Hoy traemos una receta infalible para conseguir una pechuga de pollo cocida que resulte tierna y jugosa, ideal para usar en cualquier otra receta.
El secreto para conseguir que el pollo hervido quede jugoso radica en el proceso de cocción: inicialmente, comenzaremos la cocción con fuego alto para llevar el agua a ebullición. Sin embargo, una vez que alcancemos este punto, es crucial reducir el fuego y permitir que el pollo se cocine a fuego lento. Esta técnica garantiza que el pollo retenga su humedad interna, lo que se traducirá en una textura mucho más blanda.
Aunque en esta receta hemos optado por utilizar pechuga de pollo, puedes adaptarla a tu gusto, empleando otras piezas como contramuslos o incluso un pollo entero troceado. Solo necesitarás ajustar el tiempo de cocción según el tipo de corte seleccionado y tener en cuenta cocinar completamente el pollo. Esta carne nunca debe quedar poco hecha.
Se trata de una receta muy versátil, ya que el pollo cocido puede ser utilizado de diversas maneras en otras preparaciones. Desde añadirlo a pastas y ensaladas, hasta rellenar sándwiches o empanadillas... las posibilidades son infinitas.
Información de la receta
- Tiempo de preparación: 5 minutos
- Tiempo de cocinado: 15 minutos
- Tiempo total: 20 minutos
- Raciones: 2
- Categoría: receta base
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 106
Ingredientes del pollo cocido
- 1 pechuga de pollo
- 1 litro de agua
- 1 cucharada de sal
- Hierbas aromáticas al gusto (laurel, tomillo, perejil…)
Cómo hacer pollo hervido
En primer lugar, ponemos 1 pechuga de pollo en una cazuela y la cubrimos con 1 litro de agua aproximadamente. La cantidad exacta dependerá del tamaño de cada cazuela, pero la pechuga debe quedar cubierta con agua un par de dedos por encima. Añadimos también 1 cucharada de sal y hierbas aromáticas al gusto (nosotros hemos utilizado laurel y perejil).
Eva SalorioLlevamos la cazuela a ebullición y después, bajamos a fuego medio-bajo y dejamos cocer la pechuga unos 12 minutos, con la tapa puesta, o hasta que el interior esté hecho. Si tenemos termómetro de carne, la pechuga deberá haber alcanzado una temperatura de aproximadamente 75 ºC en su parte más gruesa. Si no disponemos de él, abrimos un poquito la pechuga con un cuchillo y comprobamos que no esté rosada por dentro.
Dejamos reposar el pollo ya cocido durante 5 minutos antes de cortarlo y ya lo tenemos listo para usar.
Resumen fácil de preparación
- Ponemos la pechuga de pollo en una cazuela con agua, sal y hierbas aromáticas
- Llevamos a ebullición y cocemos a fuego medio-bajo unos 12 minutos
- Dejamos reposar 5 minutos y cortamos de la forma deseada