Podemos utilizar las naranjas confitadas en infinidad de recetas dulces, como en cocas, roscones, tartas de queso o bizcochos, pero también podemos usarlas cortadas pequeñas en ensaladas o para dar un toque dulce y diferente a unos canapés.
Prepararlas es muy fácil. Lo más complicado es cortarlas finas, aunque para ello, os podréis ayudar de un cuchillo bien afilado. El bicarbonato que utilizamos en el primer hervor quitará el amargor de la parte blanca de la naranja. Una vez preparadas, si guardamos las naranjas en un recipiente cerrado cubierto con su almíbar, las podremos consumir en los próximas semanas. Si lo preferís, también se pueden congelar, sin el almíbar, separando las rodajas de naranja con papel encerado.

Información de la receta
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocinado: 1 hora y 10 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 20 minutos (más tiempo de enfriado)
- Raciones: 15 rodajas
- Categoría: repostería
- Tipo de cocina: internacional
- Calorías por ración (kcal): 88
Ingredientes de las naranjas confitadas
- 2 naranjas
- 1 cucharada de bicarbonato sódico
- 750 ml de agua (600 ml para la cocción y 150 ml para el almíbar)
- 300 g de azúcar

Cómo hacer naranjas confitadas
Lavamos muy bien 2 naranjas y las cortamos en rodajas de 0,5 cm de espesor.

Ponemos las naranjas en un cazo amplio, para que no se amontonen, y repartimos 1 cucharada de bicarbonato sódico por encima.

Vertemos 600 ml de agua sobre las naranjas hasta cubrirlas.

Ponemos el cazo a fuego alto y cuando hierva, lo retiramos del fuego, escurrimos las naranjas y las pasamos por un poco de agua fría.

Limpiamos el cazo y vertemos en él 150 ml de agua y 300 g de azúcar. Removemos bien para que se reparta el azúcar.

Introducimos de nuevo las naranjas en el cazo con el agua y el azúcar.

Cocinamos a fuego bajo, con el cazo tapado, durante 40 minutos, hasta que se haya formado un almíbar suave. Pasado este tiempo, destapamos y cocinamos 20 minutos más para que el almíbar espese un poco más.

Disponemos las rodajas de naranja sobre una hoja de papel encerado para que escurran (sobre una rejilla se pueden quedar pegadas por el azúcar) y las dejamos enfriar.

Una vez frías, las naranjas estarán listas para consumir. Si queremos consumirlas en otro momento, las podemos guardar en la nevera en un bote hermético, cubiertas con el almíbar e incluso, las podemos congelar.


Resumen fácil de preparación
- Lavamos las naranjas y las cortamos finas
- Las disponemos en un cazo junto al bicarbonato
- Cubrimos las naranjas con agua
- Hervimos y escurrimos las naranjas
- Mezclamos en el cazo el agua y el azúcar
- Introducimos las naranjas de nuevo en el cazo
- Las cocinamos 40 minutos tapadas y 20 destapadas
- Dejamos escurrir sobre papel encerado y dejamos enfriar
- Estarán listas una vez frías