Por supuesto, en Barcelona se hacen buenas tortillas de patata. Las hay gruesas, las hay finas, también las hay con cebolla —casi todas— y alguna, sin. En general el punto de cuajado es cremoso, pero también en esto hay mucha variedad, te puedes recorrer el espectro palatal de cuajados desde la cremosidad extrema casi líquida hasta la solidez jugosa saltando de bar en bar, de barra en barra y de tortilla en tortilla. Apatrullando la ciudad. Como os hemos traído muchas, vamos a jugarla cortita y al pie: no nos enrollamos más. Aquí tienes once tortillas campeonas de Barcelona. Un equipazo.
Iberia Bar Restaurante
Donde termina el, probablemente, barrio más fronterizo que tiene Barcelona, la Marina-Zona Franca, ahí está el Bar Iberia. Un local-monumento a la cocina bien hecha, a la cocina de producto y a la cocina que ha definido quienes somos durante los últimos decenios. Y aún lo somos, aunque el brunch y el ramen se hayan extendido por el centro. Los hermanos Álvarez son cocina vibrante de periferia, que es, oh paradoja, la cocina que habita el centro de nuestro recetario tradicional. Y tienen una tortilla maravillosa, cremosa y gruesa. Elaborada con 10 huevos por kilo de papas, que por cierto son variedad Monalisa. Yo siempre me la pido con callos, porque además cocinan también unos callos estupendos. Son un matrimonio espectacular, jugoso e intenso. Drogaína del buche, ojo que engancha.
Calle de la Mare de Déu de Port, 219. Teléfono: 936815239

Molino de Pez
A su tortilla de patatas la llaman velazqueña, que tal como nos cuenta el cocinero Óscar Alvarez «es como se denomina en Madrid a la tortilla de patata con cebolla». Se curran muchísimo la elaboración, y atención, que también la tienen en versión trufada porque este restaurante del grupo Fismuler (con origen en Madrid) es uno de esos restaurantes donde —si quieres— la cocina admite un punto de sofisticación gourmet. Tal como nos cuenta Óscar, pochan las patatas en aceite de oliva, las escurren y enfrían. «Luego las ‘arrebatamos’ en sartén para que caramelicen por uno de los lados (matices tostados) y finalmente las trabajamos con huevo campero hasta que se convierten en una masa cremosa». A parte caramelizan y suflan dados de cebolla y preparan una especie de crepe de huevo que será la piel. Rellenan con la patata en crema y la cebolla suflada y cierran para formar la tortilla. Molino de pez sabe ser desenfadado y hedonista. Cocina golosísima donde ser feliz, que no es poca cosa a estas alturas. ¡PAM!
Calle Córcega, 346. Teléfono: 935959591

Bar Laláns
Jose Ramón es ourensano y su tortilla, pues también. Déjame desarrollarlo: tiene la textura típica de esa zona y es una de las tortillacas más espectaculares de la ciudad no sólo por su tamaño de siete kilos, sino también por su mantecosidad y cuajado que a mí me recuerdan mucho a las que suelo encontrar por Galicia, Betanzos aparte, la verdad. Para cada uno de estos monumentos de siete kilos, Jose Ramón nos cuenta que usa 10 kilos de patatas, 2kg de cebolla y casi 3 kg de huevo. Es una barbaridad, que me gusta devorar en bocadillo —aunque también puedes pedirla en pincho— y si madrugas y te asomas un poco a la cocina verás como el cocinero confita y cuaja con calma. Es una labor gimnástica darle la vuelta a esta tortilla de titán. Cocina de barrio cerca de Sant Antoni, no sorprende que tenga tanto prestigio entre el ecosistema gastro de la ciudad Condal.
Avenida de Mistral, 44. Teléfono: 935146787

Mantequerías Pirenaicas
Cada sábado, una enorme cola. No falla ni uno, y no sorprende nada, la verdad. Este local que habita una mantequería decimonónica en la zona alta de Barcelona cuaja una tortilla encebolladísima que es pura locura del paladar. Aunque la cuajan poco, justo al punto en que no se desmorona bajo su propio peso, y nada más. Pochan y pochan la cebolla hasta el punto confitado, cerca de la oscuridad total. Son ocho horas que dedican cada día a este proceso y se nota mucho en el resultado final. Esta es una tortilla de gallina de piel, merece cada metro recorrido hasta llegar a la puerta de la mantequería, pero ves temprano, así no te tocará esperar.
Calle de Muntaner, 460. Teléfono: 932019189

El Pollo y La Polla
Primero fue el Pollo y hace unos años la Polla (de agua, claro), la hermanísima barra donde se pueden degustar tortillas de patata hechas al momento —en estos detalles se marca mucho la diferencia— y desde que Rosalía publicó en sus redes que le encantaban las tortillas del Pollo y se armó el ídem. Pero el éxito de Aimar Córdoba ya venía de antes, porque sus tortillas de patata son de estilo bilbaíno, esto es, muy poco cuajadas y bien melosas. En el Pollo te puedes sentar, en la Polla todo es barra. En los dos se comen tortillas de campeonato y son, sin duda, un par de locales que dan lustre y brillo al –por otro lado algo degradado- barrio del Raval.
Calle del Tigre, 31, Local 2. Teléfono: 611166276

