Hay lugares, restaurantes, cuyo tono habla por ellos más que sus palabras. Por ejemplo hay restaurantes que saben a invierno, pura chimenea y hojarasca. El protagonista de este texto proyecta cierto bienestar cálido, camiseta manga corta, piel dorándose y frescura en grandes dosis. Debe ser por el tópico de asociar el estar tranquilos, relajados, con el aumento de la temperatura.

Se trata del Bar Tonyina, declarando sus intenciones ya desde el propio nombre. Pretensiones, ninguna. Solemnidad, para otros. A pesar de ello -o gracias a ello, ya no sé- su cocina acaba brillando. Reluce porque su misión es la de alcanzar a todos, la de dar de comer bien a gourmets pero también a simples paseantes en busca de pizcas de placer. Un Tonyina democratizador.

“Comenzamos en 2010, con una propuesta informal, pensada en el mercado y con mucha influencia internacional”, relata Román Navarro, artífice silencioso. “Durante este tiempo, hemos evolucionado siendo fieles a nuestra idea original. Hoy somos un auténtico gastrobar en Valencia”. Gastrobar, todos se llaman gastrobar. En este caso parece el concepto apropiado.

Las tapas y los platos a compartir llegan fáciles, creativos, amables. No hay alharacas en lo de Román Navarro, va al grano. El público responde. La personalidad del director de orquesta, también cocinero, es fiel a su comanda. Pocos rollos, mucha imaginación, horas de trabajo.
El local acompaña, con una sala hermosa. Ha contribuido especialmente Tonyina a hacer del área de Aragón, en los alrededores de Mestalla, unas calles propicias para comer furtiva o concienzudamente. Un buen puñado de referencias infalibles a buenos precios.

Básicos del Tonyina: la ensaladilla con espuma de wasabi; la ensalada thai duck de cacahuete, lima y jengibre; el roastbeef de buey con aguacate; su canelón crujiente de ternera y foie; la coca d’oli con titaina y ventresca.
Bar Tonyina
Calle de Xile, 3 46021 Valencia
963259171
bartonyina.es
De mercado
20€-40€