¿Quién puede resistirse a unas croquetas caseras recién hechas? Si preparas croquetas en grandes cantidades y no vas a consumirlas de inmediato, lo mejor es congelarlas para tenerlas a mano cuando tengas invitados en casa o te falte tiempo para cocinar. Así solo tendrás que sacar del congelador, freír y listo. Siguiendo nuestros consejos, podrás preparar, congelar y almacenar las croquetas caseras para mantener todo su sabor y calidad.
Cómo congelar croquetas caseras
Para congelar croquetas caseras debes tener en cuenta una serie de factores para que tanto al prepararlas, como al almacenarlas y al descongelarlas, queden perfectas. Podrás hacerlo de dos maneras: o bien congelándolas sin freír, o hacerlo una vez las tengas fritas.
Cómo congelar croquetas sin freír
Una vez tengas listas las croquetas deja enfriar la masa a temperatura ambiente para que cuando esté atemperada puedas congelarla. Si no sabes cómo congelar la masa de las croquetas, te adelantamos que podrás congelar toda la masa o hacer las croquetas y congelarlas por raciones.
En caso de que prefieras congelar toda la masa, nuestra recomendación es pasarla a una fuente de plástico con algo de profundidad y que cubras la masa con film transparente a piel (sin que haya aire entre la masa y el film), de esta forma evitarás que la masa se reseque al congelarla.
Para congelar las croquetas racionadas sin freír nuestro consejo es que les des la forma deseada de manera que al descongelarlas ya tengan la forma de croqueta. Para ello puedes hacerlo siguiendo el método tradicional de racionar con una cuchara sopera, o hacerte con un práctico molde para croquetas y rellenarlo fácilmente colocando la masa en una manga pastelera. Si lo haces sin molde, debes tener en cuenta que haya separación entre las croquetas para que no se peguen al descongelarse. Para separarlas bastará con que coloques pequeñas tiras de papel de hornear entre las croquetas.
Cómo congelar croquetas fritas
Si no sabías que era posible, nosotros te confirmamos que sí se pueden congelar croquetas fritas, y que de hecho es una excelente opción cuando vas con prisas o se presentan invitados por sorpresa.
Una vez hayas frito y escurrido bien las croquetas, déjalas enfriar completamente sobre papel de cocina absorbente. Entonces podrás colocarlas en una bandeja (separadas entre ellas y sin apilarlas en varios pisos). Así no se quedarán pegadas durante el proceso de congelación. Recomendamos que las cubras con film transparente para evitar la formación de escarcha. Pasadas un par de horas puedes pasar las croquetas de la bandeja a una bolsa con cierre hermético para que ocupen menos espacio en el congelador.
Cómo guardar croquetas caseras congeladas
La tarea será de lo más simple si sigues el paso a paso para guardar las croquetas caseras congeladas de la manera más eficiente.
Transferir a bolsas de congelación
Una vez tengas las croquetas congeladas, retíralas de la bandeja y colócalas en bolsas de congelación con cierre hermético. Recomendamos eliminar la mayor cantidad de aire posible antes de sellarla para evitar la formación de escarcha en el interior de la bolsa.
Revisar la temperatura del congelador
Una vez introducida la bolsa en el congelador debes asegurarte de que la temperatura del congelador está a -18 ºC (que es la temperatura correcta). De este modo, podrás conservar las croquetas en perfecto estado hasta tres meses.
Etiquetar
Etiquetando las croquetas no sólo sabrás de qué las has preparado, sino que además te permitirá saber desde cuándo las tienes en el congelador para consumirlas antes de que empiecen a perder calidad.
Consejos para congelar croquetas caseras
Siguiendo nuestros consejos para congelar croquetas caseras te aseguramos que al descongelarlas mantendrán tanto su sabor como su textura.
- Separa las croquetas antes de congelarlas
- Utiliza un molde para congelar croquetas separadas
- Tapa las croquetas para evitar que se resequen y se forme escarcha
- Revisa la temperatura del congelador
- Etiqueta las bolsas con la fecha de preparación y la clase de croquetas
Cómo descongelar croquetas
En caso de que las congeles listas para freír, no necesitarás descongelarlas previamente, sino que podrás freírlas en aceite bien caliente directamente congeladas. Eso sí, de pocas en pocas para que no baje la temperatura del aceite y obtengas una fritura ligera y crujiente.
Si optas por las croquetas ya fritas y congeladas, es esencial el proceso de recalentamiento. Para ello tienes dos maneras de hacerlo: en el horno precalentado a 200 ºC durante 10 o 15 minutos, o bien introduciéndolas en la freidora de aire a 180 ºC durante 8 o 10 minutos. Un sencillo truco es utilizar un pulverizador de aceite para que al hornearse queden más doradas y crujientes.
