Dentro de nuestra amplia gastronomía, los platos de casquería tradicional ocupan un lugar importante y cuentan con muchos adeptos. Las crestas de gallo en salsa es uno de los platos clásicos de esta categoría gastronómica.
Esta elaboración es una tapa tradicional de Zamora y de otras zonas de Castilla y León. No son muchos los sitios donde pueden degustarse por eso una opción estupenda es prepararlas en casa.
Las crestas de gallo, además de guisadas, también se pueden hacer fritas, a la plancha o confitadas. Lo más importante es cocerlas antes de su elaboración final hasta que queden tiernas y, para ello, lo mejor es usar una olla exprés, aunque si no tenéis, con doblar el tiempo de cocción sería suficiente para dejarlas en su punto. Una vez cocidas, ya podemos prepararlas de la manera que más nos gusten.
Para esta receta, hemos hecho una salsa con un toque de picante. Una salsa sencilla, con pocos ingredientes que acompaña a la perfección a las crestas gelatinosas y blanditas. Para espesar la salsa, hemos añadido un majado de almendras y ha quedado deliciosa, ¡para no dejar de mojar pan!
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora y 30 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 45 minutos
- Raciones: 4
- Categoría: plato principal
- Tipo de cocina: zamorana
- Calorías por ración (kcal): 214
Ingredientes de las crestas de gallo guisadas para 4 personas
- 500 g de crestas de gallo
- 1 cucharadita de pimienta negra en grano
- 1 clavo de olor
- 1 hoja de laurel
- Sal
- 1 litro de agua
- 50 ml de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla grande
- 200 g de tomate triturado
- 1-2 pimientas de cayena
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 10 g de almendras crudas
Cómo hacer crestas de gallo guisadas
Antes de cocinarlas, lavamos bien 500 g de crestas de gallo para eliminar cualquier impureza. A continuación, usamos unas tijeras para recortar la parte exterior de las crestas si fuese necesario, ya que a veces pueden venir con algo de suciedad.
Ponemos las crestas de gallo ya limpias en una olla con 1 cucharadita de pimienta negra en grano, 1 clavo de olor, 1 hoja de laurel y sal. Vertemos 1 litro de agua y tapamos la olla.
Si usamos una olla rápida —opción recomendada— las coceremos entre 45 minutos y 1 hora. En caso de usar una olla tradicional, el tiempo de cocción estaría en torno a 2 horas. En cualquiera de los dos casos, pasado el tiempo de cocción, comprobamos su punto cortándolas con un cuchillo. Deben estar blandas pero firmes, sin que lleguen a romperse.
Después de cocer las crestas de gallo, colamos el caldo y lo reservamos.
Mientras se cuecen las crestas, podemos aprovechar para hacer la salsa. Para ello, ponemos en una sartén 50 ml de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, pochamos a fuego medio 2 dientes de ajo y 1 cebolla grande picados. Añadimos un poco de sal y cocinamos el conjunto hasta que se comience a dorar.
Añadimos 200 g de tomate triturado y 1 o 2 pimientas de cayena, dependiendo del punto picante deseado. Cocinamos unos 10 minutos hasta concentrar la salsa.
Vertemos en la salsa el caldo de cocción de las crestas de gallo que habíamos reservado.
Incorporamos las crestas cocidas y 1 cucharadita de pimentón dulce, y cocinamos un par de minutos a fuego suave.
Hacemos un majado con 10 g almendras crudas y 1 cucharada de la salsa para ayudarnos a crear una pasta.
Añadimos el majado a la sartén con las crestas y cocinamos 10 minutos más a fuego lento.
Servimos las crestas de gallo guisadas calientes, acompañadas de pan para mojar en la salsa.
Resumen fácil de preparación
- Lavamos y retiramos las impurezas de las crestas
- Las ponemos en una olla con la pimienta, el clavo, el laurel y la sal
- Las cocemos hasta que estén blandas, aunque firmes
- Colamos el caldo de cocción y lo reservamos
- Pochamos los ajos y la cebolla picados
- Añadimos el tomate triturado y la pimienta de cayena
- Incorporamos el caldo de cocción
- Añadimos las crestas y el pimentón
- Hacemos un majado con las almendras
- Lo incorporamos a las crestas y cocinamos 10 minutos
- Servimos
