunque la diferencia es que los dátiles maduran y se secan en la propia planta.
El cultivo de la palmera datilera mesopotámica comenzó hace más de quinientos siglos, pero en los últimos años se ha vuelto cada vez más popular. Es muy consumida en los países del norte de África y del suroeste de Asia, como Irak, donde es usado especialmente en la repostería tradicional gracias a su sabor dulce, que puede funcionar casi como un edulcorante natural, aunque también se cultivan en California.
Existen diferentes variedades de esta fruta, como los dátiles blandos, los semisecos y los secos. Los primeros suelen ser los más tiernos y dulces, y contienen una mayor cantidad de azúcares, aunque en general todas las variedades maduras de esta fruta presentan un porcentaje muy alto, en torno al 80% de azúcares. Por lo tanto, son una gran fuente de energía al ser muy calóricos, aunque menos que otras frutas secas.

Propiedades y beneficios
Al ser frutas naturalmente desecadas, tienen un aporte nutricional alto, puesto que en el proceso de desecación se disminuye la cantidad de agua del producto (aunque no se elimina por completo) y se incrementan sus nutrientes. De este modo, se puede decir que los dátiles aportan fibra, minerales como potasio, magnesio o calcio, carbohidratos saludables y vitaminas A, C y E, así como una gran cantidad de antioxidantes como carotenoides, polifenoles, taninos y esteroles. También son ricos en triptófano y aportan pocas grasas.
Tres dátiles, por ejemplo, proporcionan alrededor de 200 calorías, 54 gramos de carbohidratos con alrededor de 5 gramos de fibra, un gramo de proteína y cero grasas. Suponen, además, una buena fuente de fibra, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento, regular la actividad intestinal y reducir el colesterol. Sin embargo, una de las características más importantes es su gran aporte energético gracias a su alto contenido de azúcar que promueve la vitalidad del organismo, con lo que es recomendado para deportistas, principalmente para el aumento de la resistencia.

Los dátiles también contienen compuestos antiinflamatorios y antimicrobianos, esto significa que pueden actuar contra las enfermedades infecciosas, y poseen propiedades anti-hongos. Son útiles para prevenir la retención de líquidos, la hipertensión y la artritis. Asimismo, mantienen la sensación de saciedad durante más tiempo gracias a sus azúcares de fácil asimilación.
Contraindicaciones
En primer lugar, es importante saber que los dátiles contienen tiramina, que es una sustancia que provoca constricción de los vasos sanguíneos, lo que puede suponer un riesgo para las personas que son propensas a las migrañas. Además, si se padecen trastornos estomacales, existe riesgo de que provoquen gases, diarreas y acidez, por lo que se aconseja consumir en cantidades pequeñas o bajo la atención de un nutricionista.
Por esta misma razón, es indispensable que se controle su consumo si se está siguiendo una dieta para bajar de peso o dietas muy estrictas, ya que podría alterar los valores regulares del cuerpo. En este sentido, los pacientes con síndrome del intestino irritable deben también ser cuidadosos con el consumo de dátiles porque poseen carbohidratos de cadena corta que pueden ser difíciles de digerir.

En relación a sus altos niveles de azúcar, aún no se ha demostrado si existen contraindicaciones para las personas diabéticas, aunque se ha extendido la creencia de que estos no pueden consumirlos. Lo mejor es cuidar las cantidades diarias en caso de padecer esta enfermedad.
Usos en la cocina
Los dátiles se pueden consumir de muchas formas, aunque son especialmente famosos porque con ellos se pueden preparar infinitas recetas dulces, como es el caso de la repostería tradicional del norte de África, donde se consiguen postres como el ma'amul, que son pequeños bollos rellenos de dátiles, pistachos o nueces; o bien el tamer, dátiles rellenos con frutos secos como la nuez o la almendra, bañados en chocolate. Así, son exquisitos para preparar en tartas, cremas, postres veganos o bombones.
Sin embargo, hoy en día se suelen usar para toda clase de platos, incluso salados. Pueden también comerse solos como tentempié, entre comidas o en platos de ensaladas o guisos a los que aportan dulzor o potencia. También se pueden consumir entre comidas o añadir a ensaladas frescas, mermeladas, platos de pasta o en salsas. También se suelen preparar rellenos de pasta de queso para un aperitivo diferente y delicioso.
Hay que tener en cuenta que, para garantizar su conservación, se deben guardar en frascos de cristal herméticos y secos, y alejarlos de la luz. De esta forma, los dátiles se convertirán en una gran opción para casi cualquier plato creativo y diferente, incluso si no se está acostumbrado a su sabor único y especial.