Maitea Taberna
Los hermanos Montaner cocinan el recetario vasco desde la fidelidad y el respeto más absoluto, y su tortillas son de pura jugosidad. Bajo una piel fina, finísima, se oculta una fundente mezcla de patata y cebolla al cincuenta por ciento de cada —y huevo, claro está— absolutamente cremosa. Tanto es el grado de fundente cremosidad que cuando las ponen sobre cada pincho, parece que se van a desparramar. Pero no, porque en esta casa lo tienen todo controlado: calidad de ingredientes, mano experta en la cocina y unas tremendas ganas de disfrutar la vida a bocados. Y se nota, porque el Maitea está lleno, llenito, de gente que sabe dónde interesa ir a disfrutar.
Calle de Casanova, 155. Teléfono: 934395107

Cal Ninot by Rosi
Rosi llegó de pequeña a España y cocina nuestro recetario de manera impecable y tradicional. Rosi es de china, su nombre original es Xiu Zhi Hu y cambió a Rosi —tras probar inicialmente con María, pero le resultaba confuso porque cuando iba al mercado, oía este nombre y siempre pensaba que era a ella a quien llamaban—. Durante años lo petó con la tortilla del Bar Míchigan y actualmente triunfa en el Eixample con la misma receta y tortilla, esta vez justo ante las puertas del mercado del Ninot. Es relativamente delgada, muy cremosa y la cebolla está pero luce una discreción total. Además también bordan los buñuelos, y hacen un menú mucho más que interesante. Y ella es un encanto, aún más que su tortilla. Rosi es un amor.
Calle de Casanova, 138. Barcelona Teléfono: 931244297

Croma by Flash
Veinte tortillas distintas tienen en la carta del Croma, y todas hechas al momento. A la minute, que se dice en los barrios altos de la gastronomía. Por supuesto, una de las más populares es la de patatas. Croma es heredero, spin-off, o como quieras llamarlo de Flash, una de las primeras tortillerías de la ciudad. A su interiorismo pop se le suma una cocina directa y sencilla pero excelentemente realizada. Sala acristalada, servicio impecable y unas tortillas que generan afición: jugosas y cremosas. Además de la clásica de patatas, dale un tiento a la de escalibada con anchoas (combo de los vegetales pasados por la llama con la salazón punzante del mar), la de bosque (además de la patata, setas, ajos tiernos y romero) o la tortilla homenaje a Leopoldo Pomés, fundador del Flash y quien escribió un libro monográfico sobre el pa amb tomàquet: la tortilla tiene en el interior una rebanada de pan con tomate. Espectacular.
Avenida Diagonal, 640. Teléfono: 663964261

Bar Elias
En el Elias, María cocina sencillo y rico. No abre los fines de semana, lo cual es una pena porque ir a desayunar allí (antes sí abría) ya que era una ocasión fantástica para disfrutar de sus tortillas y sus platillos con la calma de la festividad. Si te fijas en la foto, tienen una tortilla con mucha patata, cortada algo gruesa y pochadita hasta que queda blandita y 'derrengá' que dice mi madre. Y entonces la cuajan con huevo, pero no mucho, y les queda cavernosa y sexy. Una tortillaza para los que gustan del muerdo patatero como gran protagonista. Y todo en un local sencillo, tradicional y tabernero. Un bar con solera, una joyita relativamente cerca de la Sagrada Familia. De lunes a viernes, hay que aprovechar.
Calle de Mallorca, 525. Teléfono: 930257350

Bar Jai-Ca
El Jai-ca es un monumento de la Barceloneta, el antiguo barrio marinero actualmente muy gentrificado, aún mantiene parte de su sabor gracias a establecimientos como el Jai-ca, con la familia formada por Antonia Hernández, Jaume Cabot y su hija Alba Cabot Hernández al timón de una cocina clásica y recia. Sus tortillas son hechas al momento, en el momento de la comanda. Un valor extra que cuesta encontrar, y tienen esa ternura suculenta de la tortilla que lleva cuajada apenas un minuto, esa humedad íntima, cremosa que el tiempo borra por muy buena que sea la tortilla cuando pasa un ratito, se enfría y ya nada es igual. A mí me gusta especialmente la que tiene incorporada también trozos de sobrasada. La grasilla pimentonada de funde y tiñe un poco la tortilla, la perfuma, la mejora y aunque ya no es tan pura, a mi me parece espectacular.
Calle de Ginebra, 13, 7-9. Teléfono: 933199164

Norte Restaurante
Cremosita hasta el infinito y más allá. Las tortillas del Norte son imprescindibles en esta ciudad. Un paseíto masticado por el lado suculento de la vida, son luminosas como toda la cocina que Maria González y Lara Zaballa sirven en su local menudo, níveo y elegante. Sus platos esenciales y discretos son intensos y golosos. Un restaurante maravilloso que hace mejor el paisaje gastronómico de nuestra ciudad. Hay que ir, y cuando vayas, volverás.
Calle de la Diputación, 321. Teléfono: 935287676
