Qué son los alimentos de segunda gama

Lata de conservas, uno de los alimentos clasificados en la segunda gama
Si te preguntas qué son los alimentos de la segunda gama te damos la respuesta. Te explicamos qué hay que tener en cuenta sobre la segunda gama de alimentos dentro de esta clasificación no oficial.
Por Juan Revenga
28 de octubre de 2022

¿Quieres saberlo todo acerca de los llamados alimentos de segunda gama? Sigue leyendo para descubrir qué son exactamente estos alimentos y ver ejemplos, conocer un poco mejor su tratamiento o consultar qué beneficios pueden tener en nuestra dieta o qué contraindicaciones se han de tener en cuenta al consumirlos.

Qué son los alimentos de segunda gama

Se trata de productos o alimentos que envasados siempre en envases herméticos (botes de cristal, latas u otros envases) han sido objeto de algún tipo de tratamiento, normalmente térmico, para alargar su vida útil. Se trata, por tanto, de los productos conocidos como conservas o semiconservas. Así, su mantenimiento podrá hacerse, en la mayor parte de los casos a temperatura ambiente (en el caso de las conservas) o bajo condiciones de refrigeración (en el caso de las semiconservas)

La diferencia entre una conserva y una semiconserva radica en la intensidad del tratamiento térmico empleado. En el caso de las conservas se emplea la esterilización, con temperaturas por encima de los 100 ºC. Sin embargo, en el caso de las semiconservas, además del posible uso de la pasteurización (con temperaturas más suaves, en el rango de los 65 y 85º C habitualmente), también se incluye la posibilidad de someter a estos productos a métodos tradicionales tales como la deshidratación, la fermentación, la salazón y el ahumado.

Ejemplos de alimentos de segunda gama

La "lata" es el elemento que mejor ilustra los productos de esta segunda gama en la que encontramos una amplia oferta. Ya sean productos de origen vegetal o animal encontramos, por ejemplo, desde frutas en almíbar en lata, a las típicas conservas de pescado, pasando por las conservas de verduras, hortalizas o legumbres ya cocidas (y por lo tanto esterilizadas).

Por su parte, las anchoas en aceite y las distintas variedades de pescado ahumado (típicamente el salmón), y a diferencia de lo que sucede con las conservas de atún, sardina, caballa, etc., serían un ejemplo clásico de semiconserva. En la elaboración de estos productos no se utiliza ningún tratamiento térmico. En su lugar se emplean ciertos procesos, considerados tradicionales, como la salazón, la deshidratación y el ahumado. De ahí que estas últimas sean semiconservas, y su comercialización y conservación haya de realizarse en condiciones de refrigeración.

Ventajas y desventajas de los alimentos de segunda gama

La grandísima ventaja de la segunda gama radica en la amplia disponibilidad de estos alimentos a lo largo del año. Además, con su uso, se evita en gran medida el desperdicio alimentario. Sin olvidar que su consumo puede ser inmediato, es decir, están dispuestos para un consumo directo (de la lata o envase al plato).

En cuanto a sus desventajas, que son pocas, la principal de ellas la encontramos en la excesiva cantidad de sal (o sodio) que en muchas ocasiones acompaña la elaboración de conservas y semiconservas. Sin olvidar, por supuesto que es necesario prestar atención a su fecha de consumo preferente o de caducidad (conserva frente a semiconserva) para rotar los productos que tengamos en la despensa. Para ello, siempre es interesante tener presente aquella máxima que dice que "el primero en entrar (en la despensa o en la nevera) debería ser también el primero en salir (para ser consumido)".