Ocurre con los secretos mejor guardados que acaban siendo los que menos se guardan. Una necesidad latente por contarle al prójimo que has descubierto aquel refugio resplandeciente donde probar esa comida que tanto te deslumbró…
Un poco de eso sucede con L'Alquimista, ya un joven veterano de Valencia, un muy pequeño templo dedicado a la pasta fresca italiana, tratada con una dedicación casi litúrgica. Es el primer espectáculo: ver cómo esas manos fluyen a través de la masa (¿o era justo al revés?), preparando al momento una terminación que a pocos metros se degustará con la fruición con la que los parroquianos abordan la cantina.

Pero vayamos al principio. Mario Tarroni es un italiano de las costas adriáticas, de Rávena, bañado por el deseo de descubrir nuevos puertos. Llega a Valencia con apenas 25 años en paralelo a la disputa de la Copa América, competición de vela que requiere de cocineros que acompañen a los equipos italianos. Tarroni tiene una primera conexión con la ciudad pero acaba amarrando poco después en Rotterdam. Sólo tardará dos años en volver, acompañado de su madre, Angelina. Mientras el hijo trabaja a pie de mar, su madre abre por el centro una pequeña despensa de pasta fresca.
En aquella tienda empiezan a pasar cosas. Los clientes, seducidos por la materia prima, consultan si, por qué no, tal vez, a lo mejor, sería posible que les cocinaran la pasta… El proyecto, provisional y menudo, debe hacer frente a peticiones constantes. Deciden convertirlo en restaurante. Angelina vuelve a Italia pero las mesas contadas del restaurante se llenan día tras día.

Han pasado cerca de ocho años desde el origen de la historia pero las cosas siguen bajo las mismas coordenadas. El secreto, que no lo hay. No hay medias verdades, no hay atajos. Tampoco hay más ambición que la de un saloncito en el que pasar mucho tiempo preparando una buena pasta, cocinarla al momento, no escatimar en producto. Passatelli, tortellinis rellenos de berenjena, espaguetis a la guitarra, ravioli de ricotta…
Pasta, pasta, pasta, aderezada de los mejores productos del momento. La pretensión inicial era la de servir aquello que les mostró la abuela de Rávena, provocando la celebración colectiva de comer en torno a una sartén de metal repleta. Nada ha cambiado. El secreto mejor -o peor- guardado.
L'Alquimista
Calle Lluís de Santàngel, 1 46005 Valencia
685201413
www.facebook.com/pages/LAlquimista-Il-Mago-della-Pasta-Fresca/1161169583901444?nr
Italiana
20€-40€