Hay productos que han acompañado al ser humano desde la antigüedad. Uno de ellos es el fenogreco, una estupenda planta utilizada de múltiples formas, desde el campo de la medicina, por sus grandes propiedades, hasta la cosmética, ya que el aceite de las semillas es obtenido para combatir las arrugas.
Sin embargo, es en la gastronomía donde su uso se extiende de maneras increíbles. Se consume germinado, en especie, tostando las semillas, como harina o suplemento, entre otras. Es un gran aliado de los deportistas e ideal para estimular el apetito, tratar la diabetes, el colesterol, los dolores menstruales, o las impurezas cutáneas.
¿Qué es el fenogreco?
El fenogreco, también llamado hu-lu-ba, alholva o greek clover, es una especie de planta aromática con flor perteneciente a la familia de las fabáceas, que posee una apariencia similar a la alfalfa. Se trata de una planta anual que puede medir entre 20 y 50 centímetros de altura, con hojas compuestas de tres hojuelas oblongas. Florece en primavera y es originaria de los terrenos baldíos de la cuenca mediterránea, el noreste de África y Asia occidental. Se ha cultivado desde la antigüedad y actualmente se hace ampliamente en India, Francia y Turquía.
Sus semillas son la parte más valiosa de la planta. Las semillas crudas son de color dorado con sabor amargo debido a los aceites volátiles y los alcaloides que contiene y que puede reducirse con el tostado. Estas proceden de su fruto en forma de vaina, que suele contener entre 10 y 20 semillas de aspecto duro y cuadrado. Son de naturaleza fibrosa, pegajosa y gomosa.
Es un producto muy particular que acompañó a los egipcios en sus rituales religiosos en los procesos de embalsamado por su peculiar aroma; mientras que las mujeres de Oriente Medio tomaban esta planta con la idea de que les ayudaría a producir más leche. Actualmente, sigue siendo uno de los ingredientes notables de algunos platillos típicos de Oriente Medio.

Propiedades y beneficios del fenogreco
Los principios activos presentes en las semillas de alholva le confieren virtudes tónicas, digestivas, laxantes, aperitivas, hepatoprotectoras, hipolipemiantes, hipoglucemiantes, antianémicas, reconstituyentes, antioxidantes, emenagogas, emolientes, antiinflamatorias, antiespasmódicas, antisépticas y galactógenas.
En este sentido, las semillas de fenogreco, de aroma muy intenso, se destinan, como otras muchas especias, a la recuperación del apetito y la regulación de la digestión. Por su efecto antiinflamatorio a nivel digestivo, es un recurso eficaz para tratar la gastritis y los cólicos. También la alholva se ha recomendado como un reconstituyente natural, que puede ayudar a fortalecer el organismo y como acompañamiento de terapias dietéticas para aumentar de peso.
Tiene un importante contenido en hierro y vitaminas, así como fitosteroles, diosgenina y fitoestrógenos, que pueden ejercer un efecto antiinflamatorio y antiespasmódico para aliviar el dolor menstrual y la mastalgia.
Asimismo, sus semillas, la harina y hasta las infusiones son utilizadas de forma externa para combatir el acné, urticarias, eccemas, forúnculos y abscesos, pero también para tratar algunos síntomas relacionados con la conjuntivitis.

Usos en la cocina
Su potente sabor amargo y su aroma que guarda cierto parecido con el curry, hacen del fenogreco una delicia culinaria ideal para dar un toque exótico a diferentes comidas. Debido a sus cualidades aromáticas se emplea como especia en la cocina de algunos países, especialmente la asiática.
En la India, las semillas se consumen desecadas enteras y, a veces, ligeramente tostadas para realzar su sabor para realizar numerosos platos, como el khakhra, un pan plano muy popular entre la etnia Guyarat. Además, son el ingrediente fundamental en la preparación de la halawa, un dulce típico de Oriente Medio, India, Pakistán e Irán, que luego se endulza con miel o azúcar.
Las semillas también se pueden tomar molidas o bien dejándolas en remojo durante un día para ablandarlas, aunque del fenogreco se consume casi todas las partes de la planta. Las hojas, por ejemplo, se comen crudas en ensaladas en Tailandia; en Yemen se emplean como condimento principal del saltah, el plato nacional; mientras que en Irán se usa para hacer Qormeh sabzi, un estofado tradicional de la cocina persa, en el que se mezclan distintas hierbas aromáticas salteadas.

De este modo, la hoja se puede consumir al natural o deshidratada y se puede añadir directamente a los guisos y platos de cuchara sin que sea necesario molerlas antes. Tener un frasco de fenogreco en la despensa puede ser un gran aliado para las comidas y para hacer mezclas de especias.
También queda muy bien con panes, salsas, cuscús, sopas, ensaladas, vinagretas, encurtidos de verduras o frutos secos. Igualmente, las semillas pueden servirse como aperitivo solo, y la harina de este producto es ideal para usar en repostería, para tartas y bizcochos diferentes, así como para preparar pan. En Europa se consume como germinados, que se realizan con las semillas, y se comen crudos para acompañar las ensaladas, a las que le aporta un picor particular.
Aunque su nombre no resuena mucho en los supermercados españoles, seguramente te habrás encontrado alguna vez con un plato que lleve este ingrediente fundamental de la tradición de Medio Oriente y que ha sido utilizado en gastronomía y medicina por sus grandes beneficios, sabor potente y peculiares características.