Señalan las viejas tesis que Valencia era una ciudad de espaldas al mar, vilmente enfrentada. Depende de qué Valencia, habría que añadir. La de los barrios marineros ha vivido frente al oleaje durante buena parte de la existencia.
Sí es más real en cambio señalar que la ciudad se está arrimando como pocas veces a su frente costero, queriendo entablar un romance pleno y dejarse bañar. Uno de los proyectos que buscan hacer emerger ese fervor es el de La Marina, amplia área náutica y de ocio. En su edificio colindante de Veles e Vents, la gastronomía también se reivindica.

Lo hace con un restaurante, La Marítima, perteneciente a La Sucursal, el veterano grupo acostumbrado a lidiar con proyectos difíciles, al calor de la familia de los De Andrés, esta vez con Jorge en los fogones, bregando por una apuesta muy seria. Han llegado a la dársena del puerto de Valencia para dejar su impronta. Una parte capital de la revitalización de la zona pasa, ¡toma responsabilidad!, por sus cocinas.
Con el más distendido y smart Malabar en el mismo edificio y el restaurante gastronómico en proyecto, La Marítima condensa el alma más mediterránea de suquets, arroces y unos pescados a la vista, promesa de un paso inmediato por la brasa. “Nos inspira la brasa de la encina y la brisa del mediterráneo”, resumen a golpe de titular.
Las advertencias de que la plaza era complicada y el paso de gente escaso no han amedrentado a una de las familias totémicas de la restauración valenciana. Toda la carne en el asador ante el proyecto. Una apuesta bien necesaria.

La Marítima cobija y relaja mientras algún velero hace una incursión al frente. La cocina, sencilla, recupera algunos de los mejores sabores de siempre. Fritura de subasta (boquerón, gambita, samonete…), ceviche de pescado de playa con gamba roja servido sobre el caparazón de un erizo de mar, titaina con boquerón marinad, cigalitas de playa salteadas con alubia, fideuà de rodaballo y sepia, suquet de barca con calamar…
“Proponemos un restaurante de cocina mediterránea y de mercado con una amplia oferta en arroces y pescados frescos que el cliente puede escoger directamente del mostrador y que se elaboran al horno de leña. Un cuidado interiorismo inspirado en el paisaje tradicional de la huerta valenciana y la cálida luz de nuestras costas. Grandes ventanales que recorren la dársena nos permiten observar la entrada y salida de veleros, barcos de pescadores y toda la actividad náutica de la Marina real”, nos explican.

Era imprescindible que Valencia renovara la oferta gastronómica de su frente marítimo, demasiado renqueante y falto de vitalidad. El cercano Vinícolas y la incursión de La Sucursal en territorio de salitre sirven de factor corrector.
Vuelven las esperanzas. Comer bien al lado del mar.
Restaurante La Marítima
Marina Real, Muelle de la Aduana, s/n. Planta baja del edificio Veles e Vents 46024 Valencia
610915141
grupolasucursal.com/restaurantes/restaurante-la-maritima
Mediterránea, De mercado
40€-55€