Casa Camacho ostenta el sello de "Establecimiento Tradicional Madrileño", es decir, de local en el que gracias a dicha denominación no se ha alterado ni un ápice su decoración, elementos y estructura original. La barra preside el bar y recibe a todos los que atraviesan sus vetustas puertas de madera con marcos rojos, muy al estilo de las antiguas tabernas que poblaban el barrio de Malasaña, actualmente uno de los más modernos y en tendencia de la capital de España.
Jesús, Santiago y Miguel Gonzáles Pérez son los tres hermanos que mantienen viva la herencia de este castizo bar. Estos hosteleros, nacidos en Sanabria, Castilla y León, tierra de recias costumbres y buen comer, hacen que Casa Camacho mantenga la misma alma y carácter que tenía cuando se inauguró en 1929. Al fondo del local, botellas polvorientas que datan de hace varias décadas, carteles amarillentos caligrafiados a mano que resumen la oferta de alimentos y bebidas y una serie de toneles empotrados en las paredes. Estos recipientes contienen algunos de los vinos típicos que sirven, tanto por copas como para preparar vermuts y combinados, sobre todo el que los hace más famosos y sirve de apodo del establecimiento: el archiconocido yayo, una mezcla alcohólica que contiene vermut, gaseosa y ginebra.

Entre las opciones de picoteo para acompañar cervezas, vinos, vermuts y yayos, bocados fríos como unas sabrosas anchoas en salazón, boquerones en vinagre de corte clásico, escabeches de bonito y otros productos del mar, berberechos, mejillones, almejas y diversas latas de conserva. También hay sugerencias sencillas como olivas, patatas con alioli o fritas, un suculento pepito de ternera, perritos, pinchos de tortilla de patatas o bocatas, que van desde una simple tortilla francesa hasta toda la gama de ibéricos y embutidos, tan propios de la idiosincrasia gastronómica de bar.
Entre las peculiaridades de Casa Camacho encontramos el acceso al baño, que se realiza pasando por debajo de la imponente barra de mármol y madera oscura. Este es uno de los rasgos de identidad que además de darle un toque costumbrista a la visita, recuerda que esta, como otras antiguas tabernas, es un sitio de paso, que fomenta la cultura del paseo y la visita a varios locales, deteniéndose aquí y allí para probar las especialidades de cada uno de ellos.
Antes de ser el bar frecuentado tanto por nativos como extranjeros, Casa Camacho era una venta de aguardiente que fue así bautizada porque según la leyenda, un tal Camacho, miliciano de la República, pasaba allí sus días atendiendo el local y narrando con emoción sus aventuras bélicas.
Casa Camacho
Calle San Andrés, 4 28004 Madrid
915313598
www.facebook.com/santiagonzperez
Española
10€-30€