La leche es uno de esos alimentos que nos acompaña desde niños. Un vaso de leche para desayunar, un vaso de leche para merendar y un vaso de leche antes de ir a dormir. Cada día ha estado ahí y desde el principio de los tiempos ha estado ahí, pero la leche de ahora, parece ya no ser la de antes.
De aquellos tiempos en blanco y negro en los que nuestros antepasados daban unos pasos hasta llegar a la lechería de su barrio, a los tiempos en los que la compramos envasada a pie de calle, muchas cosas han cambiado.
Y eso es lo que pretenden revertir explotaciones como la gallega Ganadería Quintián, con cuatro décadas de experiencia a sus espaldas, que pone en valor la leche natural, la leche de siempre, con procesos productivos eficientes y automáticos que garantizan una extracción láctea segura.
Eliminando intermediarios, comercializando bajo su propia marca y encargándose de todo el proceso, desde la producción en la explotación hasta su distribución y comercialización, la lechería lucense de O Páramo ha conseguido ofrecer una leche natural, sin aditivos y con todos sus nutrientes y vitaminas, que viaja directamente de la ubre de la res al vaso del consumidor. Lino en la dieta de las vacas para proporcionar Omega 3 al blanco oro y el cariño de esta familia redondean una auténtica leche gallega que da gusto beber.
O leite de sempre, como siempre.