Valencia tiene ansia de playa, hambre de arena, de gastronomía a ras de mar. En los años recientes, como una extensión de la propia ciudad, la Patacona, en las costas del norte urbano, despuntó como núcleo de atracción de ocio al calor de La Más Bonita y su buen trabajo, pura carne de Instagram, atrayendo público a una oferta capitaneada por negocios clásicos como Casa Navarro y sus paellas. Sin embargo, quienes han intentando seguir la estela, han hecho amagos equivocados. La playa urbana de Valencia adolece de renovación y de aires frescos.

Novedad en el frente. La Patacona tiene nuevo inquilino. Ha abierto Torreta y sus intenciones prometen. Primero por la identidad de quienes llevan las riendas desde hace apenas un par de meses. Quique Barella al aparato. Un cocinero en busca del proyecto de su vida después dirigir El Alto de Colón y previamente pasar por El Celler de Can Roca. Hace un año cerró Q de Barella, su última apuesta. En 2002 coincidió en el Los Cuentos con Toni García, antigua capitán de restaurantes que, como quien regresa al mar por una irreductible pasión, ha desengrasado el timón para volver a la carga. El motivo: el latido hostelero de sus hijos Toni y Marcos; una repentina historia de maestros y aprendices, padres e hijos, talentos que quieren reivindicarse.
El lugar elegido, tras una ocupación errada, es el chalet de la Virgen, una de esas viejas casas a pie de costa, con su torreta incorporada, desde la que otear las promesas. Colorida, rústica, con una terraza reposada y un mirador privilegiado. Un buen puerto para cuatro tipos dispuestos a dar que hablar.

La propuesta, desenvuelta todavía a medias, acabará deparando una ambición nueva en el entorno: un restaurante de fuerte aspiración gastronómica en la planta superior de un local playero. La alta cocina más en forma de Barella a pocos metros de los chiringuitos como prometedor hito de 2018, atiborrada de excelencia mar. Mientras, en la planta inferior, se siguen las primeras pistas. Cocina marinera de cuchara, frescura y marisco, platos reconfortantes y simpleza al salitre. El Mercado de Cabanyal es su arsenal.
“Quique y su equipo aúnan tradición, producto y cocina contemporánea de autor”, anuncian al empezar la navegación. Sobre la mesa platos inducidos por la historia del entorno. Cabezas de mero al horno, erizos de mar, mosquitos de mar fritos, guisos de alcachofas con almejas, titaina… Jolgorio tranquilo y una decisión muy sincera frente a demasiado intento ligero.

El proyecto de Torreta es otra señal de por dónde quiere dirigirse la ciudad, más pegada a su vitalismo mediterráneo, mojándose. También es el riesgo entre eriales gastronómicos a pie de playa. Que salga bien.

Torreta
Paseo Marítimo de la Patacona, 15 46120 Alboraya (Valencia)
960114153
torretapatacona.com
Mediterránea, Española
30€-60€