Sin provocación, Edorta Lamo no entiende la cocina. Ni tampoco la vida. Porque, en su opinión, sin ella no hay placer. Él y su equipo lideran la dirección más singular de la capital guipuzcoana. Está situada en la parte vieja, como la mayoría de bares y restaurantes, pero nada tiene que ver con el resto; marca un punto y aparte. Lo hace en estética, en filosofía y, por supuesto, en oferta culinaria.
Edorta y de quienes supo rodearse guardaban dentro de sí tanta inquietud y buenas ideas que las transformaron, hace ya ocho años, en una tasca. La inauguración tuvo lugar el 6 de junio de 2006. Empezando ya con esa declaración de intenciones y sin miedo al demonio ni a nadie.
![La tasca de la provocación - imagen 2](https://imag.bonviveur.com/la-tasca-de-la-provocacion-imagen-2.jpg)
Por capacidad y creatividad, podían haber optado por un gran restaurante, pero soñaron con un punto de encuentro sin corsés. No tardaron en llamar la atención y les reclamaron fuera; se dejaron ver por Madrid y asesoraron aquel lugar llamado Kulto al plato que, muy pronto, dejó de escuchar sus recomendaciones y echó el cierre. Y ellos más que nunca centrados en su ciudad y tan contentos.
Hoy como ayer, A Fuego Negro no solo significa comida (de la rica), también es música, diseño, cómic, arte y buena gente de la que rodearse. Es un cóctel de multitud de influencias, cada una determinante y precisa. Todo ello inspira cada plato y ha supuesto que, incluso, hayan editado libros, recopilatorios de música y colecciones de camisetas. Promueven exposiciones y sacan la comida a la calle ante la mirada atónita del mundo.
![La tasca de la provocación - imagen 3](https://imag.bonviveur.com/la-tasca-de-la-provocacion-imagen-3.jpg)
La infancia es otro pilar fundamental dado que, según apunta Lamo, es la época de la que se guardan los mejores recuerdos. Esos que están vinculados a los abuelos, a los amigos, al verano y, cómo no, a la comida. Mezclando música, diseño, cómic, amigos, recuerdos felices y gastronomía de calidad nació y sigue funcionando esta tasca. Y es que a este carismático cocinero llamado Edorta Lamo no le gusta tomar el pelo a la clientela ni las modas o fiebres pasajeras que denotan cero personalidad.
![La tasca de la provocación - imagen 4](https://imag.bonviveur.com/la-tasca-de-la-provocacion-imagen-4.jpg)
Por eso dice que, ahora que todo el mundo las elabora, él le tiene manía (y mucha) a su mini hamburguesa. Pero está para chuparse los dedos y es una de las especialidades favoritas del público, por tanto, se queda en carta. En cada receta se exigen rigor y técnica además de un buen producto. Juegan con ventaja estando donde están, en el País Vasco con su excepcional despensa, y lo aprovechan. Y es con esa materia prima con la que hacen cosas efímeras, que evolucionan y mutan.
![La tasca de la provocación - imagen 5](https://imag.bonviveur.com/la-tasca-de-la-provocacion-imagen-5.jpg)
Pese a la constante evolución y las 'obsesiones' de Lamo, quedan platillos para siempre, véase las aceitunas con vermú. Les apasionan los encurtidos: huevos duros, avellanas y no solo pepinillos o cebolletas. Les encanta que la clientela tome sitio en la barra y comparta unos vasitos, un picoteo. Si bien, ofrecen un menú degustación, en mesa, con sugerencias como la txiki-huerta en tempura; la paleta de euskal txerri (cerdo vasco) con salmorejo y pan tostado; el cocido tibio de verduras con un punto de vinagre; el deskarte al cesto con alioli negro; la navaja con sangre... y mucho más.
En A Fuego Negro, los platos son desarrollados y mimados al detalle. La combinación de ingredientes, las texturas y elaboración, así como la apariencia. Tampoco descuidan los postres, realmente ingeniosos. De lo contrario, Edorta y su equipo se aburrirían. Pero no, ellos suben el volumen de la música y trabajan con altas dosis de entusiasmo.
A Fuego Negro
Calle 31 de Agosto, 3120003 San Sebastián (Gipuzkoa)
650135373
www.afuegonegro.com
Vasca, Creativa
25€-35€