No son uno ni dos sino decenas los gastrónomos que opinan que la barra de la madrileña Taberna Laredo es una de las mejores de la ciudad. Este establecimiento ubicado en una de las zonas donde más aventuras culinarias de gran calidad se desarrollan, esto es, la zona de Ibiza, tiene a sus espaldas más de 25 años de alegrías gastronómicas y felicidad en el paladar.
La historia de la taberna comienza el 13 de agosto de 1993, en un año económicamente duro para el país. Paquita, la madre de los Laredo, se colocaba al frente de los fuegos de la cocina, mientras que sus hijos David y Miguel se hacían cargo de la sala de un restaurante que antes de llamarse Taberna Laredo fue Mitulo. Desde los inicios en el anterior local, de reducidas dimensiones, la familia Laredo apostó por diferenciarse empleando producto de calidad que conseguían a base de buen ojo y buenas relaciones con los proveedores. No eran raras las visitas a Mercamadrid antes de que se encendiera el alba ni las largas catas para elegir qué vinos iban a ocupar su bodega. En febrero de 2004 se unió al equipo Javier, el tercer hermano que tomó las riendas de la amplia barra, mientras que David se orientó a aumentar la creatividad del nuevo menú, en el que además de las raciones y tapas tradicionales se podía encontrar propuestas de índole algo más experimental.

En 2012 empezó una nueva etapa: la taberna se trasladaba a la ubicación actual en Doctor Castelo. La nueva sala, mucho más amplia, permitió aumentar el número de comensales diarios que se atendían, hasta rozar la centena de personas ávidas de disfrutar de la materia prima selecta. Desde entonces la cocina personal de los Laredo se manifiesta en forma de frescas ideas como la ensalada de gambones con aguacate, la ensaladilla rusa de la casa, el tartar de tomate con albahaca o una gran variedad de arroces con lo mejor de la huerta, el mar y el campo. Su barra es un referente indiscutible de la urbe, un espacio imponente en el que dedicarse al noble arte de la tapa.

La ilusión es el denominador común del trabajo cotidiano de los Laredo. De este modo nacen platos como la espectacular ensalada de vieiras, el equilibrado arroz negro con almejas y espárragos trigueros que mantiene el punto perfecto del arroz, que resulta sumamente sabroso o la ventresca de atún a la plancha con huevas y algas. Entre los postres dos apuntes: la tarta de queso o la oblea de crema pastelera. Para los más golosos, la tarta de chocolate con crujiente y fresas. En general, estos postres destacan por su sencillez y punto bajo de dulzura, lo que los hace aptos para concluir sin excesos una comida redonda. Laredo es uno de esos templos del queso en el que se trabaja con ahínco la selección de manjares lácteos para ofrecer una muestra representativa del patrimonio lácteo nacional y europeo.
Taberna Laredo
Calle Doctor Castelo, 30 28009 Madrid
915733061
tabernalaredo.com
Española
40€-60€