Epicuro fue uno de los filósofos griegos más renombrados. El fundador de la escuela que lleva su nombre y basa su doctrina en la búsqueda del placer, exento de dolor. El pensador que rechazó el destino, la necesidad y la fatalidad. Y abogó por el hedonismo racional. Por los deleites de cuerpo y, sobre todo, de espíritu.
Si hubiese vivido en nuestro tiempo manteniendo sus postulados, el de Samos seguramente hubiese gozado satisfaciendo uno de esos apetitos que distinguía como naturales y necesarios, el de alimentarse, en restaurantes como el parisino homónimo a él, Épicure. En el distinguido hotel Le Bristol Paris.

Este importante complejo hotelero de la capital gala, mítico entre los míticos, es todo un polo de atracción gastronómica. Es el único europeo en atesorar cuatro estrellas Michelin, tres con este restaurante y una con la brasserie de lujo 114 Faubourg, y tiene el enorme placer de contar al frente de los mismos con Éric Fréchon.
El reconocido chef francés suele decir que la cocina lo es todo para él y, conociendo su historia, no puede hacerse otra cosa que darle la razón. Su relación con este arte comenzó en la adolescencia, tal y como empiezan muchos bellos relatos: por casualidad. Su mayor aspiración a los 13 años pasaba por tener una bicicleta. Se la pidió a su padre y este, pensando que del deseo conquistase una enseñanza, lo invitó a trabajar para ganársela.

Así dio comienzo un periplo en el sector de la restauración comenzando desde abajo. Primero como ayudante, durante los fines de semana y vacaciones escolares, y más tarde metiéndose de lleno en la cocina. Pasó por grandes restaurantes como La Grande Cascade, Taillevent o La Tour d’Argent. E incluso puso en marcha un restaurante propio, La Verriere. Hasta que llegó su gran momento y volvió a una de las casas por las que había pasado, el hotel Le Bristol Paris, para hacerse cargo de su gastronomía y de Épicure.

Con él a los mandos, el restaurante logró una segunda estrella Michelin en 2001 y una tercera en 2009. Se ha consagrado como uno de los templos culinarios parisinos. Una meca de la alta cocina francesa. Del clasicismo y la distinción. Con un estilo apegado a la tierra, a los productos del entorno y de temporada, refrenda la ciudad de París como capital gastronómica internacional. Y su bagaje, su magnificencia, su soberbia, es posible resumirlos en un plato: sus celebérrimos macarrones rellenos de trufa negra, alcachofa, foie gras de pato y gratinado de queso parmesano curado. Bárbaro.
Epicure
112 rue du Faubourg Saint-Honoré75008 París (Isla de Francia) - Francia
+(33) 153434340
www.lebristolparis.com
Francesa
145€-365€