Hidromiel: cómo es y qué propiedades tiene la bebida de los dioses

Se puede beber caliente o frío
El hidromiel ha pasado de ser el elixir de los dioses al gran protagonista de las bodas y la mejor compañía en inviernos muy fríos. Es el predecesor de la cerveza y la bebida más antigua que existe.
Por Patrizia Aymerich
25 de agosto de 2021

Los amantes de las bebidas espirituosas sabrán que de casi cualquier materia prima se puede elaborar un producto alcohólico, y la miel no se queda atrás. De este manjar dulce que elaboran las abejas se puede hacer una bebida inmemorial, sabrosa y refrescante que ha estado en nuestras mesas durante siglos: el hidromiel, precursor de la cerveza y llamada en ocasiones "la bebida de los dioses" o "el elixir de los vikingos".

Se cree que este líquido fermentado y hecho a base de miel y agua fue la primera bebida alcohólica que consumió el ser humano, con lo cual en el mundo gastronómico se le tiene mucho aprecio y admiración. A partir de él se pueden crear nuevas bebidas y sabores que sirvan como bases, salsas u otras posibilidades en la cocina. Te explicamos con detalle qué es.

¿Qué es el hidromiel?

El hidromiel, también llamado aguamiel o chouchen, es una bebida alcohólica que se puede beber en frío o caliente y que se obtiene de la fermentación de una combinación de miel y agua. Este líquido ha sido denominado de formas muy originales como "el vino de miel" o "el baile del oso". Es la bebida más antigua de la que se tiene conocimiento y puede contener entre un 10 y un 15% de graduación alcohólica, aunque esto puede variar según las proporciones de miel y agua que se agreguen para prepararla.

En ocasiones, es necesaria la adición de fermentos del vino u otros para que se complete la fermentación natural de la miel, y puede durar entre dos meses y dos años en barricas de madera. Todo esto dependerá, a su vez, del tipo de miel que se use para elaborarla que debe ser clara y muy dulce, como la miel de brezo, de trébol o de flores silvestres. La fermentación y la adición de otros elementos, por su parte, depende en gran medida de la temperatura del ambiente, que debe ser alta, especialmente en los primeros días de su almacenaje en las barricas.

Está hecho a base de agua y miel

A pesar de que no se sabe con certeza su origen, su existencia se registra desde hace 2000 años a.C. en escritos sagrados. Los pueblos de la antigüedad como los celtas, sajones, romanos, normandos, griegos y vikingos consumían con frecuencia esta bebida, con algunas variaciones en especias y aromas. A la par, los mayas crearon un líquido similar que denominaban "balché", al que agregaban trozos de un árbol conocido con el mismo nombre. El objetivo de esta bebida se repite en los diferentes imperios: honrar a los dioses y celebrar las fiestas tradicionales y bodas. Sin embargo, a partir del siglo XI el consumo y producción de hidromiel fue desplazado por la cerveza y otras bebidas que se hicieron más populares desde entonces.

Propiedades de la bebida de los dioses

Como puede beberse tanto fría como caliente, esta bebida había sido creada para ser el centro de las celebraciones o la compañía en invierno para calentar el cuerpo. Sin embargo, esto no le resta las múltiples propiedades que contiene. Por ejemplo, es un producto que aporta energía al organismo al provenir de la miel, que puede contener hasta un 75% de azúcares.

Además, su consumo favorece la absorción de calcio, magnesio y otros minerales que mantienen la salud de los huesos. Asimismo, algunos consideran que el hidromiel puede aliviar el dolor de garganta y contrarrestar las irritaciones o inflamaciones producto de gripes, tal y como lo hace la miel natural.

Por otra parte, expertos señalan que esta bebida tiene propiedades antibióticas debido a que, durante el proceso de fermentación, las bacterias de ácido láctico en la miel se mezclan con las levaduras silvestres, eliminando agentes patógenos entre los que se encuentran aquellos que favorecen la resistencia a los antibióticos.

¿Cómo hacer hidromiel? Receta casera

Su preparación es muy sencilla y similar al proceso de hacer cerveza casera, con lo que algunos lo hacen hoy en día en sus casas con pocos ingredientes. Lo primero es realizar un preparado con la cantidad de miel y agua que se prefiera, para que las impurezas se muevan hacia la superficie y se puedan extraer fácilmente. Tras la evaporación y la eliminación de las sustancias de la superficie se puede añadir un poco más de agua con el fin de balancear la mezcla y conseguir la densidad y los grados de alcohol deseados.

En algunos países se conoce como "vino de miel"

Lo ideal es que la mezcla se caliente a unos 23 ºC para luego agregar las levaduras orgánicas que posibiliten la fermentación. Una vez hecho esto, se transfiere la mezcla a otro contenedor donde pueda comenzar la fermentación a través de un dispositivo que permita salir el CO2 y que no permita entrar aire del exterior. Se deja reposar allí unas tres semanas o más, pero no menos de este tiempo. Estará listo para consumir una vez deje de expulsar gas. También se puede aromatizar con especias y diferentes hierbas, como se hacía antaño cuando se le agregaba corteza de árboles, anís, hojas de té o canela, entre otros.

¿Dónde comprar hidromiel?

Hoy en día se puede comprar este producto ya preparado en muchos lugares. Por ejemplo, se pueden hacer pedidos online en las páginas web de grandes superficies comerciales, así como directamente en las tiendas virtuales de marcas conocidas como Valhalla u Odin, o bien en cervecerías artesanales, donde también suelen vender hidromiel.

Es un producto que, aunque con los años ha perdido protagonismo, ha acompañado al ser humano desde el inicio de los tiempos, convirtiéndose en la predecesora de la cerveza y en una bebida llena de sabor y tradición. Ha pasado de ser un elemento sagrado a convertirse en la mejor compañía de inviernos fríos y veranos calurosos, así como una fuente de energía y vitalidad para el organismo.