Esta tarta de nata es muy fácil de preparar ya que se elabora con ingredientes muy sencillos y un paso a paso bien simple sin técnicas complicadas. El resultado es un postre cremoso y muy rico ideal para acompañar una merienda o como colofón tras una comida casera. Además, al ser una tarta sin horno es ideal para los meses más cálidos.

Este postre portugués no debe confundirse con los famosos pastéis de nata, que son pequeñas tartaletas de hojaldre rellenas de crema pastelera horneada. Aunque comparten nombre e inspiración, la tarta de nata es un postre diferente que se hace con una base de galleta cubierta con una crema de nata que se deja cuajar en frío. Esto da lugar a una tarta cremosa con un aspecto similar a la serradura, con un sabor delicado y una textura cremosa, ideal para quienes disfrutan de los sabores lácteos suaves y dulces sin excesos.
Esta receta destaca por el protagonismo de la nata, por tanto, esta debe ser de buena calidad para aportar una textura suave y un sabor lácteo auténtico. En algunas versiones se le añade esencia de vainilla, ralladura de limón o un toque ligero de licor, aunque nosotros hemos preferido hacer la versión más básica para que luego cada cual pueda personalizarla al gusto.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 25 minutos
- Tiempo de cocinado: 5 minutos
- Tiempo total: 30 minutos (más tiempo de enfriado)
- Raciones: 12
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: portuguesa
- Calorías por ración (kcal): 308
Ingredientes de la tarta de nata portuguesa
Para la base y la decoración:
- 180 g de galleta picada (120 para la base y 60 g para la decoración)
- 60 g de mantequilla derretida
- Media cucharadita de canela
Para el relleno:
- 5 hojas de gelatina neutra
- 500 ml de nata para montar fría (mínimo 35% de materia grasa)
- 80 ml de leche entera
- 320 g de leche condensada

Cómo hacer tarta de nata portuguesa
Comenzamos mezclando 120 gramos de galleta picada con 60 gramos de mantequilla derretida. Para triturar la galleta, podemos usar una trituradora y para fundir la mantequilla, el microondas a intervalos de 15 segundos. La mezcla estará lista cuando toda la galleta quede húmeda y tenga un aspecto similar a arena mojada.

Vertemos la galleta en un molde desmontable de 18 cm de diámetro que habremos engrasado y forrado en la base con papel vegetal. Alisamos la galleta con ayuda de una espátula y llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno.

Hidratamos 5 hojas de gelatina neutra en agua fría y las dejamos reposar mientras seguimos con el relleno.

Montamos 500 ml de nata para montar fría con ayuda de unas varillas eléctricas. Batiremos durante aproximadamente 5 minutos a velocidad media, teniendo cuidado de no sobre batir la nata.

Cuando la gelatina se haya hidratado, calentamos 80 ml de leche entera en el microondas y a continuación, disolvemos la gelatina escurrida con ella.

Mezclamos la mezcla de gelatina con 320 gramos de leche condensada e integramos por completo.

Vertemos esta mezcla sobre la nata montada e integramos con movimientos envolventes hasta conseguir una mezcla homogénea.

Ponemos la mezcla sobre la galleta del molde y alisamos. Llevamos al congelador durante 30 minutos, hasta que veamos que la parte superior está comenzando a cuajar.

Mezclamos 60 gramos de galleta picada con media cucharadita de canela.

Retiramos la tarta del congelador y ponemos la galleta picada bien repartida sobre toda la superficie. Llevamos a la nevera mínimo 6 horas, aunque mejor si la dejamos hasta el día siguiente.

Justo antes de servir, desmoldamos la tarta.

Servimos esta exquisita tarta de nata como postre, bien fresquita y cortada en porciones.


Resumen fácil de preparación
- Mezclamos la galleta con la mantequilla
- Alisamos la galleta en el molde
- Hidratamos la gelatina en agua fría
- Montamos la nata
- Disolvemos la gelatina en la leche caliente
- Juntamos la mezcla de gelatina con la leche condensada
- Integramos esta mezcla de leche condensada en la nata con movimientos envolventes
- Vertemos en el molde y llevamos al congelador
- Mezclamos la galleta con la canela
- Ponemos la galleta picada sobre la tarta y llevamos a la nevera hasta el día siguiente
- Desmoldamos
- Servimos la tarta de nata bien fresquita